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¿Qué pasa con la presión de los impuestos sobre los uruguayos en el gobierno de Lacalle Pou?

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Pago de impuestos en la DGI. Foto: Fernando Ponzetto
Dinero y constancia de la DGI de devolucion en efectivo del impuesto a la renta de personas fisicas, IRPF, en ventanilla de local de cobranza Abitab en Montevideo, ND 20190528, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

INFORME

Según el Boletín Estadístico 2021 de la DGI, se ve "un crecimiento en la relación entre la recaudación bruta y el Producto Interno Bruto (PIB) desde 2017 a 2021, situándose en 19,7% en el último año”.

La presión tributaria (medida sobre el tamaño de la economía) de los impuestos que cobra la Dirección General Impositiva (DGI) aumentó en 2021 por segundo año consecutivo y se ubicó en máximos históricos desde que se tienen registros (1985).

Según el Boletín Estadístico 2021 de la DGI, divulgado ayer, “se observa un crecimiento en la relación entre la recaudación bruta y el Producto Interno Bruto (PIB) desde 2017 a 2021, situándose en 19,7% en el último año”.

En 2016 esta medida de presión impositiva se situaba en 17,8%, saltó a 19,1% en 2017, luego trepó a 19,3% en 2018, bajó mínimamente a 19,2% en 2019 y volvió a subir en 2020 a 19,64% del PIB. En 2021 marcó 19,74% del Producto.

“En 2017 se produjo un salto de nivel en la ratio considerada, respecto al año anterior, atribuible principalmente a los cambios introducidos en el sistema tributario (ley 19.438)”, explicó la DGI.

Ese año, con el Frente Amplio en el gobierno, entró en vigencia un ajuste fiscal que implicó subir tasas del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS), reducir deducciones de ambos y modificaciones en el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE).

Desde ese año, la recaudación de impuestos de la DGI pasó la barrera del 19% del PIB y ahora se acerca al 20% del PIB.

Una de las promesas de campaña del actual presidente Luis Lacalle Pou fue “aflojarle la cincha” a la producción en materia impositiva y mejorar el IRPF y el IASS. En marzo pasado prometió que reduciría el IASS y el IRPF en 2023, si la economía crece más de 3,8% este año. La proyección oficial es de una expansión de 4,5%.

No obstante, hasta ahora esas promesas no se reflejan en los números de la DGI.

En cuanto a de dónde proviene la recaudación de impuestos, según el documento el 17,2% del PIB de ingresos tributarios de la DGI provino del sector privado (empresas y familias) en 2021 mientras que el 2,5% del PIB fue del sector público.

“La evolución de las empresas públicas, muestra una caída en el último año debido fundamentalmente a una disminución de la recaudación del IRAE. Por su parte, la recaudación originada en el sector privado ha sido creciente en casi todos los años observados, en particular en el último año”, afirmó la DGI.

Al analizar la recaudación neta (lo que se cobró por impuestos menos las devoluciones de tributos), “se observa una relativa estabilidad en esta ratio en el entorno de 17% (del PIB) en promedio en el período observado, especialmente en el tramo 2017 - 2021”, indicó el informe. Así, la presión fiscal neta de la DGI fue de 17,3% del PIB en 2021, 17,5% del PIB en 2020, 17% del PIB en 2019, 17,4% del PIB en 2018, 17,2% del PIB en 2017 y 16,2% del PIB en 2016.

El mayor aporte a los ingresos de Impositiva, sigue proviniendo de los tributos al consumo, ya que en 2021 representaron el 11,1% del PIB (de un total de 19,7% del PIB).

En ese sentido, “la recaudación del IVA expresada en porcentaje del PIB muestra un aumento en el último año, atribuible principalmente a un incremento en dicha relación correspondiente al sector privado”, señaló la DGI. Así los ingresos por IVA representaron el 9,3% del PIB, cuando en 2020 eran 9% del PIB y en los dos años anteriores 8,7% del PIB.

En tanto, “la recaudación total del Imesi se mantiene en el último año en relación al PIB (situándose en 1,8%)”, agregó.

En cuanto a los impuestos a la renta “se observa un salto de nivel en la recaudación de estos impuestos en relación al PIB después del año 2016, estabilizándose dicha relación en 7,2% promedio entre los años 2017 y 2021”, explicó el informe.

En 2016 estos tributos representaban el 6,1% del PIB, en 2017 el 7% del PIB, en 2018 7,3% del PIB, en 2019 el 7,2% del PIB, en 2020 el 7,3% del PIB y en 2021 el 7,2% del PIB.

“En la evolución del IRAE respecto al PIB se observa un crecimiento en el último año, situándose en 2,8%”, indicó la DGI. Había sido 2,7% en 2020 y 2019 y 2,8% en 2018 y 2017.

Respecto al IRPF, su presión fue de 3,4% del PIB en 2021, cuando en 2020, 2019 y 2018 había sido de 3,6% del PIB. en 2017 de 3,4% del PIB y en 2016 de 2,6% del PIB.

“Se observa un salto de nivel en la recaudación de la categoría II de este impuesto (rentas del trabajo) en relación al PIB después del año 2016, estabilizándose dicha relación en 3% promedio entre los años 2017 y 2021”, dijo la DGI.

Esta categoría produjo una recaudación de 2,9% del PIB en 2021 (mismo guarismo que en 2017), cuando había sido de 3,1% del PIB en 2020, 2019 y 2018. A su vez en 2016 era 2,3% del PIB.

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