Arim con problemas estructurales

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En el día de ayer en el programa radial de Azul FM que conduce Ignacio Álvarez se dio a conocer que “Rodrigo Arim, director de la OPP y exrector de la Udelar, no paga el Impuesto a Primaria ni la Contribución Inmobiliaria que corresponden por su casa de veraneo en Solís construida en 2016, cuyo plano no fue presentado como obliga la ley”, según posteó el periodista en la red X. Esta situación, muy similar a la de la exministra Cairo, desató diversas reacciones políticas y una muy mala justificación de Arim que vale la pena repasar.

El caso es claro: Arim compró un terreno baldío en Balneario Solís, departamento de Maldonado, en el año 2011. Entre 2015 y 2016 construyó una casa en ese terreno. Según su declaración, la construcción se realizó con los permisos de la Intendencia de Maldonado y del BPS correspondientes. Terminada la casa, nunca realizó el trámite debido que declara el “fin de obra”, según su versión, porque la propiedad tiene filtraciones de agua. Dado que no realizó este trámite está omiso desde hace casi una década por el pago de la contribución inmobiliaria acorde a la propiedad construida y no pagó el impuesto a primaria que correspondía en todos estos años.

La versión de Arim tiene más problemas estructurales que su casa de vacaciones. En primer lugar, que la construcción tenga algunos defectos no era un obstáculo para realizar el trámite de fin de obra y ejecutar luego alguna refacción que no cambia su metraje ni su funcionalidad. En segundo lugar, según declaró el propio Arim, él usa asiduamente la propiedad e incluso la ha alquilado, lo que verifica que la construcción está terminada y en uso. En tercer lugar, dado que lucra con su casa de verano y que está en condiciones de alquilarse, el no haber declarado el fin de obra claramente ha servido para no pagar la contribución y el impuesto a primaria que corresponden por una década aproximadamente.

El caso, en consecuencia, termina siendo muy similar al que provocó la salida de la exministra Cairo, ya que se verifica que por una maniobra fuera de la legalidad eludió pagar impuestos que debió haber pagado. Si la casa se puede usar y la puede alquilar debía pagar el impuesto a primaria. Punto y aparte.

El director de la OPP no puede ser interpelado de acuerdo a nuestra Constitución, pero la oposición tiene el deber de pedir explicaciones en el ámbito parlamentario, en particular, a través de una interpelación al Ministro de Economía para que concurra al Parlamento junto a Arim y comente si puede alquilar una casa por la que paga impuestos de terrenos baldío.

El presidente Orsi, fiel a su estilo, declaró sobre el particular: “No tengo ni idea, si hay necesidad de conversarlo lo conversaremos”. Pues bien, hay necesidad de conversarlo, claramente el director de la OPP está lucrando con una propiedad que no tiene declarada como tal y no paga los tributos que debe pagar por lo que es necesario llamarlo al orden. Los jerarcas públicos deberían ser los primeros en cumplir con la ley para poder tener credibilidad ante los ciudadanos. Si se evaden impuestos durante años después es muy difícil pedirle a la población que cumpla con sus deberes sin que suene a una abyecta hipocresía.

El caso tiene más tela para cortar y sin dudas habrá más noticias para este boletín. La situación, más allá de que Arim haya puesto el énfasis en los trámites que sí realizó, ha dejado en evidencia que evade impuestos y, por lo tanto, debe brindar las explicaciones que corresponde ante el Parlamento si no toma una decisión digna antes.

El país no puede acostumbrarse a que integrantes del gabinete de ministros, y particularmente del equipo económico, no cumplan con sus obligaciones legales y no contribuyan con lo que corresponde con el presupuesto nacional del que son responsables.

Resulta igual de insólito que una ministra de Vivienda no tenga su vivienda con los trámites legales debidos a que el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuestos evada impuestos. No parecen quedar muchos caminos para Arim después de que el presidente Orsi, luego de tomarse un tiempo, tomó la decisión correcta de pedirle la renuncia. No se puede tener dos varas para juzgar situaciones similares o, incluso agravadas en el caso de Arim por obtener beneficios por una construcción que no tiene declarada como la vivienda que efectivamente usa y alquila.

El presidente Orsi probablemente también en este caso se tome un tiempo para sopesar la decisión, pero seguramente termine optando por la coherencia y el respeto que exige la función pública.

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