Para muchos compatriotas a las últimas elecciones nacionales no las ganó el Frente Amplio, sino que las perdió la campaña electoral del gobierno de coalición. Cuya vanguardia estuvo a cargo del Partido Nacional. Una investigación de las razones de la derrota -que se ha comunicado es tema en estudio de la dirección de este movimiento político- ha sido la actitud de mano tendida con el Frente Amplio de algunos dirigentes. Dando a entender con la palabra y el gesto, que todo políticamente es lo mismo. Cuando no es así. Actitud amistosa que podría admitirse si enfrente a los republicanos hubiese una columna de personas patriotas y tolerantes, y no los demagogos y amorales que visten y calzan.
La “izquierda” en Uruguay trata de una barra brava inescrupulosa, cuyo proyecto de país es agarrar el Estado para sí, y prenderse como garrapata del cuerpo estatal. Los primeros 100 días de la gestión Orsi demuestran lo dicho. Se citarán ejemplos:
1.- El gobierno no tiene plan, ni rumbo.
2.- El oficialismo sobrelleva una guerra al descampado entre los tupamaros que apoyan al único personaje tranquilizador para la ciudadanía común que es el ministro Oddone y los bolcheviques que detrás del “¿ministro de Trabajo?” Juan Castillo le apedrean al rancho pidiendo -entre otras cosas- un huracán impositivo contra la empresa nacional y el país. En el medio está cautiva la población.
3.- Hay conductas equívocas de moral pública que hacen estruendo, como la de la “¿ministra de Vivienda, etc.?” Cecilia Cairo, que en Montevideo por años no pagó impuestos territoriales respecto a una suerte de barrio privado en el que había construido varias casas junto con familiares. “Renunciada” por el esperpento retornará al Parlamento ¿A la Comisión de Vivienda? La susodicha ha cobrado continuadamente fortunas del Estado, merced a impuestos pagos por los ciudadanos, desde el más pobre al más rico, ¿es admisible que no haya pagado los suyos? Y que siga colgada del presupuesto público…
4.- El Puerto de Montevideo y los demás puertos del país están dirigidos por la Administración Nacional de Puertos. La depredación de comunistas y socialistas aquí ha sido históricamente monumental. Con huelgas y caos lo habían destruido hacia 1990. El actual gobierno designó ahora como vicepresidenta del Directorio a la camarada Alejandra Koch. Lo primero que hizo al asumir como directora ¡lo primero!, fue votar un ascenso para su esposo Ricardo Suárez, para su chofer y al menos tres funcionarios más. Debió “renunciar” de apuro. La mencionada -además con fundamento legal que se desconoce- siendo funcionaria de carrera de la ANP, por lo que cobraba un sueldo, al asumir en el anterior período como directora, pasó a cobrar el sueldo de este cargo, y ¡se mantuvo cobrando el sueldo que tenía como funcionaria común!
La ANP le debe una explicación al país sobre esta suma por años de dos sueldos, por dos cargos en el mismo ente público.
Cerrando, el rector de la Udelar, Rodrigo Arim, que no pagaba por años, el impuesto de enseñanza primaria por una propiedad en un balneario, o los seudo “periodistas” que pasaron en manada a ser empleados en cargos políticos en TV Sodre, suman a que estos primeros 100 días de gobierno frentista, como botón de muestra, sean un botón de pánico.