La startup uruguaya Open Investments se prepara para lanzar la primera plataforma de créditos en América Latina diseñada íntegramente sobre inteligencia artificial. El lanzamiento está previsto para fin de año y apunta a transformar el acceso al financiamiento, mejorando la experiencia y eliminando la necesidad de sucursales físicas, empleados u oficiales de crédito.
El proyecto, liderado por Marcelo Bretón y Gabriel Esteves, se apoya en dos pilares principales: por un lado, un sistema completamente digital y automatizado, sin intervención humana. Por otro, tasas más bajas que las ofrecidas por cooperativas y financieras, actores predominantes en el mercado fuera de la banca tradicional. La reducción de costos y la personalización mediante IA son los factores que permiten alcanzar ese objetivo.
La innovación no se limita a la digitalización del servicio. “Desde la bienvenida del cliente hasta el scoring crediticio, pasando por el procesamiento en back-office, cada instancia se realiza mediante inteligencia artificial. Este enfoque permite ofrecer un producto competitivo tanto en costos como en agilidad de respuesta”, señaló Marcelo Bretón.
La propuesta está enfocada inicialmente en el sector de créditos al consumo. En este segmento, la plataforma se posiciona entre dos extremos: los créditos tradicionales de los bancos —generalmente reservados para clientes históricos— y las financieras clásicas, que suelen ofrecer tasas más elevadas.
La atención al cliente es otro punto central. La plataforma de Open Investments no busca limitarse al momento de la captación, sino acompañar al usuario durante todo el ciclo: desde la solicitud inicial hasta la postventa.
Un Chat GPT para préstamos
La interacción es ágil y sencilla. Al igual que en ChatGPT, la experiencia comienza con una conversación sobre las necesidades de financiamiento, la cual puede ser escrita o con voz. Luego continúa con la solicitud y el cálculo de una tasa personalizada en función del perfil crediticio del cliente, incluye controles biométricos estrictos para prevenir fraudes y culmina con el desembolso en un plazo máximo de 24 a 48 horas.
El usuario puede escribir, hablar o enviar mensajes grabados, y el asistente virtual responde en texto o audio. El sistema además guía al cliente para corregir errores o completar información faltante.
La plataforma incorpora también funcionalidades de seguimiento. Los clientes pueden consultar el estado de su crédito, los intereses aplicados o las consecuencias de un eventual atraso en los pagos. “El objetivo no es solo ofrecer créditos más competitivos, sino también mejorar la experiencia financiera a través de la tecnología”, explica por su parte Gabriel Esteves.
Un diferencial adicional es el módulo de educación financiera, integrado a la plataforma. Este espacio brinda información clara sobre tasas de interés, límites legales, impacto de la morosidad y diferencias entre tasas nominales y efectivas, entre otros conceptos. “El propósito es que el cliente comprenda cómo funciona el crédito y pueda tomar decisiones responsables”, agrega.
El desarrollo se respalda en un equipo de asesores especializados en Fintech, fiscalidad y regulación, y cuenta con el apoyo de Tredan Capital, fondo que impulsa startups en la región. En cuanto a la protección de datos, la empresa trabaja con proveedores internacionales como Google bajo acuerdos de manejo y resguardo de información, asegurando confidencialidad y cumplimiento normativo.
Lanzamiento y expansión
Actualmente, el proyecto se encuentra en la etapa final de desarrollo, y su lanzamiento está previsto para fin de año. Según los desarrolladores, Uruguay funciona como un mercado piloto ideal, debido a su alto nivel de bancarización y educación financiera, que favorecen la adopción de un producto innovador con estas características.
Por otra parte, es un modelo que resulta fácilmente escalable a otros países, ya que la tecnología requiere únicamente ajustes de código y adaptación a la normativa local. De hecho, la proyección de Open Investments es iniciar operaciones comerciales en Uruguay y consolidarse en 2026, para luego expandirse a otros países de América Latina.