ESTADOS UNIDOS
Por primera vez desde 2018, la Reserva Federal elevó la tasa de interés.
Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.
Con la mira puesta en combatir la inflaciónmás elevada en los últimos 40 años, la Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos anunció ayer una suba de las tasas de interés de 0,25 puntos porcentuales. Este significó el primer incremento de la tasa referencial desde el año 2018 y un giro desde una política monetaria expansiva hacia una contractiva que ayude a disminuir la cantidad de dinero en circulación y a quitar presión sobre los precios.
Tras dos años anclado en niveles cercanos al 0% -para tratar de mitigar los efectos negativos sobre la economía provocados por el covid-19-, la Fed anunció ayer que el tipo de interés oficial (el cual actúa como “el precio del dinero”) subiría al pasar desde el 0%-0,25% al 0,25%-0,5%.
En un comunicado oficial al término de su reunión de dos días, la Junta de Gobernadores del sistema de la Fed adelantó que prevé varias subas más (hasta seis a lo largo de este año), para terminar 2022 con un tipo de interés en torno al 1,9% (un punto más de lo que preveía en diciembre).
La decisión del regulador estuvo en línea con lo previsto por el mercado, por lo que a nivel local los analistas económicos uruguayos coinciden en que los efectos de una suba de tasas ya habían sido internalizados. No obstante, señalan que la principal incógnita tiene que ver con cuál será el ritmo y la intensidad de las futuras subas.
Los responsables de la Fed también dijeron que esperan empezar a reducir su cartera de deuda soberana estadounidense (bonos del tesoro y otros instrumentos) en el futuro cercano.
“La probabilidad de una recesión este año no es particularmente elevada, por la gran fortaleza de la economía y el vigor del mercado laboral”, dijo en rueda de prensa el presidente de la Fed, Jerome Powell, al ser preguntado si la nueva política restrictiva del ente podía derivar en una contracción de la economía estadounidense.
Powell aseguró que Estados Unidos podrá aguantar sin demasiados problemas este cambio de política por parte de la Fed, y reiteró que lo realmente preocupante en estos momentos es la inflación, que tardará “significativamente más de lo esperado” en regresar a niveles de una cierta normalidad.
Impacto en Uruguay
¿Cómo pueden pegar estos anuncios a nivel local? Los analistas económicos uruguayos afirman que si bien es un cambio relevante, no debería tener efectos significativos.
Según indicó a El País el economista de CPA Ferrere, Martín Cassella, la decisión de la Fed era un hecho que “en buena medida estaba descontado por el mercado”. En este sentido, afirmó que la primera suba de tasas “no debería tener un impacto significativo en la cotización del dólar” en Uruguay puesto que los agentes económicos “ya habían incorporado esta información en sus decisiones”.
No obstante, Cassella señaló que hay un “riesgo latente” de que el ajuste de tasas sea más rápido y de mayor magnitud al esperado, debido a dos factores: por un lado, porque la inflación en Estados Unidos “se encuentra muy por encima de la meta”, y por otro lado, por el fuerte incremento en el precio de algunos commodities (agrícolas y energéticos) como consecuencia de laguerra entre Rusia y Ucrania.
“En ese caso sí podríamos imaginar un empeoramiento de las condiciones de financiamiento y salidas de capitales de los países emergentes como Uruguay, lo cual tendería a fortalecer el dólar”, explicó el economista de CPA Ferrere.
En el mismo sentido, el economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Ignacio Umpiérrez dijo a El País que “la gran interrogante implícita es cuál va ser el ritmo de subas de la tasa de interés”.
En relación a posibles efectos en el dólar y las materias primas, Umpiérrez indicó que mientras que los desequilibrios entre oferta y demanda continúen, los precios de los commodities “tenderán a mantenerse en niveles elevados y continuarán añadiendo presión sobre la oleada de inflación que está golpeando a casi todas las economías del mundo”.
Por lo que en este escenario de “grandes desajustes, el aumento de tasas tendría muy limitado impacto en los precios de las materias primas”. En contrapartida, el economista del CED explicó que “las condiciones financieras en emergentes podrían volverse más restrictivas para combatir la inflación. Ambos factores son consistentes con cierta debilidad del dólar en aquellos países exportadores de materias primas” como Uruguay, dijo.
Por su parte, el economista de PwC, Ramón Pampín, manifestó que la Fed “no juega sola” en determinar la cotización del dólar en Uruguay y señaló que hay una tensión entre tres factores: dos de ellos (efecto “recomposición de portafolios emergentes” y la suba de la Tasa de Política Monetaria uruguaya) que presionan al dólar a la baja y otro (efecto suba de tasas de Fed) al alza. Lo que derive de esa tensión “será lo que determine la evolución del tipo de cambio en el futuro inmediato”, afirmó Pampín.
El presidente de la Bolsa de Valores de Montevideo, Ángel Urraburu dijo a El País que no cree que la suba de tasas de la Fed tenga una repercusión importante en la suba del dólar. “Era un hecho ya revelado, el mercado se adelantó a la suba de tasas y el efecto ya se viene produciendo desde hace dos meses”, explicó.
En la misma línea, el director de Gastón Bengochea y Cía., Diego Rodríguez afirmó que el mercado “ya descontó todos los pésimos escenarios y ya ha internalizado las expectativas de menor crecimiento, de mayor inflación para 2022 y 2023”, por lo que “la gran incógnita” hoy tienen que ver con cómo serán las próximas subas y el accionar de la Fed.
De acuerdo con Rodríguez, el regulador estadounidense deberá manejar el trade off entre llevar la economía a una recesión (a través de una suba de tasas rápida y agresiva) o sostener niveles de inflación más altos y esperar que se modere en los próximos años. [CON INFORMACIÓN DE EFE]
Menos crecimiento, guerra en Ucrania y más inflación
Para 2022, la Fed aumentó del 2,6% al 4,3% la previsión de inflación, a la vez que rebajó la tasa de crecimiento económico del 4% estimado en diciembre pasado al 2,8 %. Mantuvo, sin embargo, su previsión de cerrar 2022 con una tasa de desempleo del 3,5%, y no prevé que este indicador vuelva a subir hasta 2024, cuando lo haría muy ligeramente, en una décima hasta el 3,6%. El banco central estadounidense espera que la inflación se modere el año que viene y caiga al 2,7% (mucho más cerca de su objetivo del 2% anual) y todavía más en 2024 hasta el 2,3%.
En lo relativo al crecimiento, la Fed pronostica una subida del 2,2% en 2023 y del 2% al año siguiente.
La semana pasada se conoció que el Índice de Precios al Consumo (IPC) en Estados Unidos se disparó en febrero hasta el 7,9% -cuatro décimas por encima del de enero-, lo que supone el registro más alto desde principios de 1982. Además de las presiones inflacionarias que ya se venían viviendo desde hace meses, la Fed también citó en su comunicado la invasión rusa de Ucrania, que está causando “tremendos daños humanos y económicos” y que impulsa a que los precios suban todavía más. “La invasión de Ucrania por parte de Rusia está dificultando la recuperación de las cadena de suministro globales, además de generar problemas en la provisión mundial de energía y alimentos”, indicó el presidente de la Fed, Jerome Powell en rueda de prensa.
La decisión de subir los tipos en 0,25 puntos no fue unánime, como es habitual en este organismo, sino que uno de los gobernadores regionales, James Bullard de San Luis (Misuri), se desmarcó y votó en contra al ser partidario de una suba de tasas de medio punto.
¿Cuál será el efecto en el crecimiento mundial?
Según Umpiérrez, la corrección a la baja en las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos “está sustentada en la política monetaria más acomodaticia y los efectos negativos” del conflicto en Ucrania. “Dicha estimación deja implícito dos elementos. Por un lado, las consecuencias del conflicto bélico no deben subestimarse más allá del poco peso relativo de Rusia y Ucrania en el crecimiento global. La economía estadounidense atravesará cierta desaceleración, lo cual mitigará el crecimiento económico mundial”, dijo.