Eutanasia en el bar

@|La excelente columna de Álvaro Ahunchain, me hizo ver la necesidad de reiterar conceptos sobre esa tremenda ley, que olvida muchas cosas y se vende hablando de derechos.

En una democracia, para ser libre, se debe tener la posibilidad de elegir y en éste caso, no se da.

Desde que los cuidados paliativos no están a disposición de toda la población, no hay opción posible, ya que no todos pueden recurrir a ellos, sobre todo en el Interior del país.

Así, además de la posible sedación, tengo mucha prevención sobre la actitud de algunos prestadores de salud, que apuren los trámites, como dice el artículo y, por lo tanto, recurran a lo que es más barato (la muerte) antes que los cuidados paliativos.

¿Cómo se arreglará frente a la Asociación Médica Mundial, abjurar del primun non noccere, a lo que los médicos uruguayos están obligados? ¿Quién decidirá que la muerte es un mal menor, si no hay opciones?

Si no basta todo lo que vimos en Holanda y Bélgica, incluso en seriales de Netflix, hasta que no se aprueben los Cuidados Paliativos para todos los habitantes de la República, esto es una sentencia de muerte.

Por último: ¿cuál es el apuro de sancionar esa ley, cuando hay cosas por la vida que se deberían tratar antes?

Terrible declive de la democracia.