En este momento de la pandemia todos nuestros esfuerzos se focalizan en la contención del problema. Sin embargo, es importante también evaluar escenarios posibles de recuperación.
Los desafíos del año I de la era pandémica enfatizaron ante la opinión pública el valor de la ciencia. Los científicos fueron algunos de los grandes protagonistas de la respuesta a la pandemia.
La pandemia es, y será hasta que la podamos controlar, causante de grandes pérdidas en vidas humanas, en puestos de trabajo y en valor económico.
Existe un amplio consenso en cuanto a que la mejora de nuestro sistema educativo, en especial a nivel secundario, es indispensable para el desarrollo de nuestro país.
Todas las sociedades se preguntan cómo será el mundo pospandemia.
Hasta hace algunos meses vivíamos con algunas certezas que parecían incuestionables. Una de ellas era que la ciencia avanzaba en forma incontenible. De repente pasamos a vivir una época signada por las limitaciones de la ciencia.
En los últimos años la discusión sobre la enseñanza estuvo dominada por la sensación generalizada de crisis educativa, en especial en el nivel secundario.
Todo cambio de gobierno implica la elaboración de nuevas agendas en las áreas más importantes para el país.
La educación es una de las principales preocupaciones de los uruguayos.
Los uruguayos próximamente tendremos que elegir un nuevo gobierno.