Fitch
La calificadora de riesgo Fitch Ratings emitió un informe sobre Uruguay donde analizó la situación fiscal, los cambios a las metas y el plebiscito que impulsa el Pit-Cnt.
Si como política de Estado fue posible mantener el grado inversor, menos difícil debería ser llevar la calificación crediticia unos escalones más arriba.
CALIFICACIÓN DE DEUDA La calificadora de riesgo Fitch ratificó la nota de la deuda uruguaya en BBB-, es decir el mínimo dentro del grado inversor, con perspectiva “estable”. La nota “está respaldada por un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita relativamente alto, sólidos indicadores de gobernabilidad y fortaleza institucional evidenciada por una respuesta exitosa a la pandemia y finanzas externas sólidas”, afirmó el informe de Fitch.
FITCH El resultado del referéndum -que rechazó la derogación de 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC)- “muestra que el gobierno ha mantenido el apoyo entre el electorado en sus primeros dos años, en parte a través de su hábil manejo de la pandemia, pero queda por ver hasta qué punto puede capitalizar esto para avanzar en las reformas económicas”, señaló en un análisis, el director senior para soberanos de la calificadora Fitch Ratings, Todd Martínez. “El voto para defender la LUC tiene más importancia simbólica que consecuencias políticas directas. La LUC estableció principalmente objetivos de política de alto nivel e hizo algunos cambios institucionales para ayudar a lograrlos (como una nueva regla fiscal y un marco para fijar los precios de los combustibles), que el gobierno podría haber mantenido en cualquier caso. Por sí misma no hizo grandes reformas económicas”, afirmó Martínez.
CLASIFICACIÓN Luego de tres años con la amenaza de perder el grado inversor (había una posibilidad en tres), Uruguay pasó la prueba más compleja, luego que Fitch cambiara la perspectiva de su calificación de “negativa” a “estable” y le mantuvo la nota de la deuda de BBB-, la mínima dentro del grado inversor. “La revisión de la perspectiva de Uruguay a estable refleja su resistencia fiscal a través de la pandemia y la mejora continua de la situación fiscal estructural. Las expectativas fiscales de Fitch han mejorado en medio de un rendimiento superior en los ingresos fiscales, menores costos de endeudamiento y una mayor confianza en los planes de consolidación orientados al gasto de las autoridades. Fitch proyecta que estos desarrollos desacelerarán sustancialmente la trayectoria ascendente de la deuda sobre el Producto Interno Bruto (PIB), con una brecha más estrecha con los pares de calificación que la que se ve antes de la pandemia”, señaló la calificadora en un comunicado.