FUSIONES Y ADQUISICIONES
La llegada del covid-19 reforzó la necesidad de tener mirada de largo plazo.
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La actividad empresarial uruguaya -y mundial-recibió un duro golpe en marzo de 2020 con la confirmación de los primeros casos de personas contagiadas de covid-19. Lo cambiante de la situación sanitaria y económica, lo impredecible y las decisiones que tuvieron que enfrentar las empresas para mantenerse a flote implicó múltiples desafíos para el mundo corporativo.
Ahora, a casi dos años de convivencia con la pandemia, especialistas económicos afirman que el entramado empresarial logró “aprender sobre la marcha”, cambiar el foco en ciertas decisiones de negocio e inversión y tener una mirada de más largo plazo que les permita hacer frente a cualquier escenario.
En el ámbito de las fusiones y adquisiciones empresariales -que según los especialistas ofician como una especie de termómetro de la salud de la economía-, los analistas económicos afirman que pese a que la actividad logró repuntar, hubo cambios significativos en la forma de hacer negocios.
La economista y socia de Exante, Tamara Schandy explicó que el entorno de la pandemia “trajo algunos desafíos adicionales a la actividad” de fusiones y adquisiciones, sobre todo en lo que respecta a la negociación del valor de las compañías.
“El valor de las empresas depende de su capacidad de generar utilidades en el futuro y el covid-19 le puso un velo de incertidumbre mayor a las proyecciones”, indicó.
De acuerdo con Schandy, en el ámbito empresarial la crisis sanitaria provocó “discusiones sobre qué tan rápida tenía que asumirse la recuperación en los negocios afectados, sobre cuán persistentes iban a ser los recortes de gastos implementados por muchas empresas y también sobre la elección de la tasa de descuento para reflejar adecuadamente esa mayor incertidumbre”.
En los casos en los que las valuaciones (de las empresas) se orientaban por múltiplos de Ebitda (un indicador financiero que mide las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), “también se hizo más discutida la definición de qué años tomar como referencia y cuánta importancia asignarle a la coyuntura de pandemia”, dijo la socia de Exante.
De todas formas, Schandy explicó que “al mismo tiempo la pandemia también trajo aparejada una reducción sustancial de las tasas de interés internacionales y un contexto de muy alta liquidez” lo que favoreció “la vocación de las empresas de comprar otras empresas, porque es factible hacerlo apelando a una buena dosis de financiamiento para la compra”.
Por su parte, los especialistas de Deloitte Legal, Javier Domínguez y Juan Bonet, manifestaron que si bien el año 2020 “puso un freno” a las transacciones de fusiones y adquisiciones empresariales debido a la pandemia, las operaciones que sí lograron concretarse y que siguieron su curso pese a la crisis sanitaria, se caracterizaron por tener un período de debida diligencia (análisis detallado del negocio) y de cierre de la transacción “más lento producto de la pandemia, por el menor personal en oficinas de empresa target, por las restricciones de ingreso al país del personal clave de los compradores o porque determinada información a analizar demoraba más tiempo en obtenerse”.
En este sentido, desde Deloitte Legal afirmaron que en el mundo corporativo “se empezó a aprender sobre la marcha, hasta que todo el proceso de ofrecimiento, negociación, debida diligencia y hasta el cierre pasó a ser virtual”, incluso con “visitas in situ a los establecimientos que se hicieron vía video o drones”, señalaron.
“En un contexto de incertidumbre cobraron mayor foco los proceso de debida diligencia sobre los proveedores y distribuidores de la empresa target para asegurar la continuidad del negocio” luego del cierre de la transacción; “y la posibilidad de rescindir contratos relevantes en caso de escenarios de stress, así como también la calidad de cuentas por cobrar”, manifestaron Bonet y Domínguez.
Asimismo, los especialistas legales de Deloitte indicaron que a causa del contexto de la pandemia “también cobró mayor relevancia un hipotético caso de concurso de una de las partes de la transacción, de existir obligaciones pendientes de ejecución una vez cerrada la operación”, lo que provocó que se revieran “con más detalle las garantías que se otorgan y los mecanismos de ejecución bajo las reglas de un proceso concursal”.
Entre algunas de las decisiones empresariales que se tomaron a nivel estratégico, desde Deloitte Legal indicaron que las compañías involucradas en operaciones de fusiones y adquisiciones, “apostaron por acelerar su transformación digital, adquiriendo compañías del mundo tecnológico”, mientras que “algunos desinvirtieron activos no estratégicos; y otros reorganizaron internamente su grupo societario en búsqueda de eficiencias”.
Por otro lado, Bonet y Domínguez explicaron que el covid-19 “reforzó la necesidad de que las organizaciones tengan una perspectiva a largo plazo y mayor concientización sobre su entorno”.
Esto provocó -y es una tendencia que esperan que continúe en ascenso- “que las compañías empiecen a poner foco en cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) para atraer inversores que busquen alternativas de inversión sustentables”.
Esto último fue también compartido por el socio de Dentons Jiménez de Aréchaga, Nicolás Herrera Alonso quien explicó que “hoy se encuentra sobre la mesa todo lo relativo a sustentabilidad o sostenibilidad”.
En ese sentido, señaló que “cada vez más se escucha hablar de los principios ESG que tratan sobre la responsabilidad de las empresas en el cuidado del medioambiente, la responsabilidad por la igualdad social y los gobiernos corporativos fuertes y responsables”.
Sobre este punto, Herrera Alonso manifestó que “Uruguay tiene potencial para trabajar en todos estos aspectos”, por lo que indicó que “seguramente será un punto más a tener en cuenta por los inversores extranjeros al momento de mirar nuestra región”.
En la misma línea, la socia del estudio Bragard Abogados, Agustina Bomio, señaló que en el futuro próximo se puede esperar “un afianzamiento de los inversores en el mercado uruguayo” de negocios renovables.
“Se espera que continúe la estabilidad económica y que haya mucho más prosperidad y en ese camino creo que hay una búsqueda general de elaborar negocios que sean sustentables y hoy hay una necesidad fuerte de los fondos internacionales por buscar ese tipo de proyectos”.
Entre otros rubros empresariales cuya actividad en términos de fusiones y adquisiciones se consolidó durante la convivencia del mundo con la pandemia del covid-19, el socio de Posadas, Posadas & Vecinos, Tomás Gurméndez mencionó al sector inmobiliario, las energías renovables, consumo y retail y las áreas vinculadas al software.
“Hemos visto varios desarrollos relevantes de real estate así como operaciones con perfil más personal impulsadas por la venida de argentinos a vivir a Uruguay” durante este tiempo, indicó Gurméndez.
La visión de los especialistas.

Tamara Schandy, Exante
La pandemia “trajo algunos desafíos adicionales a la actividad” de fusiones y adquisiciones, sobre todo en lo que respecta a la negociación del valor de las compañías”.

Juan Bonet- Javier Domínguez, Deloitte
Bonet y Domínguez explicaron que el covid-19 “reforzó la necesidad de que las organizaciones tengan una perspectiva a largo plazo y mayor concientización sobre su entorno”.

Nicolás Herrera Alonso
A raíz de la pandemia, en el mundo empresarial “hoy se encuentra sobre la mesa todo lo relativo a sustentabilidad o sostenibilidad” donde “Uruguay tiene potencial”.