Nazismo

Albrecht Weinberg cumplirá 100 años en marzo y regresó hace 20 años a vivir en Alemania después de pasar más de 60 en Estados Unidos. "Temo que la historia se repita", declaró.
Como cada año, los actos por el aniversario del Holocausto nos recuerdan hasta dónde pueden llevarnos los mensajes de odio. “La incitación al odio lleva al baño de sangre”, destacaron.
Ochenta años después de su liberación, el lugar que simboliza el Holocausto lucha contra la trivialización y el olvido. Preguntarse qué es Auschwitz no tiene una respuesta sencilla. Tampoco única.
Tras las intensas lluvias que hubo en Colonia la pasada semana, una inscripción nazi que data de 1943 fue descubierta en una vivienda. No es el primer hallazgo de este tipo en la localidad.
Magela compró su casa el pasado mes de diciembre. En enero había hallado una piedra con el número "1943" y el antiguo propietario de la vivienda le había advertido de "unos símbolos".
Tras unas primeras revelaciones ventiladas en la prensa en 1996 sobre su adhesión al partido nazi, y hasta su muerte en 2004 con 93 años, el príncipe Bernardo negó siempre haber militado en la formación de Adolf Hitler.
100.000 obras fueron incautadas en la Segunda Guerra; Emmanuel Macron impulsó desde su llegada al poder en 2017 un trabajo de memoria y una política de restitución.
Hay que leer Es una novela que recrea con una prosa sugestiva el supuesto encuentro entre Hitler y Freud, o más bien entre el niño de 9 años Adolfo Hitler, llevado a consulta clínica por su madre, y el Dr. Sigmund Freud como terapeuta en su consultorio. Los hechos habrían ocurrido en el año 1898, y en la ficción un extravagante investigador montevideano trata de demostrar que este encuentro realmente existió. Por si fuera poco todo está en el contexto del ascenso del nazismo, y de otro misterio: las cuentas bancarias que el padre del psicoanálisis habría mantenido en el extranjero, y que el investigador nazi encargado de hallarlas encontró, pero no delató. Es una buena novela de un autor inquieto, con varios libros publicados en poesía y relatos de viajes. (Espasa)
Historia alemana ionatan was Podrá sonar algo repetido, cansador, hasta un poco trillado. Sin embargo, el estudio de la Segunda Guerra Mundial con sus múltiples derivaciones, cada tanto ofrece una arista nueva que ofrecer. Podría ser el caso testimonial de Brunhilde Pomsel, una de las tantas secretarias del Ministerio de Propaganda, con el imperturbable Goebbels a la cabeza. Muchos años después de consumados los hechos y con la perspectiva del tiempo, traza un relato minucioso, no solo de la historia personal, sino de las cuestiones más relevantes de la vida berlinesa en esos años convulsos. El libro se titula Mi vida con Goebbels, y fue escrito en coautoría con el novelista alemán Thore D. Hansen, quien se tomó el trabajo de recopilar los hechos que la propia Pomsel contó, y que además derivaron en el documental Una vida alemana. Hay seis capítulos titulados de acuerdo a lo medular de cada etapa. Están prologados con la pluma del autor, para ordenar y clarificar ideas. Pomsel nació en 1914, y cuatro años después Alemania perdía la primera guerra. A la inevitable apatía del pueblo —a los ojos de la niña— le siguen los años treinta con todos los cambios, y luego los cuarenta con sus horrores, hasta dar el salto a la vejez, revelando entonces varios enigmas. Sobre una cruz gamada colorada, en la contratapa del libro aparece bien grande: “No sabíamos nada”. Brunhilde Pomsel. Esta frase tan corta, pero a la vez visceral y lacerante, podría ser un buen resumen de mucho de lo que se dice adentro. Tras aquel límite imperceptible cuando ya no hay juicio razonable, sigue luego el efecto rebaño de cumplir ciegamente las órdenes de un líder. El mismo efecto devastador del que alguna vez Hannah Arendt escribiera libros enteros, vuelve a colación aquí. En especial con el famoso discurso de Goebbels en el Palacio de Deportes de Berlín, del cual Pomsel termina recordando: “Gritaban porque creían de corazón en lo que les estaban diciendo. Lo mismo debió de suceder con Jesucristo, supongo. Habrá teorías que explican por qué las personas fundidas en la masa actúan de una manera determinada. Y si luego les pidieran explicaciones, se asustarían de sí mismos”. Pero claro, antes de Hitler y Goebbels y todos quienes les siguieron, y antes de las bombas, y aún antes de todo el horror incomprensible, hubo una Berlín muy diferente. Una Berlín en la que la política apenas interesaba, y en la que los judíos eran gente amiga y respetable. Hasta que un día la cosa cambió. Todo eso lo vivió Brunhilde Pomsel en carne propia, y lo cuenta con candidez y soltura. MI VIDA CON GOEBBELS, de Brunhilde Pomsel y Thore D. Hansen. Traducción de Alejandro Gibert Abós y Franziska Dinkelacker. Lince, 2020. Barcelona, 221 págs.
Luego de Calle Este-Oeste lászló erdélyi Ruta de escape, de Philippe Sands, cuenta una historia de amor nazi entre Otto Wächter y su esposa Charlotte. Otto fue un alto mando de las SS durante el Tercer Reich, gobernador de Cracovia con un rol destacado en la masiva deportación y asesinato de judíos en Polonia, hombre de confianza de Himmler y del gobernador general Hans Frank. Un personaje que en la posguerra fue cazado como criminal y que logró escapar con el decisivo apoyo de Charlotte. Tuvo cierta notoriedad pública; luego quedó en el olvido. Décadas más tarde el abogado y profesor británico Philippe Sands inició una investigación sobre la suerte de la familia de su abuelo, asesinada en Polonia, que derivaría en un libro complejo y brillante, Calle Este-Oeste, muy celebrado. Es una crónica, una indagación y también una novela sobre esos crímenes, como también sobre los juicios de Núremberg. Durante la indagación reapareció el olvidado Otto Wächter. Era el responsable directo del asesinato de la familia de su abuelo. La historia ahora llega con el título Ruta de escape, apoyándose en la misma mezcla de técnicas narrativas, sea novela, crónica o indagación. El resultado es una escritura que renueva, de forma radical, todos los discursos en torno a los crímenes de lesa humanidad. Tanto Otto como Charlotte crecen y se instalan junto al lector; resultan demasiado humanos para ser nazis. Es un libro sobre lealtades de hierro, de gente que no dudaba. De conspiraciones que provocaron millones de muertos. De la ciudad de Roma luego de la guerra, llena de criminales, espías y refugiados, muy bien recreada. Pero lo que sorprende es el fanatismo de Charlotte. El autor tuvo acceso a todas las cartas entre Charlotte y Otto, como también a un hijo que todavía idealiza a su padre. Todos están allí, aportando insumos para entender lo que era pertenecer a esa casta nazi de gente tenaz, fanática, ambiciosa, asesina y de una rapacidad poco común. Tras ver de cerca el horror, y constatar la indiferencia que hoy provoca entre las nuevas generaciones, surge la pregunta: ¿los lectores de Sands serán los últimos que guardarán la memoria?