Redacción El País
El ejército ucraniano asestó ayer un duro golpe a la flota rusa del Mar Negro al alcanzar, en un ataque con misiles, a uno de sus grandes buques de guerra, el Novocherkassk, que habría resultado hundido, según Kiev, en la anexionada península de Crimea. “Felicitaciones a nuestras Fuerzas Armadas por sumar otro buque a la flota submarina rusa del Mar Negro. Sus ocupantes no encontrarán un lugar feliz y tranquilo en Ucrania”, escribió Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, en su canal de Telegram.
La sagaz operación perpetrada por la aviación ucraniana fue la respuesta a la toma el lunes por parte de las tropas rusas del bastión de Márinka, la mayor victoria enemiga en el Donbás desde mayo pasado.
El Novocherkassk, un buque de desembarco de 112 metros de eslora, ya había sido alcanzado al poco de comenzar la guerra, aunque entonces sólo resultó dañado en un ataque que dejó tres muertos. El comandante de la Fuerza Aérea ucraniana, teniente general Mikola Oleschuk, precisó en Telegram que el ataque se produjo sobre las 02.30 hora local, cuando la aviación táctica “atacó con misiles de crucero” dicho buque “en la región de Feodosia”, en el este de Crimea.
Su portavoz, Yuri Ignat, explicó en Radio Libertad que la “gran explosión” en el buque se debió a que portaba munición y otros equipos militares, aunque no precisó si se trataba de drones iraníes Shahed. El secretario de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps, resaltó en X que “en los últimos cuatro meses el 20% de la flota rusa del mar Negro ha sido destruida”.
Al contrario que en otras ocasiones, Moscú no negó el ataque, aunque sólo reconoció que el barco había sufrido “daños”, a lo que añadió un saldo de un muerto y dos heridos. El buque resultó dañado al “repeler un ataque de las Fuerzas Armadas ucranianas con misiles guiados”, informó el Ministerio de Defensa ruso. Según el Kremlin, el presidente ruso, Vladimir Putin, fue informado “sobre el ataque en Feodosia y los daños que sufrió el buque Novocherkassk” por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
A su vez, Defensa destacó que, durante la “batalla aérea, los sistemas de defensa antiaérea rusos destruyeron dos aviones tácticos enemigos Su-24”, extremo que Kiev ha negado. El último gran golpe a la flota del mar Negro de Rusia se produjo en septiembre pasado, cuando Kiev atacó también con misiles de crucero el puerto crimeo de Sebastopol, donde resultaron dañados otro buque de desembarco y un submarino que estaban en reparación en un astillero.
Precisamente, el mayor logro de Kiev en 2023 ha sido alejar a la Armada rusa de sus costas y obligarla a retirar a varios de sus buques de sus bases permanentes en Crimea debido a sus ataques.
Por su parte, Moscú espera que la victoria en Márinka allane el camino para estrechar el cerco en torno a Avdivka, ciudad de la misma región que es el principal objetivo de la actual ofensiva rusa, que comenzó en octubre. [EFE]