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No a la torre

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Mauricio Ribak | Montevideo
@|La pequeña Copacabana uruguaya está en peligro.

La IMM está para aprobar un proyecto de construcción de 2 torres en el padrón del ex Club Banco Comercial (privado) y en un espacio público lindero al mismo.

De concretarse el mismo provocará un daño directo a los vecinos de la zona y dejará un antecedente para eventuales proyectos que por iniciativa privada presenten desarrolladores inmobiliarios en el futuro sobre la rambla montevideana, entre Tomás Basañez y Luis A. de Herrera, entre Marco Bruto y el espacio sobre Kybon, y entre 21 de Setiembre y Bulevar Artigas; construyéndose torres sobre el espacio público frente al río dejando a las actuales viviendas sin el paisaje que hoy día están disfrutando, lo cual forma parte de la calidad de vida de sus ocupantes.

El paisaje debe protegerse jurídicamente por ser un recurso que aporta calidad de vida y también por ser un elemento indispensable para el desarrollo sostenible y determinante en el desarrollo económico del país y finalmente un importante recurso del medio ambiente.

Hoy día es imposible separar la relación del paisaje con la vida de las personas.

El paisaje es necesario en el ámbito espiritual por cuanto su percepción a través de los sentidos provoca sensaciones, emociones y sentimientos altamente gratificantes que lleva a las personas a un estado placentero, reconocido como beneficioso para la salud física y mental.

No hay calidad de vida sin cuidado del entorno natural.

Los seres humanos son parte de la naturaleza y nuestros derechos humanos están interrelacionados con el entorno en que vivimos. Los daños ambientales interfieren en el disfrute de los derechos humanos y el ejercicio de esos derechos contribuye a proteger el medio ambiente y promover el desarrollo sostenible.

El reconocimiento del paisaje como elemento constitutivo de la calidad de vida de las personas, cuya garantía se encuentra a cargo del Estado, debería ser protegido jurídicamente.

El desarrollo sostenible debería conducir al crecimiento económico, a la elevación de la calidad de vida y bienestar social y sin deteriorar el medio ambiente.

La IMM y la Comisión del Patrimonio deberían tomar en cuenta lo anterior.

No estamos en desacuerdo con la innovación ni con proyectos modernos que mejoren la presentación de nuestra ciudad y mostrarla como una ciudad moderna que evoluciona para bien de todos sus ciudadanos.

Si el proyecto que desconocemos es tan bueno y moderno podría ser realizado quizás en el espacio público sobre la rambla montevideana entre Bvar. Artigas y el Teatro de Verano por ej., sin perjudicar a nadie de los habitantes de esta zona. Necesitamos que nos sigan apoyando en www.noalatorre.com

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