Redacción El País
Un avión de la empresa Austrian Airlines sufrió importantes daños en la nariz de la aeronave este domingo luego de atravesar una tormenta de granizo en pleno viaje.
El vuelo, que llevaba 173 pasajeros, partió de Palma de Mallorca, España, con destino a Viena, Austria, cuando lo sorprendió una "célula de tormenta", explicó la compañía en un comunicado que consignó la cadena estadounidense ABC News.
When you send off four besties and they end up being „attacked“ by hail, lose half of the cockpit nose and have their front windows shattered prior to arrival. #OS434 Palma to Vienna. Very pleased you all touched ground - alive. Thanks #austrian #aua #airlines pic.twitter.com/SHOUsUY5Wg
— Exithamster (@exithamster) June 9, 2024
Las piedras de granizo dañaron no solo la nariz del avión -que, de acuerdo a las imágenes divulgadas en redes sociales, parece haberse desprendido-, sino también las ventanillas de la cabina y la cubierta.
"Creo que estábamos a unos 20 minutos del aterrizaje cuando nos encontramos con una nube de granizo y tormenta eléctrica, y comenzó la turbulencia", explicó a ABC News Emmeley Oakley, una pasajera del vuelo, a través de un mensaje de texto.
"Podíamos escuchar como caía el granizo sobre el avión. Se escuchaba muy fuerte y también (el avión) se movía mucho", sostuvo.
The Austrian Airlines Airbus A320 plane with 173 passengers and 6 crew onboard from Spain to Vienna, Austria landed safely at Vienna. https://t.co/lQUa65w7IZ pic.twitter.com/Q3pdwOBcT8
— AccuWeather (@accuweather) June 10, 2024
La empresa explicó que la tormenta no fue detectada nunca por el radar de la aeronave.
Por otra parte, agregó que mientras el avión atravesaba la inclemencia climática la tripulación hizo un pedido de auxilio por radio, por el daño que estaba sufriendo la aeronave.
Oakley estimó que al avión le llevó alrededor de dos minutos o menos atravesar la tormenta, que provocó que "volaran los celulares y las tazas" alrededor de la cabina de pasajeros.
"El personal de cabina hizo un muy buen trabajo calmando a los pasajeros", opinó Oakley, que apuntó que varias personas comenzaron a gritar cuando comenzó la turbulencia.
A pesar de los daños el avión logró aterrizar de forma segura en Viena, sin que ni los pasajeros ni la tripulación sufrieran lesiones.