Walter Macció | Montevideo
@|Hoy no puedo dejar de manifestar mi acuerdo con la columna de Agustín Iturralde: “El reclamo corporativo”, hablando en este caso sobre las jubilaciones profesionales y “... el privilegio del interés corporativo por sobre el interés general”. ...“No es un defecto exclusivo del Frente Amplio... políticos abordados por pequeños grupos organizados que aspiran a obtener regulaciones que les garanticen privilegios”.
Y en otro párrafo, acerca del “Ministro Civila alegremente, definió que no era necesario que trabajen 8 horas diarias y que podían trabajar 6, manteniendo el sueldo tal como reclamaba el sindicato”.
Y volvió a tratar este tema en “Uruguayísima”, el 4 de julio, en donde dice: “... arreglos políticos que cuidan a los grupos garantizándoles algún beneficio a cargo del resto de la sociedad”.
Y más adelante: “¿cómo no vamos a ser caros? si cuando vamos a cada discusión sectorial específica decidimos que es razonable que la sociedad pague un sobreprecio o transfiera de rentas generales para ayudar a este grupo”.
No abundaré sobre la argumentación de Iturralde, pero agrego que esto se arrastra largamente en el tiempo y por período legislativo son infinidad los casos que se pueden mencionar.
Concluyo: “Cómo no vamos a ser caros”.