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¿Cómo impactaron las energías renovables en la economía uruguaya?

La consultora Exante presentó un informe junto al Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Católica.

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Parque eólico de Soriano, molinos de viento, energía eólica
Parque eólico de Soriano.
Foto: Darwin Borrelli

Por Lautaro Brum
Las energías renovables han logrado un gran impacto en Uruguay durante la última década. Desde su implementación, se ha buscado avanzar en la disminución de riesgos energéticos, concretar inversiones que no hubiesen sido posibles sin el desarrollo de esta práctica, grandes exportaciones a nivel internacional, logrando competir con países considerados como los “gigantes energéticos”, sin nada que envidiarle a sus mercados.

Por ello, la consultora Exante realizó un informe sobre el impacto económico en Uruguay de las energías renovables a gran escala. Para lograrlo, tomaron dos períodos: el de 2007-2011 para tener como referencia previa al cambio de la matriz energética en Uruguay, mientras que el otro período fue el comprendido entre 2015 a 2021. Los años excluidos entre ambos períodos no fueron tomados en cuenta debido a que fue el momento de transición de la matriz energética.

Al presentar el informe en una conferencia en la Universidad Católica, Tamara Schandy, socia de Exante, sostuvo que las alteraciones en este mercado se dieron en un escenario en el cual el panorama del mercado eléctrico uruguayo cambió radicalmente, ya que en los últimos 15 años el país duplicó su potencia instalada. A su vez, el mercado cambió su composición de forma drástica, hecho que ocurrió principalmente gracias a que actualmente tres cuartas partes de la potencia instalada corresponden a fuentes renovables y de la mano de ese fenómeno, también se ha generado un cambio importante en la composición de la oferta.

Otro punto clave que señaló la socia de Exante es la interconexión con la región. En ese sentido, indicó que en los últimos años Uruguay pasó a ser un “exportador neto” de electricidad en la región. Si uno toma como referencia el promedio en el período 2015-2021, el 13% de la oferta total de energía se terminó exportando a otros países, según el estudio. Asimismo, Schandy afirmó que Uruguay se ha hecho más eficiente en el consumo de energía.

“Esto quiere decir que consumimos menos energía por cada unidad de Producto Interno Bruto (PIB) que se genera, ya que los hogares también consumen, en términos relativos, menos electricidad. Por lo tanto, cuando uno mira los ratios de consumo en relación al tamaño de la economía, en ambos casos, tanto en el consumo residencial como en el no residencial ha habido una ganancia de eficiencia bastante relevante”, comentó.

Además, con la introducción de las energías renovables a gran escala, se logró un abaratamiento muy significativo del Costo de Abastecimiento de la Demanda (CAD). Schandy dijo que cuando se observa el costo bruto de abastecimiento de la demanda total, se consideran los costos de abastecer el mercado interno y también de producir la energía que se termina exportando. En ese sentido, el costo bruto promedio entre 2007-2011 era de US$ 622 millones (previo a la introducción de energías renovables a gran escala) y se pasó en el siguiente período a US$ 561 millones.

“Eso es una caída del 10% en dólares y en el eje del 30%”, en términos reales, agregó.

Por otro lado, si se incorpora además el concepto del costo de abastecimiento neto en cuanto a la demanda interna, la caída es todavía más pronunciada. El descenso es de 30% en dólares corrientes y de 44% en términos reales, ya que el costo neto en el período previo a las energías renovables alcanzó un promedio de US$ 597 millones, mientras que posteriormente llegó a los US$ 424 millones.

Schandy también destacó que el abaratamiento del costo de abastecimiento de la demanda llegó en forma simultánea por un cambio de composición muy relevante, ya que aparecieron componentes de costos asociados a la compra de energía eólica y fotovoltaica “mucho más relevante” de lo que existía en el pasado, que es mínimo en el período previo a su implementación.

¿Qué pasa cuando se miran estos datos desde la perspectiva del balance de UTE? Desde ese lugar, Schandy señaló que al comparar ambos períodos, se observa una caída del costo de abastecimiento de la demanda bruto del 30% en términos reales y de un 44% del costo de abastecimiento de la demanda neto, mientras que en términos unitarios se alcanzó un 53% en términos reales.

Por su parte, desde el Observatorio de Energía y Desarrollo Sustentable de la UCU, Lorena Di Chiara, su directora, afirmó que, en general, desde que se integraron las energías renovables Uruguay logró un “ahorro significativo”.

Sin embargo, también indicó que previamente el país estaba muy sujeto a “variaciones bruscas” relacionadas al CAD asociado a la hidrología y a los vaivenes del precio del petróleo.

A su vez, destacó que Uruguay pasó de ser un país netamente importador a uno exportador de energía, a pesar de las sequías recurrentes.

Por último, aseguró que desde que se integraron las energías renovables, se ahorraron un total de US$ 741 millones desde 2007 a 2019, mientras que en el período 2020-2022 se ahorraron más de US$ 1.600 millones.

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