Posturas ante la corrupción

La naturaleza humana es frágil, el ser humano no es perfecto, ya se sabe. Esta constatación, sin embargo, no debe habilitar complacencia ni tolerancia. El quid del asunto está en cómo nos plantamos ante la falta y ante el infractor. ¿Tapamos? ¿Protegemos? ¿O analizamos y eventualmente castigamos?

El diputado Lerete del P. Nacional acaba de solicitar la creación de una Comisión Investigadora sobre AFE; el cuerpo la ha votado afirmativamente a pesar de que todo el Frente Amplio votó en contra. Esa postura del Frente es continuación de lo que hizo durante los tres períodos de su gobierno: bloquear cualquier investigación.

Dejando de lado momentáneamente el fondo del asunto, la táctica del Frente Amplio es mala y contraproducente: bloquear una investigación lo único seguro que produce es aumentar la sospecha; el que no tiene nada que ocultar deja tranquilo que se investigue todo. En este caso -así como en otros de otra índole- los dogmas de uso corriente en el Frente obstruyen el razonamiento. R. Sendic formuló una vez uno de esos dogmas; dijo: si es de izquierda no es corrupto y si es corrupto no es de izquierda. Y la sala se vino abajo de aplausos. Todos sabemos cómo terminó Sendic.

La voz cantante en la oposición a que se instalara la investigadora de AFE la llevó el diputado Carballo, de la lista 711, la lista de Sendic. Dijo Carballo que la investigación propuesta era humo electoral. Algún despistado podría pensar que esa reacción es atribuible a torpeza personal del diputado, pero no es así.

Las reacciones del Frente ante sospechas o acusaciones de corrupción han sido siempre, en todos los casos, de proteger al acusado o sospechoso. Lo hicieron por unanimidad con Sendic y hasta hubo quien aseguró haber visto con sus propios ojos el diploma inexistente.

Pero más allá de las miserias y corruptelas, tanto las que hubo en el período pasado de gobierno como en este y que son propias de la debilidad humana, importa comparar las actitudes y respuestas del gobierno pasado y del gobierno actual. No existen asociaciones humanas que sean incorruptibles: la diferencia la hace la actitud para enfrentar la corrupción.

El ejemplo emblemático, que todos recordamos, fue cuando un fiscal se dirigió al presidente que llegaba de viaje y le dijo: “Señor, me tengo que llevar al jefe de su custodia”. El presidente respondió: “llévelo”. Y punto. Compárese este gesto con la actitud del Frente Amplio que no solo no votó para que se abriera una investigadora sobre el uso del Hospital Militar por parte del ahora senador Charles Carrera y su parentela sino que ni siquiera asistió a sus sesiones. De un lado ¡que se investigue todo! Del otro lado, que no se investigue nada porque, como decía Sendic…

Los precandidatos del Partido Nacional cuentan con la gestión de este gobierno como un activo importante para sus respectivas campañas electorales. Está bien, hay paño de sobra. Pero no deben dejar de tomar en cuenta que la actitud de este gobierno de no proteger a ninguno acusado de corrupción no solo es un ejemplo admirable y un activo para la campaña sino que también es un compromiso.

El próximo gobierno también procederá como lo ha hecho este: la ciudadanía puede tener esa tranquilidad; hay antecedentes claros que lo avalan.

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