Los destaques para el gobierno y las advertencias que lanzó una importante agencia

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Fitch.

CALIFICACIÓN DE DEUDA

La calificadora de riesgo Fitch ratificó la nota de la deuda uruguaya en BBB-, es decir el mínimo dentro del grado inversor, con perspectiva “estable”.

La calificadora de riesgo Fitchratificó la nota de la deuda uruguaya en BBB-, es decir el mínimo dentro del grado inversor, con perspectiva “estable”.

La nota “está respaldada por un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita relativamente alto, sólidos indicadores de gobernabilidad y fortaleza institucional evidenciada por una respuesta exitosa a la pandemia y finanzas externas sólidas”, afirmó el informe de Fitch.

Por otro lado, “la calificación está restringida por perspectivas de crecimiento económico a mediano plazo moderadas, afectadas por desafíos de competitividad, una carga de deuda pública por encima de sus pares de calificación y sensible a los movimientos del tipo de cambio, inflación persistentemente alta y flexibilidad de política restringida por la dolarización, la indexación y la poca profundidad financiera”, señaló el reporte.

“El gobierno está comprometido con las políticas para mejorar estas debilidades crediticias, pero enfrenta desafíos para mejorarlas”, añadió.

La calificadora destacó que la “consolidación fiscal” ha sido “mejor de lo esperado: el déficit del gobierno central cayó al 4,3% del PIB en 2021 desde el 5,8% en 2020”. Eso fue impulsado por “ingresos fiscales resistentes que superan el crecimiento del PIB nominal, caídas reales en los salarios públicos y las jubilaciones, recortes a la inversión pública y un estricto control de otras partidas de gasto corriente”, identificó Fitch que proyecta que el déficit caerá a 3,1% del PIB en 2022 y a 2,7% del PIB en 2023.

También remarcó la “dinámica estable de la deuda”, con “la deuda del gobierno central que se redujo al 63,9% del PIB en 2021 desde 66,3% en 2020”.

Fitch espera que la relación deuda/PIB caiga a 60,2% en 2022 debido al fuerte crecimiento, la consolidación fiscal y la continua apreciación del peso.

Pero la calificadora señaló que hay “desafíos económicos a mediano plazo”. Fitch espera que “el crecimiento se desacelere a 3,1% en 2023 y converja gradualmente a un ritmo de tendencia de 2% a partir de entonces. El crecimiento potencial sigue limitado por las tendencias demográficas adversas y los problemas clave de competitividad, incluido un marco salarial rígido, los crecientes desafíos educativos y los altos precios de la energía”.

“El gobierno tiene la intención de aprobar reformas que aborden estos temas, pero queda por ver cuánto progreso puede lograr antes de las elecciones de 2024”, añadió.

A su vez, “la apertura comercial sigue siendo un objetivo del gobierno para mejorar las perspectivas de crecimiento” y si bien “las autoridades están buscando un acuerdo comercial bilateral con el principal socio comercial, China, las perspectivas siguen siendo inciertas debido a la falta de apetito claro por parte de las autoridades chinas”, advirtió Fitch.

“Las autoridades se han comprometido a actuar en prioridades clave, incluidas reformas educativas, una reforma de las pensiones y reformas del mercado de combustibles. Sin embargo, existe una ventana de oportunidad cada vez más estrecha para estas reformas antes de que comience el proceso de campaña electoral”, alertó.

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