Secretos de una megaobra de 45.000 metros cuadrados, un centro dentro del Centro de la ciudad

En el corazón de Montevideo, en una manzana estratégica delimitada por las calles Ejido, San José, Aquiles Lanza y Soriano, se erige una estructura monumental que promete ser mucho más que un nuevo complejo en el paisaje urbano. Se trata de Brusco, el proyecto insignia de la desarrolladora inmobiliaria Ixou, una iniciativa de una escala tal que su propio nombre es una declaración de intenciones. Su objetivo: generar un "cambio brusco" en una zona neurálgica, revitalizándola con una propuesta que fusiona apartamentos con excelentes prestaciones, oficinas de vanguardia y un vibrante espacio público.

El proyecto, cuya finalización está prevista para mayo de 2026, es la culminación de una visión que Ixou ha venido consolidando en Montevideo. La desarrolladora ya había dejado su huella en Barrio Sur con un plan de regeneración que incluyó cinco edificios.

“Lo que nos propusimos fue cambiar la forma en la que se propone vivir en la zona con apartamentos de altísima calidad”, explica Gino Di Stasio, gerente comercial de Ixou, sobre aquella experiencia. Ahora, ese mismo ímpetu se concentra en una sola manzana del Centro.

“Entendemos que, a partir de este hito, que es la construcción de este ecosistema urbano, como le llamamos, va a haber un cambio brusco en la zona. Un cambio buscado”, afirma Di Stasio.

Santiago Chaer

Un ecosistema abierto a la ciudad

La característica más disruptiva de Brusco es su permeabilidad con el entorno. Lejos de ser una fortaleza privada, el proyecto cede 1.200 metros cuadrados de su planta baja para crear una plaza pública que conectará las calles circundantes mediante una cruz peatonal. Este nuevo paseo, que será abierto a la ciudad, será el corazón del complejo.

“La ciudad entra a Brusco, la trama urbana se mete al predio y va a dejar de ser un lugar privado cuando el edificio esté terminado”, detalla Di Stasio. Este espacio albergará una cuidada selección de seis propuestas gastronómicas del grupo argentino Abridor, además de ser un catalizador para actividades culturales y artísticas. La idea es que se transforme en un nuevo punto de referencia, un lugar donde la gente pueda darse cita sin necesidad de más referencia que el nombre.

El ecosistema se completa con una torre de oficinas sobre la calle Ejido con capacidad para 2.000 puestos de trabajo, dos torres residenciales con 172 apartamentos de un ambiente, uno y dos dormitorios, un parking de acceso público y un gimnasio de 1.000 metros cuadrados de la cadena Smartfit. “Tiene todo lo que se puede precisar para la vida en una misma manzana”, resume el gerente comercial.

Calidad internacional y un nuevo estándar para el Centro

El diseño, a cargo de un equipo de arquitectos de renombre internacional como el chileno Mathias Klotz y el argentino Edgardo Minond, presenta una fachada de estilo brutalista, con el hormigón como protagonista. Esta apariencia robusta y urbana contrasta deliberadamente con interiores luminosos, amplios y despojados, donde priman los acabados de lujo y la funcionalidad.

La calidad constructiva es una obsesión para Ixou. Brusco cuenta con certificaciones de eficiencia energética LEED Platino (oficinas) y Oro (viviendas). Desde el punto de vista técnico, la inversión en materiales es notable. “Las aberturas que son Tecnal de Francia son lo mejor que hay para su rubro. Las traemos nosotros especialmente para Brusco”, comenta Di Stasio. Esta apuesta por la calidad no solo brinda confort, sino que asegura un bajo costo de mantenimiento a largo plazo, un factor clave para los inversores.

“Son edificios que requieren muy poco mantenimiento, por lo tanto, muy pocos gastos a futuro en ese rubro. Ni repintados de fachadas, ni acondicionamiento de barandas, ni ningún tipo de herrería exterior. Acá eso no existe por la clase de materiales que utilizamos”, explica.
 

Un imán para nuevos habitantes e inversores

Brusco busca atraer a un público muy amplio. Por un lado, a profesionales jóvenes que valoran la conectividad y un estilo de vida urbano y sostenible. Por otro, a un segmento que Di Stasio considera una "grata sorpresa": parejas mayores. “Son parejas que ya no tienen a sus hijos en la casa, tienen una casa grande y en este lugar tan bien ubicado encuentran todo. Los apartamentos en Brusco son muy amplios y eso no se encuentra mucho en la vivienda nueva”.

Sin embargo, el perfil inversor es predominante entre sus clientes. Según Di Stasio, aunque no es un dato final, estima que “quizás más de la mitad de las personas compran para renta”. Esto se debe a que la propuesta de valor de Brusco permite aspirar a un alquiler justificado por los servicios y la calidad del inmueble.

Ixou tiene su propia estrategia de ventas, que habla de una metodología de trabajo segura y confiable. “Nuestro esfuerzo de ventas no es en el pozo. Salimos cuando ya te puedes parar en una losa a ver la vista desde el lugar, cuando ya podés experimentar una unidad modelo”, cuenta. Esta filosofía permite que el cliente aprecie el diferencial de calidad de manera tangible, un factor decisivo en un proyecto de esta envergadura.

Santiago Chaer

Con sus 45.000 metros cuadrados —casi un 70% de la superficie del Palacio Municipal—, Brusco es más que un enorme proyecto para Ixou; es una declaración audaz sobre el futuro del centro de Montevideo. Una apuesta por densificar, por traer de vuelta a quienes se fueron y por seducir a quienes nunca consideraron vivir allí, demostrando que el corazón histórico de la ciudad tiene el potencial para albergar la vida del futuro.

Por más información y asesoramiento, visite el sitio oficial de Brusco.