Eutanasia (I)

Dr. Jorge Cassinelli | Montevideo
@|Sigo con preocupación el debate sobre el proyecto de ley de eutanasia. No me mueve un rechazo ideológico, sino una inquietud jurídica y ética muy concreta. Esta ley introduce una excepción estructural a la protección penal de la vida humana, legalizando su supresión en ciertas condiciones. Eso rompe con el principio de inviolabilidad de la vida, base de nuestro orden jurídico.

Además, el proyecto crea una categoría de personas “eutanasiables”, como si ciertas vidas perdieran su valor intrínseco. El procedimiento carece de garantías: no exige evaluación psiquiátrica obligatoria, ni intervención de comités éticos independientes, y la segunda opinión médica puede no ser imparcial.

Es especialmente grave que se exonere por completo de responsabilidad a quienes participen, incluso ante eventuales irregularidades. También preocupa que se promueva esta ley sin asegurar primero el acceso universal a cuidados paliativos: sin alternativas reales, la eutanasia puede ser una salida al abandono.

Este tipo de legislación exige más prudencia. Una vez roto el principio, los límites pueden desplazarse, como ya ha ocurrido en otros países. Lo que está en juego no es solo cómo morimos, sino qué valor le damos a la vida y qué sociedad estamos construyendo.