Una semana tuvo que transcurrir para que finalmente el diamante más grande del mundo consiguiera un comprador, pero este pagó US$ 10 millones menos de lo esperado

Una semana tuvo que transcurrir para que finalmente el diamante más grande del mundo consiguiera un comprador. Y es que si bien se pensó que su venta atraería a un gran número de interesados y que alcanzaría un valor mínimo de US$ 70 millones, nada de eso ocurrió en la primera subasta de la piedra de 1.109 quilates, la que, finalmente, fue adquirida en US$ 61 millones, casi US$ 10 millones menos de lo esperado.

Tal fue la dificultad de la casa de subastas Sotheby's por lograr vender el "Lesedi La Rona", que incluso tuvo que organizar un nuevo encuentro para promocionar la piedra, luego de que en su primera edición -del 30 de junio- nadie ofreciera un valor mayor al precio de reserva. Ahora, los compradores tampoco llegaron a esa cifra; sin embargo, la casa de subastas aceptó un menor precio, pese a que otra gema de solo 813 quilates fue subastada en US$ 63,1 millones el 6 de mayo.

COSTÓ US$ 60 MILLONES