Los números del Banco Central (BCU) correspondientes al segundo trimestre de este año -publicados este jueves- son positivos dado que muestran recuperación y expansión de la economía, interpretan el ente estatal y analistas consultados por El País.
Según los datos, en el segundo trimestre del año, el PIB registró un aumento del 3,8% respecto al segundo trimestre de 2023, por encima de lo esperado de acuerdo al Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), que estaba en 3,4%.
De esa forma, la economía creció en promedio 2,2% en el primer semestre de 2024. Y ajustado por estacionalidad, se expandió 2% respecto al primer trimestre del año.
“El crecimiento del segundo trimestre de este año estuvo en línea con nuestra expectativa. En gran medida, el crecimiento interanual se explica por un efecto de rebote estadístico de la sequía de 2023 que se reflejó muy nítidamente en los sectores agropecuario y electricidad, gas y agua, que crecieron a dos dígitos”, afirmó a El País Marcelo Sibille, gerente Senior de Asesoramiento económico y financiero en KPMG, quien destacó en especial la importancia del aumento de las exportaciones.
A su entender, la reducción de la “enorme brecha de precios” que había con Argentina, en comparación con el segundo trimestre de 2023, también habría contribuido a la recuperación del sector comercio, alojamiento y suministro de comidas.
Para el economista José Antonio Licandro, “toda la visión (de los datos del BCU) es positiva”, porque además del índice, los resultados están bastante generalizados. “Uno podría decir que, en buena medida, el crecimiento es por la recuperación del sector agropecuario, que se está recuperando de la sequía, sobre todo la soja, pero es más general”, apuntó a El País.
En ese contexto, Licandro mencionó algunos números negativos, como en la manufactura, “pero es por impacto de la parada de la planta de Ancap, que demoró como siete meses con un mantenimiento muy inusual”, fundamentó.
Por su parte, Ignacio Umpiérrez, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), coincidió en que el crecimiento del PIB en el segundo semestre de este año está en línea con lo esperado en las últimas semanas, aunque levemente por debajo de lo proyectado a fines del año pasado y principios de 2024 (justamente por el impacto de la parada de la refinería Ancap, dijo a El País).
Umpiérrez reconoció no solo la recuperación, sino la expansión de la economía. “La actividad ha tenido expansión en el último año, y aumentó su ritmo de expansión este trimestre”, dijo a El País.
Los economistas consultados resaltaron el buen desempeño del sector agroindustrial, sobre todo de la soja. Umpiérrez sopesó que “durante muchos días hubo gran lluvia, que le siguió a la sequía, y eso le quitó el potencial a la soja, pero igual ese desempeño fue muy bueno”.
También para Nazareno Sánchez, economista de CPA Ferrere, el repunte del PIB en el lapso citado se explicó, en gran parte, por la reversión de los efectos negativos de la sequía. “De esta manera, el sector agropecuario registró un crecimiento del 22,6%, destacándose la mejora en el rendimiento en la zafra de soja 2023/2024. Esta mejora en el sector generó un aumento en las exportaciones (14,4%), con mayores colocaciones de soja, celulosa y carne bovina”, resumió para El País.
El economista de CPA Ferrere hizo foco en la reversión de la sequía también favoreció el sector de energía eléctrica, gas y agua, con una mayor producción de energía hidroeléctrica.
Al igual que Sibille, Sánchez consideró que otro factor que generó mayor dinamismo fue la disminución de la brecha de precios con Argentina. “Dicho factor también se vio reflejado en la caída registrada en el consumo de turistas en el exterior”, agregó.
Inversión
Umpiérrez valoró el tema de la inversión, que había caído a fines de 2023 y se fue revirtiendo en el primer semestre de este año.
El economista observó que luego de una caída del 15% en el tercer trimestre de 2022, se recuperó llegando a crecer 9% en los últimos meses. El buen rebote se debe, básicamente, a nuevos proyectos de inversión privada y a la ejecución de los proyectos público-privados que son “potentes” -afirmó- en 2024.
Varios analistas esperaban que, al término de las obras de UPM2 y del Ferrocarril Central, hubiera caída en la inversión, pero otros sectores lo compensaron en buena medida.
Al respecto, Licandro comentó: “La inversión me llamó la atención. Lo importante es que la formación de capital fijo, que es la inversión nueva, creció muy poco -0,1%-, pero creció. Yo esperaba que siguiera negativo. Era difícil repetir las cifras de los años anteriores en los que había impacto de UPM2 y del Ferrocarril Central. A pesar de que esas grandes inversiones ya no están, la inversión en maquinarias y equipos no cayó”.
“Esto es consistente con la visión positiva que muestra cualquiera de las encuestas que se han publicado sobre los empresarios”, acotó.
Exportaciones
Las exportaciones de bienes y servicios han crecido. “Esto se vincula al aumento de la producción de soja y celulosa, pero también a las exportaciones de servicios no tradicionales, como de comunicación y globales de informática”, dijo Umpiérrez.
“Las exportaciones son las que han liderado por amplio margen el alza interanual, de la mano de la planta de celulosa UPM2 y las ventas de un mayor volumen de soja”, afirmó Sibille.
Licandro, por su parte, observó que el sector exportador, que generalmente señala el atraso cambiario, debería mirar bien este “dato irrefutable”, afirmó.
Proyectan alza del PIB entre 3% y 3,5%
En términos de proyecciones, Sibille, de KPMG, señaló que: “Cuando se disipe el efecto del rebote estadístico, quedará por ver si finalmente la economía puede lograr un aumento sostenido en la tasa de crecimiento económico. Por el momento, estamos manteniendo la proyección de crecimiento de 3,3% que teníamos para todo el año 2024, la cual revisaremos en los meses próximos conforme vayan surgiendo nuevos datos de la coyuntura”.
Umpiérrez, del CED, proyectó un crecimiento del 1% desestacionalizado para el segundo semestre del año, lo que llevaría al cálculo de 3% al cierre de 2024. Esto es similar a las proyecciones del BCU y del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en febrero.
Licandro se mostró algo más optimista al proyectar un alza de entre 3% y 3,5% este año. “Viendo los números, me inclino ahora más por el 3,5%, hay que ver cómo sigue”, dijo.
De su lado, en CPA Ferrere esperan, para el segundo semestre de 2024, mayor dinamismo de la mano del crecimiento de los ingresos de los hogares, la continuidad en el crecimiento de las exportaciones y una menor fuga de consumo a la región. “Por el lado del contexto internacional, pensamos que este se volverá menos adverso ante la relajación de la política monetaria en las principales economías avanzadas y, particularmente, los anuncios de política monetaria que realice la Reserva Federal (Fed) en su próxima reunión”, dijo Sánchez.
“No obstante, el menor dinamismo de China resta impulso a la demanda externa y a los precios de los commodities. Finalmente, la inestabilidad regional sigue siendo fuente de preocupación”, matizó sin precisar cifras en las proyecciones.
Cabe aclarar que el crecimiento del PIB proyectado, que coincide bastante entre 3% y 3,5%, incluye el efecto rebote, por lo que, si se realiza un cálculo de los dos últimos años, es decir 2023 y 2024 juntos, Uruguay se mantendría dentro de su nivel de crecimiento histórico promedio del orden del 2%.
Subió gasto de consumo del gobierno y de hogares
El Gasto de Consumo Final de Uruguay creció 1,6% en el segundo trimestre de este año, en comparación con el mismo período de 2023, señala el informe del BCU.
Observando los componentes del Gasto de Consumo Final presentado, se nota un incremento interanual del gasto de consumo final del gobierno de 4,4% y, por su parte, el aumento del gasto del consumo final de los hogares fue de 0,9%.
El informe del BCU muestra que, en el primer caso, el incremento se vincula principalmente al mayor gasto en servicios de educación, por estar asociado a una mayor cantidad de días de clase en ese lapso. En el caso del consumo final de los hogares, se destaca la incidencia positiva del gasto en vehículos y otros bienes de consumo importados, que fue parcialmente contrarrestada por reducción del gasto de turismo en el exterior del país, según los datos del BCU.
Hubo mayor inversión en energía y puertos
En el sector de la construcción, que en el segundo trimestre de este año se mantuvo en guarismos similares al mismo período de 2023, se registró una mayor inversión en líneas de energía, obras portuarias y plantas eléctricas. El BCU plantea que esas inversiones fueron parcialmente contrarrestadas por un menor dinamismo en la construcción de edificios, debido principalmente a la finalización de la construcción de la tercera planta de pulpa de celulosa (UPM2). Del mismo modo, en otras construcciones, se observó una menor inversión asociada a la construcción del Ferrocarril Central, muestra el informe del BCU.
En la demanda interna del país, se produjo en el segundo trimestre del año una caída de la formación bruta de capital, explicada por una desacumulación de existencias en ese lapso.
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