Andrés es licenciado en Ciencias Biológicas y magíster en Políticas Públicas. Cuando se inscribió en la maestría de la Escuela de Postgrados de la Universidad Católica del Uruguay (UCU), tenía 28 años y sabía que quería seguir vinculado al universo de las ciencias, pero también buscaba hacer un aporte con impacto social. Dos años después de haber terminado su especialización, considera que la maestría expandió sus horizontes en cuanto a los procesos que subyacen a una política pública. “Te permite desarrollar estrategias más eficientes para transmitir las ideas y propuestas a los distintos actores”, explica Andrés.
Después de más de 15 años trabajando en instituciones educativas, Lucía decidió que era tiempo de hacer una especialización; eligió la maestría en Liderazgo y Gestión Educativa. “Necesitaba contar con más herramientas para desempeñar mejor mi tarea”, recuerda. En el camino, cambió de trabajo. La maestría le dio la oportunidad de asumir un rol de coordinación en uno de los colegios más grandes de Uruguay. “Ahora tengo más instrumentos para entender mejor el funcionamiento de los distintos equipos de trabajo y, además, me permite poder gestionarlos de una forma más sólida”, cuenta Lucía, tras su paso por la Escuela de Postgrados.
Francisco terminó su licenciatura en Psicología a fines de 2022; unos meses después ya estaba inscripto en la maestría en Psicoterapia Cognitiva de Adultos y Familia. Para él, un profesional de 23 años, la modalidad first experience que ofrecía la Escuela de Postgrados era ideal. “Si bien la licenciatura proporciona herramientas para ejercer como Psicólogo, muchas veces quedan internalizadas sólo a nivel teórico. En la maestría tuve la oportunidad de practicar en un ambiente supervisado; algo invaluable para un psicólogo clínico en formación. En pocas palabras, la maestría me enseñó a ejercer”, concluye Francisco.
Los ejemplos de Andrés, Lucía y Francisco son tres de los cientos que, año a año, se encuentran en las aulas de la Escuela de Postgrados de la UCU. Son historias que se cruzan, dialogan, se nutren. Son realidades profesionales que llegan tras una búsqueda, a veces muy clara, otras no tanto. Es una muestra diminuta de cómo los tres —cada uno a su manera y en sus entornos— se convirtieron en agentes de cambio.
La Escuela de Postgrados acompaña estas necesidades —muy variadas, muy cambiantes— de forma atenta; en 2025 cuenta con una propuesta de más de 40 programas. Además, se anticipa y da respuestas sólidas a diferentes expectativas y necesidades culturales, sociales, laborales, productivas y tecnológicas. El doctor Juan A. Bogliaccini es, desde hace dos años, decano de la Escuela de Postgrados; además de profesor titular de Ciencia Política e investigador Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores. Cuenta que los estudiantes llegan a la escuela desde áreas muy diversas y que buscan mejorar sus habilidades para el trabajo que llevan adelante. “La gente quiere seguir formándose para ser mejor en lo que hace, para certificarse o porque está buscando un ascenso o un aumento”, explica Bogliaccini.
A continuación, el doctor Juan Bogliaccini explica las posibilidades que se abren gracias a contar en el currículum con una maestría o posgrado, así como el perfil de los estudiantes de la Escuela de Postgrados de la Universidad Católica del Uruguay.
—El claim de la Escuela de Postgrados de la Universidad Católica del Uruguay es “Un mundo de oportunidades”, ¿de qué manera considerás que hacer un diploma, un postgrado o una maestría es una forma de abrir un abanico de nuevas posibilidades?
—Ya no alcanza con haber terminado una carrera de cuatro años, es un hecho. Eso hace que los profesionales encuentren que distintos tipos de formación es necesaria en diferentes momentos de la vida laboral. Un día lo relevante puede ser una maestría, otro día es un postgrado o un diploma. Cada vez más, cada cierto tiempo, cuando la persona se consolida profesionalmente, surge la posibilidad de redireccionar su carrera. Y eso se complementa con la experiencia de cada uno. A eso se le suma que los jóvenes profesionales terminan su grado y, enseguida, empiezan una maestría; cada vez es más común en Uruguay.
—¿De qué manera los participantes pueden ser agentes de cambio desde la EPG?
—Esa es la función de la educación. Un estudiante que pasa por nuestra Escuela de Postgrados tiene que ser un agente de cambio. La persona que estudie acá tiene que impactar en donde esté trabajando. Incluso puede que lo impulse o ayude a conseguir un nuevo trabajo o un puesto distinto. La conclusión es: no tiene sentido que el estudiante salga igual a cómo entró. Nosotros hacemos un censo de estudiantes y les preguntamos lo siguiente: "¿Cómo creés que el programa te aporta herramientas para tu trabajo?". Esas respuestas nos resultan muy importantes; trabajamos mucho con los directores de programa para mejorar el impacto de los programas, su actualización, su utilidad para formar redes, aprender el estándar internacional en la carrera que estén cursando y desarrollar el espíritu crítico que propicie la mejora continua, el cambio, el salto de calidad.
—En ese sentido, en los últimos años hubo varios trabajos finales de maestría que impactaban en algunas tomas de decisiones. ¿Que los graduados sean actores relevantes es una búsqueda particular de la Escuela?
—Hay varios trabajos finales que fueron o podrían ser valiosos como herramientas para alguien que toma decisiones, pero eso sucede generalmente con las investigaciones que salen de la maestría en Políticas Públicas, maestría en Ciencia de Datos o maestría en Epidemiología y Salud Digital. En otras áreas, como puede ser la de la maestría en Comunicación Organizacional, los cambios que los estudiantes o graduados generan están más asociados a procesos internos de las organizaciones; muchas veces esos cambios no son visibles en el corto plazo, pero en el mediano plazo impactan en nuevas formas de hacer las cosas.
—La Escuela de Postgrados de la UCU tiene un abanico muy amplio de programas y eso seguramente atrae a estudiantes en distintos momentos de su carrera. ¿De qué manera se atienden las necesidades de personas en diferentes etapas de su vida profesional?
—Estamos preparados para recibir a estudiantes en muy diversas etapas de la vida. La maestría en Gestión y Salud Pública, por ejemplo, atrae a personas que ya tienen experiencia en el campo y sienten la necesidad de formarse en esa área. En cambio, en Psicología, la formación especializada es más demandada al terminar el grado, porque les permite consolidar su práctica clínica. Por eso contamos con la maestría en Psicoterapia Cognitiva de Adultos y Familia en modalidad first experience. Este tipo de maestrías le proporcionan al estudiante una experiencia de trabajo en un ámbito clínico.
Los modelos actuales en Europa y Estados Unidos son menos disciplinares y te forman de manera más generalista. Eso hace que los estudiantes necesiten un complemento rápido para especializarse. En Uruguay, al tener carreras más disciplinares, los estudiantes primero quieren trabajar en su área y luego deciden si especializarse o no. Pero eso está cambiando a medida que se reducen las duraciones de los grados y se crean bachilleratos más generales.
En algunas áreas, los requerimientos del mercado hacen que la maestría sea una necesidad inmediata; mientras que, en otras, como Ingeniería en Informática, los estudiantes acceden al mercado laboral rápidamente y optan por formaciones más cortas y específicas.
Lo que buscamos en nuestra Escuela de Postgrados es ofrecer diversos instrumentos de formación para diferentes necesidades. Con los directores de los programas y los integrantes de los distintos departamentos de la UCU, trabajamos para entender qué es lo mejor para cada estudiante en su desarrollo profesional, considerando grados, maestrías, cursos cortos y otros formatos. Por eso insistimos tanto en que tenemos un
‘mundo de oportunidades’; un mundo para desarrollar nuevas formas de enseñanza y para acompañar a los estudiantes en distintos momentos de su vida profesional.
En 2025 la Escuela de Postgrados incorpora a su propuesta los postgrados de la carrera de Medicina.
Sí, estamos armando las especialidades médicas con el mismo formato pedagógico que la carrera de grado. Este año abrimos la especialidad en Cirugía Plástica. Se postularon 72 estudiantes y el programa va a aceptar cuatro para su primera edición.
En 2026 tendremos la apertura de tres especialidades más; también tendremos otros diplomas y programas en el área de la Medicina. Además, queremos seguir expandiendo nuestra propuesta en Odontología, un área en la que ya tenemos tres programas y un diploma.
Conocé más sobre la Escuela de Postgrados de la UCU en postgrados.ucu.edu.uy