Un "cementerio" de autos recuerda la masacre perpetrada por Hamas en la fiesta Nova

Está a pocos kilómetros de la Franja de Gaza y esperan convertirlo en un museo cuando termine la guerra.

Enviado en Tel Aviv
En la mañana del sábado 7 de octubre, Adam Ittah y su familia se despertaron con el fuerte sonido de las alarmas que marcaban un ataque con cohetes desde la Franja de Gaza. En ese momento, él era un civil, pero al otro día ya fue notificado de que debía integrarse al Ejército de Israel. Hoy es el vocero del Distrito Sur y su historia es la de miles y miles de reservistas que fueron convocados tras el feroz ataque de Hamás, que abrió las puertas a una cruenta guerra del otro lado de la frontera.

“No teníamos idea que algo así podía pasar. No estábamos preparados. Fue una completa sorpresa. Sentí las alarmas y me di cuenta que no era un ataque más, era le guerra. Miré a mi esposa y le dije: ‘Es la guerra’”, dice Ittah, que cuenta que vive a la misma distancia de Tel Aviv que de Gaza.

A 12 kilómetros de Gaza, Adam Ittah, reservista del Ejército israelí, muestra miles de autos vandalizados por Hamas
A 12 kilómetros de Gaza, Adam Ittah, reservista del Ejército israelí, muestra miles de autos vandalizados por Hamas
Foto: Carlos Tapia

Pero ahora estamos en Tkuma, a 12 kilómetros del kibutz Nir Oz -por donde entraron los terroristas-, en un “cementerio” de autos destruidos por Hamás durante su ataque a la fiesta electrónica Nova, donde mataron a más de 250 personas. Las víctimas mortales en todo territorio israelí fueron más de 1.200.

Lo que nos rodea son autos, camionetas, motos y hasta ambulancias. Son más de 300, de unos 1.600 vehículos que fueron en su mayoría prendidos fuego por Hamás, acribillados a tiros, o dañados de alguna otra forma durante los ataques. A los que huían de Nova los baleaban en las rutas sin ni siquiera mirar dentro de los autos, según pudo ver El País en un video del Ejército israelí, que recopiló imágenes de cámaras de seguridad, otras subidas a internet por miembros de Hamás y también proveniente de los celulares de las víctimas.

“Estos autos fueron quemados por los terroristas con granadas, trampas explosivas, todo tipo de armas. Quemaron los autos con la gente en su interior. Luego estaba todo repleto de restos y cenizas. Nosotros tenemos la obligación de recoger los restos y enterrarlos”, dice Ittah. Y reconoce que al principio “se pensó en enterrar los autos así, como estaban”, con los restos de los asesinados, pero luego se decidió “reclutar gente en reserva para que hagan el trabajo que nadie quería hacer, aspirar, recolectar las cenizas, colocarlas en recipientes y luego enterrarlas”.

Ataque: terroristas se pararon a la vera de la ruta y balearon vehículos sin siquiera mirar a su interior.
Ataque. terroristas se pararon a la vera de la ruta y balearon vehículos sin siquiera mirar a su interior.
Foto: Carlos Tapia

Muchos de los autos están apilados, uno sobre otros, formando una larga montaña tan grande como un edificio de unos tres pisos. En Tkuma también hay vehículos que fueron utilizados por los terroristas, como ser camionetas Toyota Pick-Up, iguales a las usadas por Hamás para llevarse a los rehenes. Se puede ver, también, una camioneta con una DShK, una ametralladora de fabricación soviética, modificada y montada sobre la caja.

“Sólo imaginen lo que es encontrarse con esta máquina de guerra. Los terroristas de Hamás cuando entraron en el territorio, ingresaron conduciendo estos vehículos y no discriminaron, dispararon a mujeres, niños, autos que circulaban, a lo que vieran le disparaban. Imaginen el daño indiscriminado que estas balas causaban al cuerpo humano. Una masacre. Intencionalmente dirigido a matar civiles, no soldados”, dice Ittah.

Y apunta a otra camioneta, más grande, y dice que pertenecía a una unidad especial de la Policía. Allí iban diez personas que fueron alcanzados por un proyectil de Hamás. Este impactó directamente en el conductor, que murió en el acto. “Los otros saltaron del auto y lucharon hasta quedarse sin balas. Sacrificaron así sus vidas para defender a los civiles”, cuenta el soldado israelí, y sigue caminando por el terreno para pasar a señalar dos autos que fueron robados por Hamás y fueron recuperados por el Ejército en Gaza.

En Nova, continúa Ittah, lo que había era “gente que estaba celebrando paz y amor, hasta que llegaron los terroristas de Gaza”, y tras esto muestra el auto celeste de Omer, uno de los jóvenes que integran la lista de rehenes que aún están en manos de Hamás. Al lado, hay una pila de metales enredados, entreverados con ruedas de motocicletas. Algunas de las motos eran de las víctimas, otras fueron abandonadas por los terroristas.

El gobierno israelí piensa en convertir el enorme terreno donde está el “cementerio” de autos en Tkuma en un museo. Pero esto se hará luego de finalizada la guerra que viene dejando decenas de miles de muertos del lado palestino.

En primera persona

Liron Yeger: “Nos escondimos cinco horas entre plantaciones”

“Yo fui al festival a trabajar. Estuve trabajando tantas horas, que en un momento me fui a dormir un rato a un banco que estaba detrás del mostrador. A eso de las 6:30 me despertaron, pensé que era por los cohetes que estaban disparando, que ya no nos asustaban tanto porque es algo a lo que hemos estado acostumbrados. Nos subimos a un auto y empezamos a huir por la carretera. En un momento hubo un embotellamiento y decidimos irnos. Pudimos dar la vuelta y volvimos a la zona de la fiesta Nova. Ahí es que empezamos a escuchar unos disparos de fusiles, nos bajamos del auto y empezamos a huir a pie hacia el bosque, hacia la zona donde estaban corriendo todos. Yo estaba con una amiga, pero en un momento corriendo nos perdimos, nos separamos. Luego me caí, me doblé un pie, y entonces rengueando me metí dentro de unas plantaciones. Allí un chico me ayudó y nos escondimos durante unas cinco horas entre las plantaciones. Desde ahí llamábamos por teléfono a la Policía para que nos fueran a rescatar, pero nadie nos respondía porque todos estaban yendo a los poblados en donde estaban matando gente. En un momento sentimos que empezaron a disminuir la cantidad de disparos y escuchamos a personas hablando en hebreo. Ahí entendimos que la gente nuestra había controlado la zona, y entonces fuimos despacio, árbol tras árbol, acercándonos al camino principal, hasta que se nos acercó gente del Ejército para protegernos. En ese instante nos empezaron a disparar con bazucas, hasta que nos vinieron a rescatar y nos trasladaron. Recién a las 6 o 7 de la noche pudimos comunicarnos con nuestros familiares para decirles que estábamos bien. Yo tengo tres hijos. Mi amiga, por suerte, también logro sobrevivir. Solo tuvimos suerte”.

Cuerpos: israelíes debieron realizar un arduo trabajo para retirar los restos de los automóviles
Cuerpos. Israelíes debieron realizar un arduo trabajo para retirar los restos de los automóviles.
Foto: Carlos Tapia
Además

Uruguay lamenta "incidente" tras la muerte de 100 palestinos y reitera pedido de tregua

Uruguay, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó su posición respecto al "incidente" en Gaza que tuvo como resultado la muerte de más de 100 palestinos mientras aguardaban ayuda humanitaria. “Uruguay lamenta profundamente los incidentes de ayer (por el jueves) en el norte de Gaza, que provocaron la muerte de más de 100 personas mientras aguardaban la tan urgente y necesaria ayuda humanitaria”, indicó la cancillería. “Por tanto, Uruguay hace un llamado para que los hechos sean investigados de manera exhaustiva a efectos de conocer exactamente lo ocurrido y determinar responsabilidades”, sostuvo el gobierno, y agregó que “la protección de civiles en conflictos armados es un pilar central del Derecho Internacional Humanitario, cuyo cumplimiento Uruguay defiende firmemente”. Por último, “Uruguay reitera el llamado a una tregua humanitaria que permita la liberación de rehenes, la provisión de ayuda humanitaria y genere las condiciones indispensables para un cese al fuego y una solución pacífica al conflicto”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Franja de Gaza

Te puede interesar