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El “invitado sorpresa” de la economía y cuáles son las “incógnitas” para el 2022

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Mujer en un supermercado. Foto: Minerva Estudio.
Minerva Studio - Fotolia

INFORME

Inflación y la severidad de la nueva ola de contagios de la pandemia del covid-19 son las grandes preocupaciones para este año.

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En 2021 la inflaciónanual en Uruguay cerró en 7,96% por fuera del rango meta de las autoridades pero la suba de precios no fue un problema solo de Uruguay, sino que fue un escenario compartido por las economías a nivel global y regional en 2021. De cara a este nuevo año, las presiones inflacionarias y la severidad de la nueva ola de la pandemia se posicionan como las principales incógnitas.

A nivel global, en Estados Unidos la inflación subió a 6,8% en noviembre de 2021 en comparación con igual mes del año anterior, lo que significó el mayor registro de este indicador en los últimos 39 años. Asimismo, en la eurozona la suba de la inflación fue la más alta desde 1997, con un Índice de Precios al Consumo (IPC) que escaló al 4,9% interanual en noviembre, según Eurostat. A modo de ejemplo, países como Alemania enfrentaron una tasa de inflación del 5,2% (a noviembre), el mayor registro en casi 30 años.

En la región latinoamericana, Argentina registró una suba de precios a niveles superiores al 50%, en Brasil la tasa de inflación interanual (a noviembre) fue del 11%, en Chile fue de 9,7%, y en México y Paraguay se ubicó en 7,4%.

¿Cuáles son los factores que explican esta suba generalizada de precios en los diferentes países del mundo? ¿Qué se puede esperar de 2022?

Desde Grant Thornton Uruguay afirmaron que la discusión entre analistas en relación a cuáles son las causas detrás de la inflación, ha estado “muy presente en los últimos meses” y se debate entre quienes defienden que las presiones inflacionarias son transitorias y entre quienes afirman que son de carácter estructural.

En este sentido, según indicó Miguel Jiménez González-Anleo, de BBVA Research a El Observador, la economía global superó las expectativas en 2021, con una primera mitad del año “más positiva de lo previsto” debido a la reapertura de los países y los avances en la vacunación contra el covid-19, mientras que en la segunda mitad del año pasado las “disrupciones en las cadenas de valor y la escalada de la inflación” llevó a que el escenario de recuperación fuera más moderado.

No obstante, según el economista de BBVA Research, las últimas semanas “vienen marcadas por el aumento de contagios” de la mano de la variante ómicron y afirmó que “si bien su impacto económico, posiblemente pequeño pero aún incierto, será la historia” de este año.

“A principios de 2021 se preveía una fuerte recuperación global, marcada por la distribución masiva de las vacunas, el continuo apoyo de las políticas monetarias y fiscales, y la moderación de los riesgos financieros. BBVA Research apuntó a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,6% en Estados Unidos y del 4,1% en la eurozona, lo que suponía un rebote importante tras las fuertes caídas de 2020. Sin embargo, los riesgos eran numerosos y la incertidumbre muy elevada, pero estaban ligados al covid-19 y al alza del endeudamiento público y privado tras los estímulos masivos implementados en el año precedente. La inflación era sólo un riesgo más”, explicó Jiménez González-Anleo.

Sin embargo, los resultados de crecimiento para Estados Unidos y la eurozona “superaron las expectativas” cerrada la primera mitad del ejercicio. “Las campañas de vacunación fueron algo más lentas de lo deseado en algunos países, por un mayor rechazo del deseable, pero en general han tenido el impacto esperado sobre la actividad económica y además se ha constatado que las sucesivas olas del covid-19 han tenido un impacto cada vez menor en la actividad”, agregó.

Lo que no estuvo previsto -de acuerdo al economista de BBVA Research- fue “la aparición de la inflación o, al menos, el tipo de inflación que hemos visto a partir de la primavera pasada. En los debates de principios de año, los riesgos inflacionistas se ligaban a los potenciales excesos de demanda en Estados Unidos por los planes fiscales masivos de la nueva administración, que parecían llegar a destiempo, ya que la economía se estaba recuperando rápidamente.

Visto con perspectiva, la realidad es que, los paquetes fiscales se han aprobado con retraso y han sido menores de lo previsto -el segundo corre incluso el riesgo de no aprobarse- y el papel de la política fiscal sobre la inflación es objeto de menos polémica”, explicó. No obstante, el economista puntualizó que “la sorpresa ha sido la aparición de cuellos de botella en la producción de manufacturas, algo que no sólo ha afectado a la inflación, sino que parece haber tenido un impacto no desdeñable sobre el ritmo de la actividad, que se ha desacelerado durante el tercer trimestre del año”. Esos cuellos de botella “no se han visto afectados solamente por factores de oferta”, sino además “por un fuerte rebote de la demanda” y “su sesgo hacia bienes frente a servicios”.

Esos factores, unidos a los problemas en torno a los precios de las materias primas ”han creado la tormenta perfecta de inflación en la que estamos inmersos, sobre todo Estados Unidos, pero también en economías emergentes, y en Europa”, afirmó Jiménez González-Anleo.

Por otro lado, el economista de BBVA Research indicó que “las presiones inflacionistas, aún obedeciendo en gran medida a factores persistentes pero temporales ligados a la pandemia y a la recuperación de la actividad y el empleo”, hicieron reaccionar a los principales bancos centrales, que comenzaron a acelerar sus planes de retirada de estímulos monetarios “para anclar las expectativas de inflación, lo que ha tenido efecto en los países emergentes, inducidos a su vez a subir tipos antes y más rápido”.

La proyección para este año

Desde BBVA Research estiman que finalmente, “el crecimiento económico en 2021 quedará en torno a un 5,6% en Estados Unidos y 5,1% en la eurozona, bien por encima de lo esperado a principios de año”. En el caso de Uruguay, según los resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central (BCU), los analistas esperan que el crecimiento en 2021 será de 4% y de 3,3% este año. Desde BBVA “se espera que siga la recuperación” este año, pero afirmaron que “quedan dos importantes dudas”, por un lado, “la severidad de la nueva ola de la pandemia y su impacto económico, y el ritmo” al que se modere la suba de los precios en las diferentes economías. “De estas dos incógnitas depende el desempeño de la economía global para el próximo año”, indicó Jiménez González-Anleo.

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