¿En qué consiste la regla 80/20 y cómo puede ayudarnos a mejorar nuestras finanzas personales?

Algunos pocos gastos que parecen insignificantes pueden explicar el 80% de los desequilibrios económicos, por lo que es importante observar con mayor detenimiento nuestros gastos.

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Ahorro. Es el principal motivo que lleva a optar por las promociones. (Foto: Archivo El País)
Inserting a coin into a piggy bank
/Brian Jackson - Fotolia

Redacción El País
Puede resultar difícil creer que nuestros mayores resultados provienen de una pequeña parte de lo que hacemos. Esta idea es conocida como la regla de Pareto o 80/20, lo que significa que el 80% de los efectos son resultado del 20% de las causas o acciones. Si bien esto no es exacto, es parte de una observación que se repite en varios ámbitos: economía, negocios, productividad, y hasta en nuestras finanzas personales. Vilfredo Pareto fue el economista italiano responsable de la regla que observó que el 80% de las tierras en su país estaban en manos del 20% de la población. En esta edición de Finanzas de Bolsillo repasaremos algunos puntos claves para aplicar la regla 80/20 en tu economía personal.

La mayor parte de los gastos se producen durante unos pocos días cuando recibimos nuestro ingreso mensual. Esto hace que caigamos en compras innecesarias e impulsivas hasta que logramos controlar nuestro manejo del dinero y encontramos un equilibrio. Lo importante es saber planificar las compras y los posibles gastos sin recortar el presupuesto.

El verdadero cambio de hábitos radica en enfocar de mejor manera nuestro dinero y entender que no todo esfuerzo rinde igual. Una de las características fundamentales para equilibrar nuestra economía es dejar de medir todo en términos de cantidad, sino comenzar a cuestionarnos el impacto real de nuestras decisiones.

Ingresos

Aplicar la regla 80/20 a los ingresos es parte de un hábito. Los emprendedores, cuentapropistas, freelancers o monotributistas, tienen algo a favor: los ingresos dependen de forma directa en lo que se hace o no, lo que significa que se pueden optimizar. A diferencia de quienes están en relación de dependencia y reciben un sueldo fijo, el independiente puede identificar qué partes de su trabajo generan mayores ingresos y cuáles consumen tiempo y energía.

Calculadora y dinero.
Cuentas y ahorro de dinero.
Foto: Estefanía Leal

El primer paso para reconocer esto es mirar hacia atrás y revisar los ingresos del último mes. Algunas preguntas que podés responder son: ¿Qué servicios o productos te dieron dinero? ¿Cuáles te insumieron horas sin un retorno? ¿Tenés clientes que te generan la mayor parte de tus ingresos? ¿Y otros que te consumen el doble de esfuerzo pero dejan poco dinero? La mayoría de las veces vas a encontrar una tendencia clara: una parte muy pequeña de lo que hacés (el 20% de la regla) explica la mayor parte de tu facturación.

Esto se explica porque hay tareas, clientes o servicios que tienen mucho más peso que otros, aunque no siempre lo parezca habitualmente. En ese caso, lo recomendable es priorizar lo que rinde; esto hace que se mantengan o aumenten tus ingresos trabajando menos.

Gastos

Una de las creencias más comunes es que solemos administrar mal el dinero de todo el mes, de hecho expertos señalan que sólo el 45% de nuestros ingresos son destinados a compras realmente necesarias. Sin embargo, al revisar con atención los movimientos, suele presentarse un patrón: la mayor parte del desorden financiero se genera durante unos pocos días al mes.

Por lo general, los mayores gastos se producen luego de cobrar, durante una jornada de descuentos, o en alguna salida en la que gastamos más de lo que teníamos previsto. Esos momentos de gastos impulsivos, a veces innecesarios o imprevistos, ocupan el 20% del mes, lo que puede explicar el 80% de los desequilibrios económicos personales.

Invertir
Invertir

La clave para equilibrar estas conductas no es recortar todo, sino prevenir los picos de gastos. Por un lado, es fundamental establecer una planificación del dinero y un límite de gasto anticipado para esos días. Limitarnos a usar efectivo en salidas o situaciones en las que estamos predispuestos a gastar de más. También es importante evitar navegar promociones si sabés que pueden terminar en compras impulsivas.

En las inversiones, la regla 80/20 suele ser más evidente ya que una parte muy pequeña de tu portafolio suele explicar la mayor parte de tu rentabilidad. Esta regla nos obliga a mirar nuestro portafolio de manera inteligente y hacernos algunas preguntas que pueden ayudar a organizarnos.

Analizar el mercado a la hora de invertir es fundamental ya que nos permite tomar mejores decisiones pensando a futuro. Si identificamos algunos elementos que pueden estar funcionando, podemos aumentar su aplicación y hacer rendir aún más esa inversión. En estos casos, es importante medir los riesgos; saber a qué clase de dificultades nos podemos enfrentar nos ayuda a invertir mejor.

Ahorros

Cuando pensamos en ahorrar, muchas veces nos enfocamos en los gastos más pequeños: dejar el café, evitar salidas o no pedir delivery. Estos hábitos pueden sumar y debemos realizarlos de forma moderada, pero la realidad es que no son los que hacen la diferencia en el presupuesto final.

Dinero
Más ingresos por reducción de impuestos
Getty images

Aplicar la regla 80/20 al ahorro implica cambiar el foco de estas conductas. Lo importante es observar los gastos significativos que resultan en una capacidad de ahorro sana. Una persona puede pasarse meses evitando gastos pequeños y no observar una diferencia; gastos importantes como el alquiler o compras financiadas con intereses terminan por consumir una parte fundamental de nuestros ingresos.

Ahorrar no se trata de sacrificar hábitos cotidianos, sino que implica saber planificar un presupuesto y ajustarlo a nuestras necesidades de manera inteligente. Lo recomendable para realizar un seguimiento más detallado y adquirir un hábito es ahorrar un 10% de nuestros ingresos.

Ahorrar a largo plazo

A diferencia de lo que solemos creer, ahorrar no se trata solamente de guardar una parte de nuestro dinero, sino que hacerlo rendir a largo plazo también ayuda a alcanzar una estabilidad y mayor rentabilidad.

Por este motivo, una de las formas más recomendadas para hacer rendir nuestros ahorros es el depósito a plazo fijo: una alternativa que consiste en depositar dinero en el banco durante un plazo determinado para que luego se nos reintegre con los intereses generados. Una de las claves a tener en cuenta sobre esta modalidad es que no podremos disponer del dinero mientras esté depositado a ese plazo.

En Uruguay, los bancos proponen tasas de interés mediante distintas opciones de inversión a corto, mediano y largo plazo. Esto se realiza a través de depósitos en la moneda que se adapte más a nuestras necesidades: pesos, dólares o Unidades Indexadas (UI).

Si bien el dólar sigue siendo una de las monedas más tradicionales a la hora de ahorrar, puede presentar inestabilidad en el día a día. Sin embargo, la UI presenta distintos beneficios. Se trata de una moneda local que mantiene el poder de compra ya que aumenta al mismo ritmo que la inflación.

Especialistas destacan la importancia de ahorrar en moneda local ya que es más facil utilizarla en caso de un imprevisto. Por su parte, el depósito a plazo fijo tiene importantes beneficios y es recomendable ahorrar con esta modalidad cuando queremos realizar compras más grandes.

En base a La Nación/GDA

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