Tras una reunión tripartita de casi tres horas en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), integrantes del Directorio de la empresa Claldy informaron a El País que se encuentran atravesando un proceso de reestructuración, aunque prefirieron no brindar más detalles.
No obstante el dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL), Pedro Toledo, reveló a El País que la reestructura incluye el despido de 50 trabajadores —de un total de 204 empleados directos incluyendo zafrales, según datos de la propia empresa.
De acuerdo con lo que explicó Toledo, la reestructura también incluye “un cambio en las formas de producción y trabajo”, aunque aclaró que la empresa aún no explicó de qué se tratarían esos cambios.
Por su parte, la directora nacional de Trabajo del MTSS, Marcela Barrios, señaló a El País que si bien las autoridades estaban en conocimiento de “problemas y pérdidas” que viene presentando la empresa, les “sorprendió la noticia de la reestructura”.
Barrios sostuvo que la láctea presentó los últimos tres balances financieros durante la instancia de ayer y agregó que el gobierno se comprometió a “monitorear la situación” y “apostar al diálogo”.
El desencadenante de la reunión concretada ayer fue una serie de medidas gremiales adoptadas por el sindicato durante las últimas semanas y la denuncia de malos tratos por parte de altos cargos de la empresa. Toledo resaltó que esta instancia consistió en un primer contacto con la situación actual de la empresa.
El próximo lunes los trabajadores recibirán el proyecto de reestructura de la empresa de forma detallada y formal en una reunión bipartita, mientras que para el martes se espera otra reunión en el Ministerio de Trabajo.
Consultado a propósito de una posible adopción de medidas gremiales, Toledo sostuvo que se buscará generar ámbitos de negociación y evitar el despido del personal.
Otra reestructura
Si bien las cifras que maneja Claldy aún no fueron presentadas al Instituto Cuesta Duarte, Toledo estimó que la deuda actual de la compañía alcanza los US$ 15 millones y agregó que hasta 2023 el pasivo de la empresa se ubicaba en US$ 20 millones.
Ese añola láctea había propuesto efectuar un proceso de reestructura que implicaba unos 70 despidos aunque luego de negociar con el sindicato, algunos trabajadores fueron amparados por el seguro de paro, otros adelantaron su jubilación y otros tantos aceptaron un retiro voluntario con incentivos económicos.
En 2024 la cooperativa presentó un Acuerdo Privado de Reorganización (APR): una herramienta de pago previa al concurso de acreedores. Por este motivo, se retrasó la liberación de fondos correspondientes al Fondo de Reconversión de la Industria Láctea (FRIL) que según explicó la empresa estarían destinados a la tecnificación de las plantas. Una de las últimas inversiones más significativas fue de US$ 2 millones destinada nueva maquinaria.
La empresa
Desde su fundación en 1962, la Cooperativa Lechera Agropecuaria Limitada de Young (Claldy), creció de forma sostenida y conjunta con la cuenca lechera que se formó en las cercanías de esa ciudad, en el departamento zona de Río Negro. El desarrollo de la cooperativa hizo que años más tarde se proyectara al exterior mediante la exportación de quesos, manteca, suero y leche en polvo a países de la región.
Además de la producción de leche, Claldy es reconocida por su elaboración de yogures, postres y quesos. En la actualidad, la empresa recibe entre 100.000 y 140.000 litros de leche diarios y una de sus principales actividades incluye el secado de suero que recibe por parte del grupo francés Lactalis como resultado del cierre de la planta ubicada en la localidad de Cardona, Soriano.
Claldy cuenta con dos plantas: una en Young y otra en Montevideo, esta última es la encargada de distribuir sus productos en la zona metropolitana.
Conflicto sindical
En medio de la polémica por la situación que atraviesa la industria láctea, días atrás el Directorio de Claldy había emitido un comunicado en el que denunciaba un “bloqueo sindical injustificado”, asegurando que “se está bloqueando el derecho a trabajar, a producir y a supervisar”. Asimismo, agregaba que que las medidas sindicales impedían a los supervisores cumplir con sus funciones.
El presidente del sindicato de Claldy, Hildo Rodríguez, había explicado a El País que las medidas aplicadas consistían en la detención de las actividades cada dos horas. El dirigente señaló entonces que el problema inicial se produjo a partir de un mal relacionamiento con el jefe de producción del sector de elaboración de quesos.
Por otra parte, en el comunicado Claldy hizo referencia a que el conflicto con el sindicato comenzó cuando se incorporaron nuevas máquinas a partir de una inversión financiada con recursos del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea. No obstante, el sindicato respondió con otro comunicado que las afirmaciones de la empresa eran “una falta de respeto”.
Esta situación desató un conflicto sindical que convocó a las partes en la reunión de ayer, donde la compañía aprovechó la oportunidad para comunicar la intención del aplicar una reestructura.