El efecto de Uruguay y de los uruguayos en la salida de dólares de la Argentina, algo que complica a Milei

Tras siete años en donde la sostenida devaluación del peso argentino favoreció la llegada masiva de turistas a la Argentina, ahora el escenario cambió desde que asumió el mandatario argentino.

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Javier Milei
Javier Milei
Foto: El País Argentina

La abrupta apreciación del peso argentino frente al dólar reimpulsó los viajes de argentinos al exterior. Solo en el primer bimestre del año salieron del país 3,7 millones de turistas, un crecimiento de 1,6 millones con respecto al mismo período de 2024. Ese aluvión de argentinos en las playas de Brasil, Chile y Uruguay durante el verano refleja dos caras de una misma moneda: por un lado, exhibe la recuperación que registraron en el último año los ingresos medidos en dólares; por el otro, evidencia la magnitud del atraso cambiario en Argentina.

“El proceso de apreciación del peso argentino fue muy abrupto en el último año y en períodos de tipo de cambio real bajo se genera un flujo elevado de salida de divisas por turismo en Argentina”, dijo a El País Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, en Buenos Aires.

“Por ejemplo, antes de la crisis cambiaria de 2018 la salida de dólares por la cuenta de servicios era de alrededor de US$ 3.500 millones por trimestre. La situación actual todavía no llega a esos niveles, pero de continuar con este esquema cambiario, probablemente el déficit de la balanza turística se consuma este año gran parte del superávit comercial”, añadió.

Luego de siete años en que la sostenida devaluación del peso argentino —con los consecuentes precios muy baratos en dólares— favoreció la llegada masiva de turistas a Argentina, el escenario cambió por completo bajo el gobierno de Javier Milei.

Reunion de Atreju
Javier Milei, presidente de Argentina
FILIPPO MONTEFORTE

Lejos del discurso de campaña en que llegó a calificar al peso argentino como “excremento”, Milei implementó desde el inicio de su gestión un régimen cambiario dirigido a frenar la devaluación de la moneda argentina como estrategia para desacelerar la inflación.

Con ese objetivo, el gobierno libertario no solo mantuvo el cepo cambiario, sino que puso en marcha un esquema fijo de depreciación del tipo de cambio oficial del 2% mensual, muy por debajo de la inflación.

Ese régimen de minidevaluaciones, que se redujo al 1% mensual desde febrero pasado, fue atrasando el valor del dólar frente al resto de los precios. De hecho, mientras la inflación acumuló cerca del 126% desde comienzos del año pasado, el tipo de cambio oficial subió casi 30% en el mismo período.

Esas diferentes velocidades provocaron un rápido encarecimiento de los precios en dólares en Argentina, mientras que en paralelo también se registró un crecimiento de los ingresos medidos en la moneda estadounidense, sobre todos de los asalariados registrados del sector privado.

Este escenario propició los viajes al exterior para un segmento de la población argentina. En enero y febrero 3.751.100 residentes argentinos salieron del país como turistas, un salto del 73,7% con respecto al primer bimestre de 2024, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Brasil concentró el mayor caudal de viajantes: hacia allí cruzaron 1.335.700 turistas argentinos, un número que casi duplica al del primer bimestre del año pasado. Otro destino que atrajo a un gran contingente fue Chile. Unos 810.100 viajantes cruzaron la Cordillera de los Andes impulsados tanto por los atractivos turísticos como por la diferencia de precios en indumentaria, calzados y artículos electrónicos, entre otros productos, con respecto a Argentina.

La tendencia al alza también incluyó a Uruguay. En los dos primeros meses del año, cruzaron el Río de la Plata y el río Uruguay 612.500 turistas argentinos, un alza interanual superior al 40%.

En sentido inverso, el salto de los precios internos en Argentina medidos en dólares levantó una barrera que frenó el arribo de turistas desde el exterior. En el primer bimestre del año los viajantes que llegaron al país totalizaron 1.166.900, una caída del 25% con respecto al mismo lapso de 2024. Según el Indec, los uruguayos que viajaron a Argentina en el primer bimestre fueron 99.700, un descenso interanual superior al 50%.

Dólares que se van

Las tendencias cruzadas entre el incremento del flujo de argentinos que se movilizan al exterior y la drástica caída de quienes ingresan al país viene provocando diversos efectos económicos. El más directo es el desvío de consumo que sufren ciudades turísticas de Argentina, en especial aquellas cercanas a las fronteras con Uruguay, Brasil y Chile.

Además de ese impacto, la reversión de la balanza turística implica un nuevo canal por dónde salen divisas de Argentina. De acuerdo a cifras publicadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), en el primer bimestre los gastos por viajes, pasajes y otros consumos pagados con tarjeta de crédito en el exterior ascendieron a US$ 2.052 millones, cuatro veces más que en el mismo período del año pasado.

BCRA.
BCRA. Foto. AFP.
JUAN MABROMATA - STF - AFP - AFP/AFP

“El déficit de la balanza turística es cada vez mayor, y eso es lo que generó las mayores alertas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en medio de las negociaciones con el gobierno argentino por un nuevo préstamo”, dijo a El País el economista Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).

“El temor del FMI es que los dólares del préstamo sean consumidos por el turismo en el exterior o por la fuga de capitales. Esa es la razón por la que pese a que por primera vez Argentina acude al Fondo con las metas fiscales cumplidas, el acuerdo se demora. El FMI es remiso a prestar más dólares si no se revisa la política cambiaria y el gobierno se resiste a hacerlo antes de las elecciones por el posible impacto inflacionario”, explicó.

Desde el gobierno de Milei argumentan que gran parte de los dólares que usan los argentinos para cancelar los gastos de turismo en el exterior no salen de las reservas del BCRA.

La razón que esgrime la Casa Rosada es que el llamado “dólar turista” —aquel que surge del tipo de cambio oficial más un recargo del 30%— cotiza a 1.423 pesos argentinos, por encima de los dólares paralelos.

Con eso, más de la mitad de los gastos con tarjeta fueron cancelados en los últimos meses con dólares adquiridos en los mercados alternativos al oficial, un mecanismo que no implica pérdida de reservas para el Banco Central.

Sin embargo, la mayor demanda de dólares paralelos para cancelar los gastos turísticos en el exterior llevó en los últimos meses a una mayor intervención del BCRA en esos mercados para evitar que las cotizaciones se disparen, lo que en la práctica termina siendo otro canal por donde se pierden reservas.

Riesgos

¿Cuál es el efecto de este “desbalance” turístico? En cualquier caso, la creciente salida de
divisas por los viajes de turismo al exterior (a la que se suma la caída en la llegada de visitantes)es un factor clave en el déficit que ha venido registrando en los últimos nueve meses la cuenta corriente cambiaria, un indicador que marca que en Argentina se consumen más dólares de los que se generan.

Luis Caputo
Luis Caputo, Ministro de Economía de Argentina
AFP

“El ministro (de Economía, Luis) Caputo dejó trascender que se irá a un esquema cambiario distinto tras la firma del acuerdo con el FMI. Probablemente se abandone el actual régimen de devaluaciones fijas por mes y se lo reemplace por otro mecanismo que sea más flexible para evitar que los dólares del préstamo del FMI se pierdan en defender una paridad artificial o en el turismo”, analizó Repetto.

“Sin embargo, todo indica que se avanzará hacia un mecanismo de corrección moderado que le permita al gobierno transitar el período hasta las elecciones parlamentarias de octubre con la mayor tranquilidad posible”, agregó.

El problema es que esa “flexibilización leve del esquema cambiario actual” genera un “riesgo”, expresó el economista. Este riesgo es que “en los meses previos a las elecciones los inversores y ahorristas quieran anticiparse a cambios más profundos que podrían implementarse después de los comicios”, concluyó.

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