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El atraso tecnológico de las empresas uruguayas según el BID

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Un estudio del BID reflejó que el rubro alimentos es el más avanzado del país en la adopción de nuevas tecnologías. Foto: AFP
Picked apples on a conveyor belt
Jevtic/Getty Images/iStockphoto

ESTUDIO

Según la publicación Travesía 4.0: hacia la adopción tecnológica uruguaya del Banco Interamericano de Desarrollo, el uso de tecnologías más básicas es lo “predominante”.

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Hay un retraso en la adopción de tecnologías avanzadas por parte de empresas uruguayas en los sectores alimentos procesados y bebidas, farmacéutica y química, y construcción. Así lo afirma la publicación Travesía 4.0: hacia la adopción tecnológica uruguaya del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El estudio arroja que más del 80% en promedio de las empresas en Uruguay utilizan tecnologías de primera y segunda generación. En la vereda contraria, se señala que solo el 1,2% de las firmas adoptó tecnologías cuarta generación.

No todas las compañías se comportan igual. Dentro de las grandes, es decir, de las que tienen el mayor número de empleados, el 16% adoptó tecnologías 3.0 y 4.0. El porcentaje de implementación se reduce en las medianas (7%) y pequeñas (8%).

Sin embargo, el estudio aclara que “la utilización de tecnologías más básicas sigue siendo predominante en Uruguay, dado que más del 75% de las empresas las adoptan, independientemente del tamaño”.

¿Qué va a pasar en el futuro? Solo el 5% de las firmas dijo que está realizando acciones y el 6% definió planes concretos para la actualización de tecnología. Una vez más, no todas las empresas tiene el mismo comportamiento. Se indica que el rubro alimentos es el más avanzado.

Además, se concluye que “a mayor tamaño” de la compañía, “más acciones de actualización”. El 20% de las empresas grandes implementaron o definieron proyectos en esta materia. En el caso de las firmas medianas lo hizo el 13% y en las pequeñas el 5%.

Diferenciar

El estudio dividió a las empresas en tres grupos. Para la clasificación tomó en cuenta el índice de adopción tecnológica y el índice de dinamismo. En un primer cluster, que se llama Trekkers, están las de mayor atraso tecnológico. Son aquellas que usan “tecnologías de primera y segunda generación y no están tomando ninguna acción concreta para cerrar su brecha tecnológica”. Aquí está el 74% de las empresas uruguayas encuestadas.

Un segundo cluster, que se denomina Alpinistas, incluye compañías donde “predomina la utilización de tecnologías de segunda y tercera generación”. Asimismo están aquellas que están realizando “acciones concretas” para “aproximarse a la frontera tecnológica en los próximos años”. En esta categoría está el 22% de la muestra.

Por último, el tercer cluster, de nombre Cóndores, contiene a las firmas donde predominan las tecnologías 3.0 y 4.0. El grupo tiene el 4% del total de las compañías consultadas.

La encuesta también le preguntó a las empresas cuáles son los obstáculos que se encuentran para innovar. La publicación concluyó que los principales se concentran en factores internos de las firmas. Los que fueron más elegidos fueron la alta inversión inicial y la cultura de la compañía.

Más allá de esos dos principales obstáculos, las empresas Aplinistas “remarcan la falta de recursos humanos adecuados, las limitaciones de escala y la dificultad para estimar los beneficios económicos”. En el caso de las compañías Trekkers “los principales impedimentos son las limitaciones de escala y la falta de financiamiento”.

Un capítulo aparte es la innovación. El estudio afirma que en Uruguay “parecen existir niveles llamativamente elevados” en esta materia. Se explica que más de la mitad de las empresas introdujeron al mercado nuevos productos o procesos en los últimos tres años. El porcentaje es más alto en las compañías de mayor avance tecnológico (cluster Cóndor).

Por otra parte, se estudió cómo está Uruguay en relación a la automatización. Se indica que el 26% de las firmas bajó su dotación de empleados en los últimos cinco años por la automatización de procesos. Ahora, ¿qué va a pasar en los próximos cinco años? El 55% de esas empresas “van a continuar en este sendero en el futuro cercano”.

No obstante, hubo compañías que en los últimos cinco años aumentó el número de empleados por la implementación de nuevas tecnologías. Un 32% de las firmas consultadas tuvo ese accionar. Luego, el 38% se mantuvo estable y el 4% no informó. A su vez, el 70% de los que contrataron o mantuvieron “esperan seguir con la misma dinámica”.

¿Qué pasa en Brasil y Argentina? En la publicación se afirma que al hacer la comparación con esos dos países se observa la “escasa adopción de tecnologías de vanguardia” en nuestro país. Por lo tanto, la industria de Uruguay deberá hacer “importantes esfuerzos” para “converger con los países vecinos en materia tecnológica”. 

Valoran más a las habilidades rutinarias

En línea con la baja adopción tecnológica que presentaron las empresas uruguayas, las habilidades en lo referente a aspectos de tecnología se posicionaron en el estudio como las menos relevantes. Por el contrario, el informe destacó que las firmas nacionales “valoran más las habilidades blandas y rutinarias, a expensas de las habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) y a la interacción con computadoras.

En este sentido, la investigación destacó que mientras que el 55% de las empresas consideran muy importante las habilidades blandas, solamente el 10% ubicaron en ese mismo nivel a las habilidades STEM.

Si se compara esta realidad con lo que ocurre en Argentina, se visualiza que “las empresas uruguayas siguen dando mayor importancia a las habilidades rutinarias”, afirma el estudio. Es que en los últimos dos años, mientras el 65% de las firmas del país vecino valoraron como “muy importante” las habilidades blandas, solo el 55% de las uruguayas las valoró de igual manera.

“Esta tendencia se repite para las habilidades asociadas a las computadoras (43% versus 15%) y para las STEM (24% versus 10%). Solamente esta relación fue inversa en el caso de las habilidades rutinarias (30% para las empresas argentinas versus 45% para las uruguayas)”, añadió el estudio.

Si se analiza qué ocurre en función del sector de la economía, todos le asignaron mayor valor a las habilidades blandas y las rutinarias que a las tecnológicas.

Sin embargo, las empresas del sector farma- químico fueron las que más se inclinaron por habilidades STEM (17% las valora como muy importante), mientras que de forma contraria, el sector de la construcción busca habilidades más rutinarias en sus empleados. Es así que el 49% las definió como muy importante.

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