Clínica Renova ayuda a sus pacientes a bajar de peso y lograr la vida que desean a través del método PronoKal, un tratamiento médico seguro, eficaz y saludable indicado para personas con sobrepeso u obesidad. Su directora, la doctora Ana Cecilia Ramírez, aseguró que elige este método por el respaldo científico que tiene y porque se enfoca no solamente en la pérdida de peso, sino también en el cambio de hábitos.
“Lo que realmente hace la diferencia en un tratamiento no es el descenso de peso, sino poder mantener lo que se logró y hacer un cambio en el estilo de vida”, remarcó la doctora, que es especialista en medicina estética mínimamente invasiva y docente de posgrado de armonización orofacial. Trabaja con el método PronoKal desde hace casi diez años y además ofrece tratamientos para lograr un equilibrio estético y natural en sus pacientes.
El aval científico que hay detrás de PronoKal fue lo que la convenció de incluir el método en su clínica. Hoy, está sumamente satisfecha: “Desde el inicio tuve muy buenos resultados con los pacientes. Es el tratamiento por excelencia que recomiendo para el descenso de peso”.
Los pilares del método PronoKal
El método PronoKal se basa en una dieta cetogénica que combina alimentos desarrollados con una fórmula exclusiva y patentada, y la reducción del consumo de carbohidratos. Esto genera un estado metabólico llamado cetosis en el que el organismo utiliza la propia grasa corporal como fuente de energía.
Según la doctora Ramírez, los alimentos PronoKal son de fácil y rápida preparación, lo que ayuda a la adhesión del paciente al tratamiento. Además, señaló que la cetosis es clave porque permite que el descenso de peso resulte de la pérdida de grasa y no de masa muscular: “Es importante preservar el músculo, que es nuestro principal capital, porque será lo que después mantendrá el metabolismo acelerado en el cuerpo”.
A medida que se avanza en el tratamiento, los alimentos PronoKal se sustituyen por proteínas como carne, pescado, pollo u otras adecuadas para cada persona. Esto lleva a que, una vez terminado el proceso, el paciente no dependa de dichos productos. “Es fundamental la reeducación; quitar ciertos hábitos e incorporar otros para tener una alimentación balanceada y saludable”, afirmó la doctora.
Hacer cosas que antes parecían imposibles
Una de las preguntas frecuentes en cuanto al tratamiento tiene que ver con la duración, y lo cierto es que depende de cada paciente. La doctora explicó que se trata de un método personalizado y que no es lo mismo alguien que busque bajar cinco, seis o siete kilogramos, que otra persona que quiera perder, por ejemplo, 40 o 50. Mientras que, en el primer caso, el tratamiento cetogénico en la primera etapa puede durar dos o tres semanas, en el segundo caso puede extenderse varios meses.
Otro aspecto que muchos consultan tiene que ver con si se pasa hambre durante el proceso. Al respecto, la doctora indicó que eso no sucede gracias al estado de cetosis. Y agregó que el método no suele generar complicaciones si el paciente cumple las indicaciones médicas y nutricionales, pero que siempre pone a disposición su teléfono para cualquier cosa que la persona necesite o llame su atención.
Además de la pérdida de peso y el cambio de hábitos, otro punto clave es la contención emocional durante el tratamiento. “Sentir que uno no está solo, tener a alguien que entiende y acompaña, con quien uno puede charlar y expresar emociones, como: ‘Me siento bien por esto, no me siento bien por lo otro’, es muy importante”, remarcó la especialista.
A su vez, la transformación va mucho más allá de la estética: se trata de una cuestión de salud y bienestar físico y emocional. Los pacientes de la doctora Ramírez logran cambios perceptibles en poco tiempo en cuanto a sentirse bien desde un punto de vista funcional, estar más ágiles y fuertes, y hacer cosas que antes parecían imposibles o requerían mucho esfuerzo físico. “Sentir que uno puede ayudar en ese proceso de transformación, para verse y sentirse mejor, es muy gratificante para mí”, finalizó la doctora.
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