La Confederación de Cámaras Empresariales (CEE), en su balance anual, presentó -entre diversos puntos- sus principales propuestas sobre temas actuales que impulsa, en especial en materia de reforma del Estado, tributos y ámbito laboral que incluye negociación colectiva.

En ese mismo documento, al que tuvo acceso El País, dio a conocer las expectativas de los actores de este sector para el próximo año.

La supergremial ha realizado una serie de propuestas que espera se lleven a cabo en el correr de 2024 o, tras año electoral, en la próxima administración, al considerar que estas demandas responden a políticas de Estado y no de gobierno.

En tal sentido, para hacer más eficiente el Estado, plantea una reforma de la carrera funcional de los empleados públicos (lo que se incluyó en la Rendición de Cuentas 2022, aprobada este año, y en la que entiende hay que avanzar más), una adecuación de la plantilla de estos funcionarios, y modernización y digitalización de procesos y servicios.

En esto último, la confederación señala que no se registran avances significativos.

En materia de política tributaria, el documento propone reinstaurar el ajuste de las pérdidas por inflación en el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE), eliminar el sistema de pago del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por dividendos fictos y reducir la carga tributaria por Impuesto al Patrimonio; todos temas que considera “pendientes” por parte del Estado.

Una de las propuestas que destaca es la eliminación de los llamados “impuestos ciegos”, es decir, aquellos que gravan a todos los contribuyentes por igual, sin tener en cuenta el nivel de ingresos, como ser los impuestos a la producción y al consumo, lo que tampoco se ha instrumentado y en lo que insistirá la confederación.

Asimismo, propone permitir deducibilidad de pasivos en el Impuesto al Patrimonio (la entidad reconoce que hubo algunos avances en ese sentido), eliminar la restricción para deducir gastos en el extranjero en el IRAE cuando la empresa tiene pérdidas (otro pendiente, según la confederación).

Sobre aliviar la carga tributaria a las pequeñas y medianas empresas (pymes), la confederación señala en su informe que hubo avances legislativos, como ser una modificación de la escala de IRAE ficto, la adecuación de franjas y la reducción del anticipo mínimo del IRAE este año. Asimismo se aprobó un decreto de modificación en la exoneración del IRAE para algunos casos.

La confederación insta a incluir las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la legislación vigente sobre “negociación tripartita”. Se incorporaron algunas recomendaciones de la OIT, pero no todas, cuestionó.

También plantea la modernización de la normativa laboral, revisar los mecanismos de descuelgues y secuencia en la negociación colectiva, y contemplar más la heterogeneidad laboral.

“Persiste un bajo nivel de descentralización de la negociación salarial”, dice el informe. También se señala que no se avanza hacia la flexibilización de la jornada laboral, un tema controversial con adeptos y detractores.

Las expectativas empresariales sobre la coyuntura económica son moderadamente mejores para 2024 (es lo esperable en año electoral). En 2023, las expectativas de los empresarios en materia de inflación se ajustaron a la baja, aunque muchos ejecutivos piensan que esta se ubicará por encima del rango meta al cierre de este año y principios del próximo.

En promedio, los empresarios esperan que el tipo de cambio se ubique en $ 41,60. Y la tercera parte, por debajo del $ 41. En cuanto al desempeño empresarial, solo el 35% de los empresarios espera para 2024 un aumento de rentabilidad de la empresa, y el 45% está siendo afectado por diferencial de precios con Argentina. Un dato positivo es que el 75% (es decir, un porcentaje alto) ha incorporado o piensa introducir nuevas tecnologías. Entre los factores a mejorar en clima de negocios, los empresarios destacaron los altos costos laborales y la conflictividad y presión sindical. Como desafío, menos de tres de cada 10 ejecutivos prevé emplear más trabajadores en 2024, tal como adelantó Diego O’Neill, presidente de la CCE, en una rueda de prensa el lunes.

En el documento, la gremial hace énfasis en la necesidad de llegar a consensos y a la cohesión en temas claves para construir políticas nacionales. Esto, sobre todo, en vistas al año electoral 2024 y a un contexto internacional de desaceleración económica, en el que se consolida la reversión de los precios de los commodities respecto a 2022 y se prevé se mantengan estables en el corto y mediano plazo.

El crecimiento de Uruguay estará por debajo del 1% al cierre de 2023, con perspectivas de un rebote al 3% en 2024. El desafío será consolidar ese crecimiento, ya que el Producto Interno Bruto tiene un crecimiento histórico en promedio del 2%.