Un trabajador | Montevideo
@|Te afiliaste para defender tus derechos, no para financiar campañas del Partido Comunista.
Cada vez que el descuento sindical baja de tu salario, lo sentís. Es plata que no va al súper, que no va al alquiler, que no va a tu familia. Pero aceptás ese aporte porque creés en la solidaridad, en el respaldo mutuo entre trabajadores. No lo hacés para llenar las arcas del Partido Comunista.
Hoy, mientras vos te rompés el lomo, se investiga el desvío de fondos del SUNCA a campañas políticas del PCU. Plata de trabajadores terminando en actos, propaganda, carteles y estructuras que responden a una lógica partidaria. Y nadie te preguntó si estabas de acuerdo. Nadie te consultó si querías que tu esfuerzo terminara siendo capital político de la izquierda radical.
¿Dónde están los balances? ¿Quién audita a los sindicatos? ¿Quién decide los destinos de tu aporte?
Porque esto no es nuevo. Hay dirigentes que saltan del comité de base al estrado político sin escalas, usando al PIT-CNT como trampolín. Hay cuadros comunistas enquistados en la dirigencia sindical que responden a un partido antes que a los trabajadores. Y si decís algo, te acusan de ser “enemigo de clase”.
¿Hasta cuándo vas a pagar para que ellos jueguen a la revolución? Vos trabajás. Vos transpirás. Vos ponés la plata. Exigí saber adónde va. Porque lo que se desvió no fue solo dinero: fue tu confianza.
No dejemos que usen tu cuota como su caja chica.