Tras la acusación de "oligopolio" efectuada por la Federación Rural a los frigoríficos, el presidente del Instituto Nacional de Carnes quiere elevar el reclamo al Tribunal de Defensa de la Competencia. Le pidió a la gremial que ratifique su postura.
No es la primera vez que los ganaderos acusan a los frigoríficos de actuar en forma oligopólica, pero la denuncia efectuada en la Declaración Final del 92º Congreso Anual, parece haber reavivado la polémica.
En el citado documento, la gremial consideró que "el actual sistema de libre mercado está sesgado hacia un oligopolio de la industria frigorífica. En este marco, en la fijación de precios, el productor tiene nula injerencia. Se le fija el precio de compra, la forma de pago y los ritmos de entrada. Reclamamos el cumplimiento del marco jurídico que regula la competencia". Según la Federación Rural, "en estas condiciones que nos impone la industria es impensable hablar de una cadena cárnica armónica desde que nace el ternero, hasta que los cortes llegan al consumidor", dice la proclama.
Si bien Fratti ya había planteado informalmente en la Junta Directiva del INAC su postura de elevar la denuncia al Tribunal de Defensa de la Competencia, algunos delegados de los productores y de la industria consultados por El País, manifestaron su asombro, al conocer que Fratti había divulgado su iniciativa en un comunicado de prensa. Los sectores deben entregar su postura al INAC el próximo lunes. El jerarca había arremetido contra la industria hace unas semanas. Según dijo en aquella oportunidad, "no se puede hablar de cadena cárnica porque no la hay", sino que "hay que sentarse a discutir cómo se arma la cadena. Nunca hubo cadena, cada eslabón tira para su lado y cuánto más rápido reviente mejor", insistió.
Ahora, no sólo propuso elevar la denuncia de la Federación Rural, sino además, agregar a la misma los documentos que el resto de los miembros de la Junta Directiva deseen presentar y poner a disposición del Tribunal de Defensa de la Competencia, la cooperación del INAC.
Mientras tanto, la Asociación Rural respaldó la iniciativa del Ejecutivo de ayudar al pequeño ganadero, pero quiere que se instrumente un subsidio por cabeza declarada en las existencias de Dicose. De este modo, cada productor recibiría una ayuda financiera adicional que le permitiría resolver la mejor estrategia frente al invierno y salvar los vientres.
Las cifras
10 centavos de dólar por kilo es el subsidio planteado por el Estado por cada vaca manufactura que se envíe a los frigoríficos.
170 mil vientres serían alcanzados por el subsidio oficial. La ARU planteó otra alternativa más beneficiosa al Poder Ejecutivo.