Recuerdo que asumió el 1 de diciembre de 2019 y ya hizo su estreno cuando organizamos la Expo Real Estate el 4 de enero del 2020 y en presencia de Lacalle Pou Presidente electo, hizo uso de la palabra.
Luego, a través de modificaciones estatutarias, se prolongó el mandato del citado González, hasta el día de la fecha.
La idea no es trazar un panegírico en el sentido estricto de la expresión, de la tarea de la directiva que encabezó (tarea de equipo), aunque devendrá en algo similar porque hay aspectos que se deben resaltar.
O sea, ha sido una integración muy grupal, donde por encima de reivindicar intereses propios de los promotores en un abanico de amplio espectro, ha habido una conjunción espiritual y afectuosa entre sus integrantes, lo que hace que se haya trabajado en forma más cohesionada y donde primó la confianza.
Seguramente esa actitud de respeto y tolerancia recíprocas, con el sustento de los distintos estamentos de los funcionarios de APPCU, fue determinante para que en este tiempo que se termina, hayamos tenido buenos logros, merecidos por su razonabilidad y que además han repercutido en la inversión en el país y en el abatimiento del desempleo, por mencionar dos aspectos virtuosos de la profesión u oficio que nos ocupa.
Y claro está que también hubo fracasos si es que el término se compadece con lo sucedido o mejor expresado, no lograr algún objetivo planteado.
El fracaso no estriba en que se llegue o no a las metas relativas a que se apuntó; el fracaso está en no emprender la marcha, en no decidir el rumbo; el fracaso está en la vanidad que encierra el temor de no triunfar, la inercia que nos gana por temor a algún resultado no deseado.
Y vaya que, en este largo periplo, esa aureola de fracaso no sobrevino por esta directiva saliente. Al contrario; la característica de humildad que permitía el diálogo fecundo entre todos los involucrados, aconseja todas las audacias, y no hubo vergüenza del posible revés.
Porque, en definitiva, la humildad, que es conocimiento de las limitaciones humanas, lleva de la mano a que por ese camino el perfil de los hombres dibuje siluetas incontestables.
Y dado que cualquier manifestación de esfuerzo humano es un impulso hacia un objetivo que solo puede ser alcanzado parcialmente, debemos concluir que lo que categoriza un afán no es la relatividad del éxito, sino la jerarquía del intento, porque es en él donde se registran las pulsaciones del mérito. Éste está en el camino; en sortear sus escollos, en vencer sus obstáculos, aunque no se llegue, porque, aunque se llegue, nunca se llega del todo.
Evidente norma de convivencia para lograr una adecuada vida de relación es el respeto.
El respeto es por encima de todo una noción moral. El respeto debe considerarse como una contribución forzosa, ininterrumpida y permanente que los hombres se deben entre sí. Contribución sin exclusiones, firme, perpetua, niveladora, a la que nadie escapa en el trance de sus contactos con unos y otros. Es un tributo inherente a la condición humana, del que se es al mismo tiempo deudor y acreedor.
Y ese respeto fue una impronta, en puridad ES una impronta de la gremial, que está muy por encima de disensos y posturas que hasta lucen inconciliables.
Ya ven que no abundé sobre logros específicos, que se han dado en el devenir de estos 35 años de vida y particularmente en este último lustro. Lucen parte de la anécdota. La sustancia viene por otro lado, que fue la que intenté plasmar como última página de una presidencia que se termina.
Asumió la gerencia general de la gremial, el Arq Julio Camarano, con beneplácito general. De mí no se librarán fácilmente..., estoy impuesto en la condición de asesor de la gremial y en esa tarea me encuentro, con el amor indeleble a APPCU y sus socios.
El 1 de diciembre asumirá como Presidente, otro señor, con el sello de la hombría de bien y su talento, ambas grifas impregnadas en una historia jalonada por dichos conceptos. Bienvenido Prof Cr Alfredo Kaplán. Gracias, Ignacio González Vierci.
Y la historia seguirá su curso...