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Mauricio La Buonora con inversiones por más de US$ 500 millones entre obras y proyectos

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Mauricio Labuonora

EMPRESARIOS PROTAGONISTAS

"Nuestros proyectos nos han llevado a ser el desarrollador más grande de Canelones y uno de los más grandes del país en tan sólo 24 meses”, afirmó el CEO de La Buonora & Asociados Desarrollos.

La Buonora nació en el año 1980; pertenece a la generación de los millenials. Hace 10 años lidera una empresa familiar, junto con su hermano gemelo Federico, que hoy lo tiene en la primera línea de la industria de la construcción. “De chico era muy inquieto; siempre estaba pensando qué negocio podía inventar”, señaló el entrevistado. A temprana edad quería ser arquitecto, pero a los 16 años ya sabía que quería ser emprendedor. Tiene 41 años, está casado con Daniella Cattivelli y tiene cuatro hijos: dos mellizos, Tomas y Bautista (5), Benjamín (2) y Joaquina (3 meses). El golf (6 de handicap) y la navegación son algunos de sus hobbies.

A continuación un resumen de la entrevista que La Buonora mantuvo con El País.

—¿Cómo decidió recorrer el camino emprendedor y dejar atrás una carpintería de obra fundada por su abuelo?
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—De chico comencé a trabajar en la carpintería, una empresa familiar que tiene más de 60 años de actividad, que hoy está dirigida por mis hermanos más chicos junto con Mr. Parquet, empresa dedicada a pisos de madera. Mientras trabajaba en el negocios familiar, comencé una empresa (Urugolf) para sacar a jugar golf a extranjeros que se encontraban en el país, en paralelo organizaba torneos de golf temáticos.Así ahorré mi primer pequeño capital de US$ 4.000 y llegué a Zonamerica, donde pude abrir un gimnasio (Soma). Y seis meses después, ya estaba inaugurando una empresa de catering (Ble), que comenzó como una bizcochería boutique.

—¿Cuándo desembarca en la construcción de casas?

—En 2011, decido, con mi hermano gemelo, comenzar como desarrolladores inmobiliarios y también como empresa constructora. Con la compra de un terreno financiado en La Tahona y un crédito del banco para la construcción, empezó este desafío… nuestra primera casa.

Calas del Yacht reúne cinco torres residenciales, un edificio corporativo y un paseo de compras.

Mauricio La Buonora
Mauricio La Buonora.

—¿Cómo se explica esta nueva etapa emprendedora de desarrolladores?
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—Veíamos que con el mismo esfuerzo y el mismo desgaste que nos implicaba hacer 15 casas, podíamos hacer una cantidad similar de edificios y multiplicar exponencialmente los metros cuadrados. Identificamos una oportunidad de crecer y decidimos seguir nuestro instinto. Dimos un gran salto emprendedor para jugar en las grandes ligas. En ese momento nace Huertas de Los Horneros, un proyecto de 190 casas con desafíos enormes. Para empezar, tuve que arriesgar todo lo que había logrado ahorrar en los últimos 10 años: capital, reputación, acceso a créditos... ¡Y todo esto con hijos chicos! A los dos meses de embarcarnos en este desafío, llega la pandemia, marzo de 2020... Ser emprendedor significa estar dispuestos a tomar riesgos y sentirse cómodos con eso. Lo segundo es saber vivir con la incertidumbre, el fracaso siempre es una posibilidad por lo cual hay que estar preparado para superarlo y empezar de nuevo. En este caso teníamos la total certeza de que había un público que no encontraba en los barrios privados de la zona lo que estaba buscando y que se lo podíamos ofrecer con Huertas, una propuesta diferente a un precio muy competitivo. Las ventas comenzaron en diciembre de 2020, en plena pandemia, con una incertidumbre enorme y un año después superamos los US$ 35 millones de preventa.

—¿Al final, la pandemia impulsó las ventas en los barrios privados?
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—Sí, la pandemia aceleró lo que se venía dando, una migración hacia los suburbios en busca de un nuevo estilo de vida, donde tenemos concentrados nuestros desarrollos. Huertas de Los Horneros, Los Olivos de Los Horneros y Cala del Yacht, son tres de los proyectos inmobiliarios más importantes del país; todos proyectos del estudio Gómez Platero. Con estos tres proyectos, estamos desarrollando distintas formas de vivir. Entendemos lo que está necesitando el mercado y tratamos de ofrecerles proyectos de primer nivel.

Por su parte, los argentinos hace años que vienen buscando este estilo de vida; las distancias no los asustan y están dispuestos a sacrificar unos minutos al día en traslados a cambio de vivir en contacto con la naturaleza, sobre todo por los chicos. De todas formas, en Los Olivos de Los Horneros y en Huertas de Los Horneros, el 95% o más son compradores uruguayos.

—¿Cuál es el monto de inversión entre todos los proyectos en ejecución?
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—Desde 2019 a la fecha, estamos desarrollando proyectos por más de US$ 260 millones de inversión y tenemos otro tanto en emprendimientos que están encaminados. La mayoría de nuestros desarrollos están ubicados entre Carrasco y la zona de Camino de Los Horneros. Nosotros estamos negociando varios proyectos con grupos extranjeros que tienen intenciones reales de invertir en Uruguay. A mi entender, es un momento bisagra en la historia del país y creo que tenemos que cuidarlo entre todos.

“En Los Olivos de Los Horneros estamos cerrando un acuerdo con un colegio argentino de primer nivel académico”.

Mauricio La Buonora
Mauricio La Buonora.

—¿Cómo conciben los proyectos inmobiliarios? ¿Cuál es el diferencial?
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—Uno de los diferenciales es que soy obsesivo de los detalles, planifico cada lugar como si fuera a vivir ahí. Como decía Steve Jobs: “Cuando alguien ama lo que hace, se nota. Cuando no amas lo que haces, se nota aún mas…”. Otro aspecto clave son los equipos que formamos; solo trabajamos con personas y empresas de excelencia, apasionadas por lo que hacen, podría nombrarlos a todos pero son muchísimos profesionales, personas y empresas que le ponen pasión, amor y compromiso a cada proyecto como si fuera el único.

Estoy muy agradecido de las distintas personas que confiaron en nosotros desde el principio y que algunas nos acompañan al día de hoy. Para nosotros es clave tener socios estratégicos de categoría en todos nuestros proyectos. Esto nos ha llevado a ser el desarrollador más grande de Canelones y uno de los más grandes del país en un plazo de tan solo 24 meses.

—¿En qué etapa se encuentra el proyecto Calas del Yacht, que reúne cinco torres residenciales, un edificio corporativo y un paseo de compras en Av. de Las Américas y Av. Racine?

—Cala del Yacht es un enrome y hermoso desafío, en el que estamos trabajando con el Estudio Gómez Platero y el estudio Posadas, Posadas & Vecino. Estimamos que la última semana de marzo estaremos comercializando tanto la primera torre residencial como la torre corporativa. El inicio de las obras está previsto para el segundo semestre de este año. Captamos el interés de personas que hoy viven en edificios ubicados en Punta Carretas y Pocitos principalmente, que están en busca de confort y contacto con la naturaleza, que quieren criar a sus hijos con más verde. Los inversores también son nuestros clientes objetivos, ya que este emprendimiento de alta calidad cuenta con la exoneración en el pago de impuestos a las ganancias sobre el alquiler y además no hay impuesto de transferencia en el momento de la compra. Todas las torres son de 18 pisos y cuentan con unidades de 1, 2 y 3 dormitorios, que van de los US$ 2500 a los US$ 2800 por metro cuadrado. También está prevista una financiación bancaria a 20 años.

—¿Quién se hará cargo de la gestión del centro comercial?

—El centro comercial estará cargo del Estudio Luis E. Lecueder. El Paseo del Yacht tendrá entre 8.000 y 10.000 metros cuadrados y contará con un supermercado, comercios, servicios y locales gastronómicos. Allí también está previsto un cowork y un jardín de infantes.

—¿Cómo percibe el país en los próximos años?

—Soy muy optimista sobre la economía y el desarrollo del país. En la pandemia, la industria de la construcción mostró su fortaleza y fue uno de los sectores que mantuvo encendido los motores de la economía uruguaya. La construcción es una de las responsables de distribuir la riqueza en la sociedad; son muchos los empleos y sectores de actividad que dependen de la industria de la construcción, con buenos niveles de ingresos y un reconocido efecto multiplicador de actividad y prosperidad. Hoy, el sector está en un muy buen momento, con más de 55.000 trabajadores directos en obra.

A futuro, visualizo que va a llegar a Uruguay una corriente cada vez mayor de inmigrantes, con formación y buen poder adquisitivo. Nuestro país ofrece las condiciones necesarias para que ello ocurra. Uruguay tiene un privilegio enorme de tener a personas que están haciendo las cosas bien, tanto a nivel de gobierno nacional como del gobierno departamental. El presidente (Luis) Lacalle Pou está posicionando muy bien al país en el exterior, donde resalta algunas bondades que nosotros damos por sentadas, pero que, en el mundo, son muy demandadas, como la seguridad jurídica, la previsibilidad económica, la falta de conflictos de envergadura. Pero, por el otro lado, el intendente Yamandú Orsi entiende lo que nosotros como inversionistas precisamos y lo que necesitan quienes eligen a Uruguay como lugar de residencia. No me fijo en banderas políticas; me fijo en las personas que hacen las cosas bien.

—¿Y cuáles son sus proyectos a futuro?
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—Como gran desafío estamos trabajando en realizar nuestro propio fondo de inversión, específicamente para el Real Estate, que capte capitales de grandes fondos, por ejemplo de pensión, que piensen en inversiones a largo plazo. Nosotros estamos creando un Land Banking para que esto suceda, que permita proyectarnos a 20 años con desarrollos de gran envergadura que transformen las ciudades en las cuales desembarcamos. Entre manos, tenemos proyectos en Montevideo, Canelones, Punta del Este, Fray Bentos, entre otros. En el proyecto Los Olivos de Los Horneros estamos cerrando un acuerdo con un colegio argentino de primer nivel académico y gran trayectoria, aunque todavía no puedo revelar el nombre. También estamos con más proyectos en la zona de Camino de Los Horneros para los próximos meses.

“La moneda digital es el futuro pero regulando”

”Las criptos es el futuro”, indicó La Buonora para agregar: “El dinero tal como lo conocemos hoy, va a ir desapareciendo; hay que adaptarse al mundo digital. Nosotros vamos a tener que ser vanguardistas en comenzar a transaccional nuestros desarrollos en mucho menos tiempo del que pensamos, aunque se precisa la regulación del Estado y su rol es clave, así como la velocidad con la que se mueva en este tema”.

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