Killing me softly...

Superada la nostalgia, vale la pena tomarse unos minutos para revisar la salud de nuestra democracia. Roberta Flack con su emblemático “Matándome suavemente con una canción” es una inspiración para ese ejercicio introspectivo. Porque a los orientales de entonces la Independencia les costó bastante más que una cruzada y una declaración en Florida lograr la gesta de hacernos sentir independientes de todo poder extranjero. Sin Rincón, Sarandí e Ituzaingó no hubiera sido posible. Menos aun puedo olvidar “la manito anglosajona” de Lord Ponsomby.

Las fechas patrias así como los símbolos son sagrados. Es saludable no “toquetearlos” mucho. Suponen además ese ejercicio de reflexión sobre cuánto y cómo estamos defendiendo la esencia de esa independencia lograda. Esto es, nuestro sistema de gobierno democrático. Interpelarnos como sociedad si lo estamos defendiendo o lo estamos “matando suavemente” con nuestros actos.

¿Cómo medir ese deterioro?

Hay indicadores:

1-Erosión de las instituciones.

Puede ser por corrupción. No somos los peores de la clase pero en la competencia contra nosotros mismos estamos peor. Fluyen las situaciones de “conflictos de intereses”.

2- Desinformación y Control de Medios.

Es un proceso que trasciende gobiernos pero la era Orsi nos trajo como novedad una insólita contratación en masa de “periodisFAs” en puestos de gobierno. La presión indirecta al resto se da por añadidura y habrá que seguir con lupa cuánto se vulnera la calidad de información oficial que recibirá el ciudadano en un futuro cercano.

3-Polarización es un recurso para el “dividir y reinarás” muy rendidor para ir destruyendo la calidad democrática. La discusión de buen nivel se sustituye por la lógica de buenos y malos. La emoción le gana a la razón y a veces sirve apelar a cualquier recurso pasional o de victimización para desviar la atención. Ej: La provocación del legislador Viera a un colega irascible difuminó la excelente interpelación que estaba protagonizada por el Senador Bordaberry denunciando ilegalidades y destruyendo con razones el crédito político de un Ministro de Ganadería que debió renunciar ese mismo día.

4-Anomia pueblo indefenso ante el delito y un ministro que “tiene un plan” (para el 2026).

5-Desconexión Gobernantes-Gobernados:

Otro síntoma de descomposición es oír a un gobierno que hace gárgaras con la pobreza y el impuesto a los ricos y todas las semanas despilfarra por ej: en “catering” sin sentido o avión para viajar a Minas o compra estancias “mausoleo” etc. Me pregunté si en este día del Comité de Base festejado por el FA habrán hecho algún brindis por el propuesto Impuesto TEMU que consolidó un nuevo e insólito matrimonio entre el gobierno del FA y las cámaras empresariales.

Cuidar la democracia es también cuidar “el bolsillo” de nuestra gente y más en un país donde el peso del Estado y las hiper regulaciones asfixian demasiado al pueblo. No sea cosa que un día a algún jerarca aneuronado se le vaya a ocurrir la desquiciada idea de colocar un mate y una torta frita dentro del escudo nacional.

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