Redacción El País
El uso de las criptomonedas toma cada vez más protagonismo en el mercado financiero actual y mientras el Bitcoin-la más utilizada y conocida-aumentó alrededor de un 26%en lo que va del año, Ethereum disminuyó casi un 10%.
Sin embargo, fondos como BlackRock y el polémico World Liberty Financial (WLF), propiedad del presidente estadounidense, Donald Trump, se encuentra acumulando cada vez más Ethereum de forma silenciosa.
Ahora, ¿qué están observando que otros no? ¿será parte de una maniobra especulativa o una apuesta estratégica a largo plazo? La respuesta no es inmediata, sino que lo importante es entender qué rol puede jugar la criptomoneda en el mercado financiero que hoy está comenzando a sembrarse.
Compra
Cuando un activo cae y aún así los grandes actores del mercado continúan comprando significa que algo importante está pasando. Si bien Ethereum no se encuentra en su mejor momento en términos de precio, no impide que otros fondos estén aumentando su exposición en la escena financiera.
Ethereum no es solo una criptomoneda, sino que se trata de la base tecnológica sobre la que funciona una porción importante de todo el ecosistema; contratos inteligentes, plataformas, finanzas descentralizadas y principalmente stablecoins.
Las stablecoins son un tipo de criptomoneda diseñada con el objetivo de minimizar la volatilidad de su valor. En la actualidad, incluso superan a las bitcoins en volumen diario de transacciones y más de un 60% de las stablecoins en circulación están emitidas sobre Ethereum.
Si el sistema financiero tradicional decide tokenizar su dinero,lo que parece solo una cuestión de tiempo, será necesario que opere sobre blockchains públicas. De hecho, según uno de los analistas de la investigadora financiera Fundstat, Tom Lee, los bancos que decidan moverse en ese terreno deberán adquirir Ethereum para sostener su infraestructura.
La posible aprobación de un ETF Spot (un fondo cotizado en bolsa que sigue el precio del bitcoin) de Ethereum que incluya staking podría modificar las reglas de juego actuales. Menos Ethereum disponibles en circulación significa una mayor presión de demanda por parte de institucionales y una nueva opción para aquellos que buscan rendimiento pasivo en el mundo de las criptomonedas.
Ventajas
El mundo financiero en la actualidad suele entusiasmarse con plataformas de blockchain como Solana, Avalanche, Base, entre otras. Sin embargo, la oferta de todas ellas es la misma; incluyen mayor velocidad, menores costos y mejor escalabilidad.
Lo más importante de estas herramientas es la confianza y la adopción concreta, más allá de lo que puedan ofrecer de rendimiento técnico, y en eso, Ethereum tiene ventaja.
A pesar de la caída en su precio, Ethereum lidera en el TVL (que se encarga de medir el valor total de activos depositados en un protocolo de finanzas descentralizadas) y en cantidad de aplicaciones que se usan de forma diaria.
No se trata de la red más rápida pero si la más comprobada. Incluso se registró un importante progreso en uno de los elementos más criticados: el costo de uso.
Soluciones de capa 2 como Arbitrum, Optimism y Base, hicieron que operar en Ethereum hoy sea algo fácil y accesible. Esto es una clara señal de expansión.
Por otra parte, un aspecto clave es la descentralización. Algunas blockchains dependen de fundaciones o grupos de validadores concentrados, mientras que Ethereum mantiene una estructura abierta, comunitaria y que resiste a presiones externas. Este aspecto no se ve reflejado en el precio, aunque es el responsable de brindar estabilidad ante ajustes regulatorios.
Dentro del mundo de las criptomonedas, Ethereum no está de moda ni sigue el ritmo de las bitcoins y esto es una señal positiva. Además de ser una tecnología, Ethereum es infraestructura y hasta puede ser catalogada como la base que sostiene gran parte de la economía digital actual a través de las stablecoins, los avances en escalabilidad y sus esfuerzos por bajar costos sin ceder descentralización.
¿Vale la pena invertir en Ethereum hoy? Si bien no hay una respuesta definitiva y clara para esta pregunta, es necesario reconocer que se trata de un activo subvaluado ante un rol que podría ocupar en un futuro. Debido a su comportamiento y potencial actual, se debe seguir de cerca.
Sistema tradicional
Ethereum se desarrolla y toma impulso en un entorno donde crece la desconfianza hacia el dólar y el sistema financiero tradicional.
Puede ser considerado un activo híbrido ya que no es oro, ni dólar, ni puede endeudarse.
En cambio, es acceso a una red global, programable, descentralizada e incluso ofrece rendimiento a través de staking: un método a través del cual los usuarios bloquean las criptomonedas con el objetivo de mantener su funcionamiento y seguridad.
Esto en un escenario de crisis de deuda o devaluación, esto podría tener un valor mayor al que se registra actualmente. Además, la criptomoneda cobra cada vez más protagonismo entre grandes inversores que observan potencial a largo plazo.
Por otra parte, la relación entre el riesgo y la recompensa que presenta Ethereum es un tanto asimétrica ya que el valor puede alcanzar cero. Sin embargo, los escenarios potenciales planteados arriba lo ubican hasta varias veces por encima de su precio actual.
Diferencias con las Bitcoin
Las criptomonedas están cada vez más presentes en la escena financiera digital y dos de ellas destacan del resto: Bitcoin y Ethereum, que se ganaron la atención a pesar de que conllevan un alto riesgo debido a la volatilidad de sus precios.
Las bitcoins nacieron en el 2009 como un sistema financiero descentralizado y diseñado como una opción fuera del control de bancos y gobiernos. Su expansión y popularidad la convirtieron y consolidaron como pionera del mundo de las criptomonedas.
Por su parte, Ethereum surgió en 2015 con el fin de expandir las capacidades de blockchain más allá de las transacciones financieras. Esta cripto buscaba ofrecer un entorno para construir aplicaciones descentralizadas con mayor flexibilidad y funcionalidad entre los desarrolladores.
A diferencia de la Bitcoin, Ethereum se distingue por su capacidad de ejecutar contratos inteligentes de forma automática, lo que permitió la creación de finanzas descentralizadas y tokens no fungibles. Se basa en utilidad y demanda de su red, lo que termina impulsando su valor.
El momento de mayor auge de Bitcoin fue en enero de 2018 cuando el ratio alcanzó los 12 centavos. Luego de la pandemia Ethereum se recuperó y en agosto del 2022 logró llegar a los 8,5 centavos.
Ethereum ganó protagonismo a partir de la aprobación de su ETF Spot: un reconocimiento de Wall Street que lo convierte en un activo clave del ecosistema digital.
En base a La Nación/GDA