"El remate del siglo", una subasta que hará historia

INN CONTENT PARA REMATADOR MARTÍN CARBAJAL

Los objetos que se rematarán el próximo viernes 18 y sábado 19 de marzo, en Colonia, formaron parte de una colección armada a lo largo de varios años. La variedad es tan amplia como el interés que van a despertar en un público que-seguramente- se sorprenderá al verlos.

El acopio de piezas es tan grande como diverso. Por momentos parece caprichoso. Aun así, el martillero Martín Carbajal que, por disposición de la Junta Nacional de Drogas- Fondo de Bienes Decomisados, trabajó para armar este remate, logró componer un complejo puzle en el que muchas de las piezas parecen reivindicar un sentido histórico.

Quiso el destino o quién sabe quién que El remate del siglo se lleve a cabo en Colonia de Sacramento, la ciudad con más historia de Uruguay. Alguien puede decir que es una mera coincidencia; pero también se puede afirmar que parece una revancha de la historia que objetos que pertenecieron a buques ingleses, franceses, portugueses y españoles, que naufragaron en la costa de Colonia a lo largo del siglo XVII y XVIII se subasten en el Hotel Sheraton de Colonia del Sacramento.

Hay lotes con historia de tres y cuatro siglos atrás, pero también hay decenas de artículos de maderas muy nobles. Es así que nos encontramos con el escritorio y los sillones que hacen juego con este que pertenecieron a la familia Real de Azúa (circa 1870).

Otras piezas son fruto del trabajo y el talento de ebanistas europeos o de artesanos llegados de Europa a comienzos del siglo XX.

Las armas antiguas tienen un capítulo específico en este catálogo. Se pueden encontrar desde lanzas y flechas de los indígenas que habitaron en la otrora Banda Oriental, espadas, dagas, cañones, revólveres, pistolas y rifles Winchester de fines del siglo XIX.

Hay historia por donde se la busque. Otro de los capítulos se conformó con lotes de equipos industriales y comerciales antiguos. Desde una balanza para pesar oro del desaparecido Banco Comercial, microscopios, y hasta un teléfono de una mina subterránea de comienzos del siglo XX.

Hay también casi setenta lotes de juguetes antiguos, en los que se encuentran desde caballos de hojalata ingleses, aviones de madera, decenas de autos y motos, cachilas, camiones y tractores de colección. Sorprenden, además, las colecciones enteras de soldaditos de plomos, algunos con sus moldes y otros en sus cajas.

Una docena de lotes de medallas de plata de las Olimpíadas de 1924 y 1928, del Mundial de 1930 y del de 1950, son testimonios de las conquistas deportivas pasadas del Uruguay.

La subasta también comprende casi setena lotes de instrumentos musicales y equipos de amplificación propios de un estudio de grabación profesional.

Vehículos entre los que se hayan bicicletas de bomberos completas de 1900, una moto Peugeot de la década de 1930 y una réplica de una moto BMW de 1950. El rubro vehículos se cierra con un automóvil de carrera Fórmula 4, fabricado por Tulio Crespi.

El 18 y 19 de marzo, en Colonia saldrá a la venta la colección más numerosa de monedas de plata que se haya visto en un remate en Uruguay.

Esta subasta fue bautizada como El remate del siglo. Obtuvo su nombre por la cantidad y variedad de lotes que ofrece (quinientos en números redondos), pero su título, bien ganado, se debe fundamentalmente a una pieza muy particular. Se trata de una bandera uruguaya de 1830, en excelente estado de conservación, y que- según se pudo averiguar- fue una de las que se entregaron a los constituyentes que redactaron la primera Constitución.

Sucedió el 18 de julio de 1830, es día Uruguay nació como Estado libre e independiente.