Un fuerte temporal con cantidad de lluvia “récord” causó al menos 19 muertes por inundaciones y deslizamientos durante el fin de semana de Carnaval en varias localidades del estado deSão Paulo, informaron ayer las autoridades.
“Hasta el momento, fueron registrados oficialmente 19 óbitos, 228 personas desalojadas y 338 evacuadas” en la región costera al norte de la capital paulista, precisó el gobierno estatal en un comunicado.
El número de desaparecidos no fue precisado por las autoridades, que desarrollan un operativo contrarreloj para auxiliar a las víctimas.
El gobernador del estado de São Paulo, Tarcísio de Freitas, quien sobrevoló la zona afectada ayer, decretó estado de calamidad en cinco municipios de la región costera del norte de São Paulo, agregó la nota.
El municipio de São Sebastiao, a unos 200 km de la capital del estado y donde muchos paulistas pasan el feriado de carnaval, fue uno de los más afectados tras la caída de más de 600 mm de lluvias en 24 horas, indicó la alcaldía.
Los volúmenes de lluvia fueron “excepcionales y récord”, dijo Felipe Augusto, alcalde de São Sebastião, donde la programación del Carnaval fue cancelada.
Augusto describió una situación “extremadamente crítica”, a GloboNews.
Imágenes de la zona difundidas por medios locales y por usuarios de redes sociales muestran barrios enteros bajo el agua; escombros de casas arrastradas por deslizamientos en laderas; carreteras hundidas y autos destrozados por árboles caídos, entre otras muestras de los daños.
Río de Janeiro
“Declaro abierto el Carnaval de la democracia”, afirmó horas antes el Rey Momo al recibir las llaves de la ciudad de Río de Janeiro, para dar inicio a la mayor fiesta del país y recordar que Brasil puede volver a celebrar gracias al fracaso del intento de golpe de Estado del 8 de enero.
En Río de Janeiro, ciudad que no fue afectada por las lluvias, los festejos continuaron, centrados en temáticas políticas y de reivindicación social.
Los actos antidemocráticos del mes pasado, cuando miles de derechistas radicales asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en un intento de forzar un golpe contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, fueron recordados en la ceremonia oficial de apertura del carnaval.
Tanto el Rey Momo, que simbólicamente gobernará Río hasta el miércoles de Ceniza, como el alcalde de esta ciudad brasileña, Eduardo Páes, recordaron la intentona golpista y destacaron que los brasileños pueden celebrar este carnaval gracias a la fortaleza de las instituciones.
“En este Carnaval también celebramos la democracia. Nuevamente las instituciones de Brasil fueron colocadas a prueba, como se repitió a lo largo de nuestra historia, y nuevamente las instituciones se mostraron más fuertes”, afirmó Páes en la ceremonia festiva en el Palacio de la Ciudad, la sede de la Alcaldía.
Brasil disfrutará de esta fiesta que se prevé que pondrá a bailar a unas 46 millones de personas en todo el país, incluyendo miles de turistas extranjeros, así como generar ingresos por unos 1.558 millones de dólares. Estos cálculos fueron realizados por las autoridades brasileñas antes de las pérdidas humanas y materiales que azotó a San Pablo en las últimas horas y que obligó a cancelar la festividad.
Específicamente para Río de Janeiro, las autoridades calculan que ingresarán cerca de 870 millones de dólares.
Faceta política
El Carnaval nunca se ha desvinculado de la política en Brasil. Los “blocos” (comparsas) y las “escolas” de samba siempre han aprovechado sus desfiles para satirizar a los políticos, criticar a los Gobiernos y denunciar las históricas desigualdades sociales y raciales de Brasil. Y no será diferente este año, cuando varias comparsas desfilarán al ritmo de músicas críticas al expresidente Jair Bolsonaro, que fracasó en su intento de ser reelegido y al que Lula señala como el responsable, como instigador por los actos golpistas.
La Liga Independiente de las Escuelas de Samba (Liesa) espera un público de 100.000 personas por noche en el Sambódromo, contando los más de 70.000 espectadores que caben en el recinto y los integrantes de las 12 escuelas.
Las agrupaciones tienen entre 60 y 70 minutos para desfilar por la Avenida Marqués de Sapucaí (nombre oficial del Sambódromo) e impresionar a los jurados. Con sus trajes rebuscados, sus carros gigantes y su danza frenética, las “escolas”, nacidas en las favelas de Río, cuentan sus historias y critican por los derechos de las minorías socavados, entre otros temas sociales y políticos, como las raíces africanas y la desigualdad de Brasil.
Tras el covid
Las fiestas vuelven en Río de Janeiro y otras ciudades tras las restricciones sanitarias que rigieron en 2020, 2021 y 2022 como consecuencia de la pandemia del covid-19.
Los brasileños disfrutaron del Carnaval de 2020 porque en ese momento se ignoraba que el virus ya era transmitido en el país, pero las fiestas de 2021 fueron canceladas porque la población aún estaba confinada y las de 2022 se limitaron a un número pequeño de ciudades por restricciones sanitarias.
En medio de las fiestas desenfadadas de este año, la gente espera ahora más noticias de la tragedia en São Paulo y su impacto en el resto del país.
Si el Carnaval en Brasil es sinónimo de liberación, el espectáculo que arrancó en Rio de Janeiro es su apogeo: 100 mil almas se entregan en el Sambódromo a la música y la fantasía, en la primera edición sin restricciones por la pandemia. Durante dos noches, las “escolas” de samba electrizarán el célebre recinto carioca .
Prometen hacerlo aunque diluvie, dijeron.
Archivan acciones contra Lula
La Corte Suprema archivó el fin de semana tres acciones contra el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de las operaciones anticorrupción Lava Jato y Zelotes y que se encontraban suspendidas en la Justicia.
El magistrado Ricardo Lewandowski, del Supremo Tribunal Federal (STF), decidió “trancar y cerrar” las acciones que vinculaban al gobernante con donaciones sospechosas de la exconstructora Odebrecht al Instituto Lula y a la compra sospechosa de la sede.
La otra acción era sobre las supuestas irregularidades en la compra de aviones de combate suecos durante el Gobierno de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) y en las que Lula habría interferido.
Las dos primeras acciones estaban suspendidas desde septiembre de 2021 y la tercera, por la compra de los cazabombarderos F-39 de la fabricante sueca Gripen, también fue suspendida en marzo del año pasado.
Para Lewandowski, citado por la estatal de noticias Agencia Brasil, las pruebas en las acciones eran ilegales y “carentes de comprobación mínima”. Las acciones constaban en el acuerdo con la Justicia realizado por Odebrecht, una de las empresas blanco de la Operación Lava Jato, que descubrió un millonario esquema de desvío de dinero público, principalmente de Petrobras, para favorecer políticos. EFE