Cómo impactó el retorno de vuelos de cabotaje en Uruguay: más turismo, otros efectos y nuevas frecuencias previstas

El pasado 8 de octubre la operación aérea entre Montevideo y Salto cumplió su primer año desde que Paranair reactivó los vuelos domésticos en Uruguay. En un mercado que llevaba más de una década sin rutas de cabotaje, la conexión no solo logró consolidarse, sino que además modificó la dinámica del turismotermal, del movimiento empresarial y de la conectividad regional.

Al respecto, El País dialogó con el intendente de Salto, Carlos Albisu; el gerente general de Paranair, Jaime Cassola y el director del hotel Altos del Arapey, Juan Bartesaghi.

El intendente de Salto recordó que la aspiración por recuperar la actividad aérea comenzó mucho antes del inicio de las operaciones. “Ya en el año 2020, cuando se estaba eligiendo cuáles eran los aeropuertos del interior, nos juntamos con el presidente (Luis) Lacalle (Pou) y con (el secretario de Presidencia) Álvaro Delgado para decirles que era importante que Salto tuviera un aeropuerto”, señaló.

Destacó que el edificio y la pista quedaron “espectaculares” tras la intervención de Aeropuertos Uruguay, y que la llegada de Paranair confirmó la expectativa de demanda. “Creemos que es un acierto; hoy los números respaldan que era necesario y que había una demanda de los salteños y de la región”, sostuvo.

Foto: Intendencia de Salto.

El intendente subrayó que la ruta impactó en distintos perfiles de usuarios: “Profesionales, empresarios y docentes que dan clases en la UdelaR o en la Universidad Católica van a Salto en avión y los empresarios de Montevideo viajan algunos días para trabajar en el departamento”.

Sin embargo, el mayor salto se registró en el turismo. “Con la tercera frecuencia del domingo les dije (a los ejecutivos de Paranair): ‘les va a quedar chico’. Porque entra toda la parte turística. Llegan el jueves de noche y se van el domingo de tardecita”, afirmó. Según explicó, “el domingo se viaja prácticamente con el avión repleto”, lo que también dinamizó la actividad del jueves.

Vale destacar que Paranair contaba con dos frecuencias Montevideo-Salto los días martes y jueves, pero desde el 21 de setiembre pasado sumó otra frecuencia, la de los domingos.

“Los hoteles tienen vans esperando turistas para llevarlos a Daymán y Arapey; hay satisfacción de los operadores turísticos en general”, indicó Albisu.

En cuanto a infraestructura, Albisu aseguró que el aeropuerto está preparado para el crecimiento. “Es un aeropuerto boutique, muy moderno, con buena señalización y con capacidad de carga”, dijo.

En este sentido, dijo que toda la infraestructura nueva que tiene el aeropuerto abre un abanico más grande de perspectivas. “Estamos en un hub logístico por la entrada de carga paraguaya y por la producción citrícola, hortícola y ovina; hay que empezar a explorar el uso del aeropuerto también desde el punto de vista exportador”, señaló Albisu.

Por su parte, Cassola remarcó que durante este año de operaciones la ruta “ha tenido un comportamiento muy bueno”.

El gerente general de la aerolínea explicó que en la aviación existe un período habitual de maduración para que un nuevo destino alcance niveles de aceptación estables. Sin embargo, en este caso “ha tenido un período de maduración relativamente pequeño”, ya que “el público la aceptó rápidamente”.

También mencionó algunos datos relevantes que se han alcanzado durante el primer año de operaciones: una ocupación promedio de 65% en los vuelos y más de 5.500 pasajeros transportados.

Además, indicó que en en los meses de mayor ocupación de pasajeros (octubre, noviembre y diciembre de 2024 y enero de este año), se llegó al 75% de la disponibilidad total, mientras que en los meses más bajos de operaciones (marzo, mayo y junio de este año) se llegó al 45% de la ocupación total.

Cassola afirmó que estos resultados son “muy elevados para una ruta doméstica en un país que estuvo 12 o 14 años sin vuelos de cabotaje”. Los anteriores habían sido de Montevideo a Salto y Rivera, por BQB, la desaparecida aerolínea de Juan Carlos López Mena.

Ahora, Paranair -que esta semana inauguró un vuelo Montevideo-Rivera) adelantó la decisión de ampliar frecuencias a Salto. “Teníamos previsto incorporar la tercera frecuencia durante el segundo año, pero la ruta maduró mucho antes y entendimos que el mercado necesitaba ese vuelo dominical”, explicó. El efecto fue inmediato: “Esa tercera frecuencia incrementó los factores de las otras dos”.

Respecto al 2026, Cassola adelantó que durante el primer cuatrimestre anunciarán una cuarta frecuencia para Salto.

En tanto, el director del hotel Altos del Arapey dijo que la ruta de Paranair cambió la dinámica del turismo termal y que, en esa línea, la apertura del aeropuerto fue “fundamental”.

También remarcó que la nueva frecuencia de los domingos tuvo un impacto positivo en la llegada de turistas al hotel. “Desde el punto de vista hotelero es espectacular, ya que para el huésped que se va de jueves a domingo es ideal”, indicó.

El vuelo también permitió ofrecer paquetes turísticos más completos. “Poder agregar una forma más de llegar al destino nos acerca muchísimo, armamos todo un paquete basado en llegar y volver por el aeropuerto”, explicó.

Foto: Cortesía Altos del Arapey.

Hacia adelante, el hotel apuesta al mercado brasileño: “Tradicionalmente las termas eran argentinas y uruguayas; el brasileño era marginal. Estamos haciendo una apuesta fuerte para equilibrar ese banco de tres patas”, dijo.

Incluso comenzó a notarse la llegada de turistas internacionales que antes solo recorrían el sur del país. “Vemos que extranjeros —europeos, americanos, chilenos, paraguayos— ya no solo ven Punta del Este; con el vuelo pueden conocer el norte del país”, agregó.

“Para nosotros ha sido espectacular. Apoyamos todo lo que se pueda a la aerolínea porque nos sirve muchísimo, y sería ideal aumentar frecuencias y sumar conexiones con Brasil, Buenos Aires o ciudades del interior argentino”, concluyó.