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SITUACIÓN

La apuesta que se viene en los vehículos eléctricos en Uruguay y la caída de incentivos

UTE acelera inversión y llama a privados: destinará más de US$ 5 millones para robustecer la red de carga pública, con conectores distribuidos por todo el país.

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Carga de vehículos eléctricos
Carga de vehículos eléctricos.
Foto: Archivo El País

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Por Pía Mesa
A lo largo de este año, UTE tiene planificado invertir aproximadamente unos US$ 5,5 millones en 124 nuevos puntos de carga (conectores) de vehículos eléctricos. De concretarse este plan, para diciembre de 2023, la red pública de carga pasará de tener 176 conectores a 300, los cuales estarán distribuidos a lo largo de todo el país, con foco en la carga rápida.

Así lo informó la coordinadora del proyecto Redes Inteligentes de UTE, Andrea Tutte, en el marco del Tercer Foro de Movilidad Sostenible organizado por El País.

Según indicó la jerarca, cada punto de carga requiere una inversión de US$ 45.000 y si bien es UTE la que se encargará del financiamiento de los 124 nuevos conectores, ya invitó al sector privado a sumarse a la iniciativa.

En relación a la evolución de consumo de energía por el crecimiento de los autos eléctricos, el 92% de las cargas realizadas en la red pública fueron hechas por taxis y aplicaciones, dado que los vehículos particulares se cargan mayoritariamente en los hogares. Asimismo los ómnibus tienen sus propios puntos de carga.

En ese sentido, la demanda -por parte de los taxis y aplicaciones- de energía asociada a la movilidad eléctrica en la ruta de carga pública, ascendió a un total de 2.015 megavatios hora (MWh) en todo el año 2022. Dicha cifra implicó un crecimiento del 72% en relación a 2021.

Si se analiza la evolución del consumo de energía eléctrica en la red pública de carga en el período 2018-2022, se visualiza un crecimiento sostenido. Mientras que la demanda de energía -medida en kilovatios hora (kW)- en 2018 había sido de 317.122 kW, en 2022 totalizó los 2.015.449 de kW.

En el año 2019, se demandaron un total de 857.591 kW, lo que implicó un 170,4% más que en 2018. Posteriormente, en el año 2020 la demanda fue de 1.039.084 de kW, un crecimiento de 21,2% en relación al año anterior. En tanto, en 2021 el crecimiento respecto al año previo fue de 12,5%, al regis-trar una demanda total de 1.168.730 kW.

En lo que va de 2023, los últimos datos correspondientes al primer trimestre del año, reflejaron que ya se lleva vendido un total de 700.000 kW, por lo que desde UTE estiman que este año el crecimiento será de 50% frente a 2022.

Si se analiza la participación por uso de la red pública, el 80% correspondió al transporte público (taxis y aplicaciones) y el 20% a particulares (incluye flota de empresas). Al desglosar las cifras aún más, se constata que los que más usaron la red fueron los taxis, seguido de los particulares, la flota empresarial y las aplicaciones. Mientras que la flota de los vehículos de UTE y otros del Estado, tuvieron una escasa participación en el total.

Si bien UTE no cuenta con el dato de la cantidad de vehículos eléctricos en circulación en el país, cuenta con los siguientes datos que pueden resultar orientativos: los usuarios activos de la red de carga pública son 1.768, pero se estima que esta cifra es mayor, dado que otras personas y empresas pueden estar cargando sus vehículos solamente en sus hogares o empresas; asimismo, UTE tiene el registro de unos 685 clientes que, habiendo acreditado la compra de un vehículo eléctrico, reciben una bonificación en su factura asociada al Producto Movilidad Eléctrica.

Por otra parte, las cifras publicadas por la Asociación del Comercio Automotor (ACAU), reflejaron que en todo 2022 se vendieron 1.043 vehículos eléctricos 0 kilómetro, lo que implicó un crecimiento del 90,33% en comparación con el año anterior. Y en lo que va de este año (entre enero y marzo), se lleva vendido un total de 351 vehículos eléctricos.

No obstante, desde la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (Auder), Rodrigo Zorrilla indicó a El País que si bien la venta de vehículos eléctricos “viene creciendo año a año” y desean que en 2023 ese comportamiento se mantenga, visualizan una posible caída en las ventas debido al cese de algunos incentivos económicos dados por el Estado.

el dato

Romper el mito de la autonomía

La jerarca de UTE manifestó que la estatal tiene el objetivo principal de “hacer viable la movilidad eléctrica en el país”. Para lograrlo, explicó que uno de los principales pilares es la infraestructura de carga a nivel de la vía pública. “Esa es una de las primeras barreras con la que nos encontramos en el desarrollo de la movilidad, yo lo llamaría: romper con el mito de la autonomía porque en realidad, la mayor parte de las personas que van a tener vehículos eléctricos, van a cargarlos en su hogar y no van a necesitar la red de carga pública”, indicó Tutte. No obstante, dijo que robustecer esta red es fundamental, principalmente para el transporte público y de uso intensivo, donde “se vuelve importante contar con esa red y sobre todo con la confianza” en la misma.

Uruguay y el mundo

El crecimiento sostenido de la venta de autos eléctricos es una tendencia a nivel mundial. Según los datos del Portal Movilidad, la venta de vehículos eléctricos a nivel mundial creció aproximadamente 60% en 2022, tras haber superado los 10 millones de unidades por primera vez.

A nivel regional, si bien no hay cifras generales, “la mayoría de los países registran un aumento en las ventas de este tipo de vehículos”, según dicho portal.

En uno de los países vecinos, Brasil, las matriculaciones de vehículos híbridos, eléctricos e híbridos enchufables mostraron un crecimiento del 41% durante 2022, al comercializarse 49.245 unidades.

Según indicó Tutte, Uruguay “es un país ejemplo” a nivel global dado que “el 95% de la energía eléctrica, salvo condiciones excepcionales proviene de fuentes de origen renovable”, hecho que destacó como “algo único”.

En este sentido, la jerarca de UTE manifestó que en Uruguay, el transporte es el responsable de más del 60% de las emisiones de dióxido de carbono, por lo que “con la matriz energética que ya tiene el país, las posibilidades de llevar las energías limpias al transporte van a impactar directamente en los objetivos de descarbonización”.

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