Empresas usan un software que vigila el trabajo desde casa: ¿cómo funciona?

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Trabajo remoto. Empleado realiza teletrabajo con su laptop. Foto: Shutterstock.

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Aumentó la demanda por programas que siguen minuto a minuto la actividad de los empleados; los jefes pueden acceder a datos y capturas de pantalla. ¿Y la privacidad? Una crónica en primera persona

La demanda por software para monitorear a los empleados, con programas que rastrean las palabras que escribimos, toman fotos con las cámaras de nuestras computadoras y brindan a nuestros gerentes clasificaciones de quién pasa demasiado tiempo en Facebook y no lo suficiente en Excel ha aumentado.

La tecnología plantea preguntas espinosas de privacidad sobre dónde los empleadores trazan la línea entre mantener la productividad de una fuerza laboral confinada en el hogar y una vigilancia espeluznante. Para tratar de responderlas, utilicé un «software espía».

El mes pasado, descargué el software de monitoreo de empleados hecho por Hubstaff, una compañía de Indianápolis. Cada pocos minutos, tomaba una captura de pantalla de los sitios web que yo navegaba, los documentos que escribía y los sitios de redes sociales que visitaba. Desde mi teléfono, trazó un mapa de adónde fui, incluido un paseo en bicicleta de dos horas que tomé por Battersea Park con mis hijos en el medio de un día laboral (¡ups!).

Para completar el experimento, le di a mi editor, Pui-Wing Tam, las claves del programa para que pudiera seguirme. Después de tres semanas de monitoreo digital, la vigilancia del trabajo nos pareció demasiado intrusiva.

Semana 1

Adam: Descargué Hubstaff a mi computadora portátil y teléfono con escepticismo. Había oído que las firmas de Wall Street utilizaron años este tipo de herramientas, en nombre de la seguridad, y los empleados rara vez tuvieron algo que decir sobre cómo son observados.

Dave Nevogt, fundador y director ejecutivo de Hubstaff, me dio una prueba gratuita para probar su software de suscripción y contó que las órdenes de teletrabajo (debido al coronavirus) habían transformado al programa de monitoreo de empleados en su producto estrella. Las pruebas del Hubstaff cuestan entre US$ 7 y US$ 20 por mes por usuario, se triplicaron desde marzo.

«El mundo está cambiando. Los trabajadores saben que están siendo vigilados, por lo que no viola la privacidad», agregó Nevogt. Una característica de Hubstaff es el monitor de actividad que brinda a los jefes fotos de lo que hace cada empleado. Desglosado en intervalos de 10 minutos, el sistema calcula el porcentaje de tiempo que el trabajador ha estado escribiendo o moviendo el mouse de la computadora. Ese porcentaje actúa como un puntaje de productividad.

Cada día, se me enviaba un e-mail a mí y a Pui-Wing con una descripción general de mi día: horas trabajadas, puntaje de productividad y sitios web y aplicaciones que usaba.

Home Office
Hubstaff otorga un "puntaje de productividad" en cada jornada. Foto: Archivo El País.

El mes pasado, cuando le daba los últimos toques a una nota, un día pasé 3 horas y 35 minutos editando el documento y una hora dentro de un archivo que contenía notas de investigación y entrevistas de antecedentes. Pasé otros 90 minutos en el correo electrónico.

Este fue una de mis jornadas más productivas, pero el software contó mis desviaciones: estuve en Twitter 35 minutos y navegué 11 por Spotify. Slack, la herramienta de colaboración, se tragó 22 minutos. Otros días, la comida fue una distracción común, incluida su búsqueda (unos 10 minutos).

Hubstaff también registró mis coordenadas GPS, una característica que, según Nevogt, fue utilizada por compañías que intentaban asegurarse de que sus vendedores visitaran a los clientes. El software me atrapó corriendo por un parque y en una tienda de vinos.

Semana 2

Adam: Una vez acostumbrado a la vida bajo vigilancia, tomé la decisión de dejar que Pui-Wing tuviera acceso. «Estás de acuerdo en no despedirme, juzgarme o chantajearme por lo que aparezca», le escribí.

Pui-Wing: Tenía curiosidad, lo admito. Pero estoy reacio, ¿queremos ver la ubicación de alguien minuto a minuto o con qué frecuencia usa Twitter? Abrí el programa y vi un tablero. Mostraba varias categorías, incluidas capturas de pantalla de la computadora de Adam, sus hojas, aplicaciones y URL visitadas y su paradero. Hice clic en capturas de pantalla y vi que el día anterior había estado en línea durante 9 horas, 42 minutos y 17 segundos. Las capturas de pantalla incluían las de una llamada de conferencia de Google Meet en la que se mostraban como fotos cercanas de rostros de colegas.

En el tablero principal vi que la actividad de Adam para la semana fue de 45%, algo decepcionante. Luego explicó que el número no reflejaba con precisión el tiempo que trabajó porque solo se registraba cuando estaba escribiendo, no cuando hacía llamadas telefónicas o trabajos fuera de su computadora. OK.

Adam: Para los empleadores nerviosos por desperdiciar dinero en una economía inestable, pude ver el atractivo de Hubstaff. Nevogt me presentó a Chris Heuwetter, que dirige 98 Buck Social, empresa de marketing en Júpiter, Florida.

Trabajo remoto, trabajo a distancia, home office, trabajo desde casa. Foto: Archivo El País.
Los sistemas de monitoreo tienen pocas salvaguardas para evitar abusos. Foto: Archivo El País.

Heuwetter contó que su compañía enfrentaba una caída en las ventas que coincidía con el teletrabajo y que algunos empleados no respondían los mensajes hasta después de las 10 a.m. Las respuestas a los clientes también disminuyeron. Cuando el 3 de marzo comenzó a usar Hubstaff, la productividad de sus empleados aumentó. Empaticé. Hubstaff empezaba a afectar mi comportamiento. Me conectaba temprano porque tenía un reloj de mi actividad. No pasé (tanto) tiempo leyendo deportes y rara vez abrí apps de mensajería en mi computadora portátil, nervioso por si una captura de pantalla capturaba un intercambio privado. Pero mis puntajes de actividad siguieron bajos, entre 30% y 45%. El 14 de abril, Hubstaff mostró que trabajé 14 horas pero tenía un puntaje de productividad del 22%.

Semana 3

Adam: El 23 de abril a las 11:30 a.m., Hubstaff me agarró en una clase de gimnasia. Pero ¿qué sucede si otras capturas de pantalla exponen información confidencial de salud o finanzas? Confío en Pui-Wing, pero los sistemas de monitoreo tienen pocas salvaguardas para evitar abusos.

Pui-Wing: No vi la clase de ejercicio. Después de analizar las métricas de Hubstaff, quedó claro que no capturaba cuando hablaba con sus fuentes. Por lo tanto, era irrelevante para cómo trabajamos. ¿Mencioné que fue desagradable ver tanta información de alguien? No volví a iniciar sesión. De vez en cuando, miré los reportes que Hubstaff enviaba sobre Adam. Su puntaje de productividad rondaba el 30%, a veces llegó a 50%. Me reí cuando noté que pasaba más tiempo en sitios web de noticias.

Adam: Al final, me encontré tratando de engañar al sistema Hubstaff. Escribo esto a las 11:38 a.m. del 24 de abril, estoy a punto de pasar tiempo con mis hijos. Planeo dejar un Google Doc abierto para que Hubstaff pueda capturar que estoy trabajando. Incluso si mi editor dice que no está mirando. Solo, ya sabes, por si acaso.

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