El Ciudadano | Montevideo
@|Rehén del comunismo.
El directorio comunista del puerto, el PIT-CNT comunista y un Ministro de Trabajo alineado con la izquierda radical, atacan con paros a la empresa privada que modernizó el puerto, sin importar el daño que generan al país.
Transportistas pierden trabajo, productores nacionales sufren retrasos, exportadores ven pérdidas millonarias y los ciudadanos pagan la cuenta, todo en nombre de una ideología que prioriza el enfrentamiento sobre la productividad y la libertad económica.
El liberalismo propone una regla clara, derecho de huelga sí, no al caos. Servicios mínimos, arbitraje rápido, compensaciones a terceros y transparencia tecnológica son la única manera de proteger empleo, inversión y al país.
Uruguay no puede ser rehén de la izquierda radical; modernización, inversión privada y respeto por el trabajo honesto son el camino para defender a los ciudadanos.