Todas las luces sobre él: Trump se autoproclama protagonista de la paz ante líderes de todo el mundo

En una jornada histórica, marcada por la firma del acuerdo de paz para Gaza y la liberación de 20 rehenes vivos que estaban cautivos en la Franja desde hace dos años, Donald Trump logró que todos los focos le apuntaran. Esta tarde en Egipto, el presidente estadounidense proclamó la "paz en Medio Oriente" tras firmar junto a los líderes de Egipto, Qatar y Turquía una declaración como garantes del acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza.

"Juntos hemos logrado lo que todos decían que era imposible. Por fin tenemos paz en Medio Oriente", afirmó Trump en un discurso dirigido a los mandatarios internacionales reunidos en la cumbre, celebrada en el balneario egipcio de Sharm el Sheij.

"Fue un gran obstáculo. Pero todo salió tan bien que nadie podía creer que estuviéramos aquí, certificando y terminando todo, y todos estuvieran contentos", dijo Trump desde la sala de conferencias donde se realizó la firma, acompañado de más de una treintena de líderes mundiales.

Antes de la rubrica, el presidente posó ante las cámaras sobre un escenario decorado con la frase "PEACE 2025" ("paz 2025"). Uno por uno, Trump esperó que pasaran ante sí jefes de Estado, que desfilaron para estrechar su mano.

Entre las figuras más relevantes que participaron estuvieron el rey Abdalá II de Jordania; el presidente francés, Emmanuel Macron —con quien estrechó su mano durante más de 30 segundos—; el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez —con quien bromeó sobre discrepancias con España en relación al gasto en defensa—; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni —a quien llamó "hermosa", preguntándole antes si no se ofendería—; el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan —a quien días atrás, en la Casa Blanca, tildó de "conocedor de elecciones amañadas"; el emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Thani —quien recibió las disculpas de Benhamin Netanyahu por haber atacado Doha, crédito de Trump— ; el presidente palestino, Mahmud Abás; y el secretario general de la ONU, António Guterres.

Incluso el titular de la FIFA, Gianni Infantino, se acercó a saludar a Trump y posó con él antes de la foto grupal de los líderes, en la que Meloni fue la única mujer presente y, además, quedó ubicada en uno de los extremos.

Trump comenzó el día con una visita a Israel, donde elogió al primer ministro Benjamin Netanyahu en un discurso ante el parlamento antes de volar a Egipto para la cumbre. Se terminó "la larga y dolorosa pesadilla" de la guerra en Gaza, afirmó en Israel el mandatario estadounidense, artífice del plan de 20 puntos que hizo posible el alto al fuego entre Israel y Hamás y el canje de 20 rehenes israelíes vivos por casi 2.000 palestinos presos en cárceles israelíes.

El mandatario recibió una ovación de varios minutos en el Parlamento israelí, en una jornada de alegría por liberación de los últimos rehenes israelíes con vida, capturados en los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023.

Pero no todo fueron elogios en la Knéset. En un tramo de su discurso, Trump fue interrumpido por una discusión entre algunos de los parlamentarios.

Uno de los funcionarios legislativos, Ayman Odeh, levantó un cartel con las palabras “Recognize Palestine!” (Reconozcan a Palestina), lo que generó gritos e insultos de los otros legisladores que interrumpieron las palabras del mandatario estadounidense. Fue un gesto que no pareció perturbar a Trump. Las autoridades de la sala pidieron que Odeh fuera echado y los efectivos de seguridad lo retiraron en medio de forcejeos y aplausos del resto de los asistentes. “Eso fue muy eficiente…“, elogió Trump, antes de retomar su disertación. Y fiel a su estilo, divagó sobre su familia, el estado salud del matrimonio de su hija Ivanka con Jared Kushner, su estado físico y más.

Y todavía tenía Egipto por delante.

Ya preparado para comenzar el segundo discurso del día en Sharm el Sheij, Trump nombró a casi todos los líderes mundiales y altos diplomáticos presentes en la cumbre, pidiéndoles que se hicieran presentes si no los encontraba entre la multitud. "Todas estas personas llegaron con apenas 20 minutos de anticipación", declaró.

Incluso bromeó al responder a Marco Rubio, su secretario de Estado, quien calificó el acuerdo como el más importante de los últimos 50 años, recordando que él había presumido en Israel haber resuelto un conflicto "de 3.000 años". Una hipérbole en sintonía con el anuncio del plan de 20 puntos el pasado 29 de setiembre: "Hoy es uno de los días más grandiosos de la civilización", dijo al entrar a la sala de conferencias de la Casa Blanca junto a Netanyahu.

Foto: EFE

Hoy, sobre el atril, el presidente aseguró que numerosos líderes le habían planteado la posibilidad de que sus países se sumaran a los Acuerdos de Abraham —anunciados en agosto y septiembre de 2020 y firmados en Washington, DC el 15 de septiembre de 2020, bajo su Presidencia—, y sostuvo que estos pactos podrían contribuir a una paz duradera en la región. "Esto garantizará la unidad y les irá bien", afirmó ante los líderes reunidos en la cumbre.

Los acuerdos, negociados durante su primer mandato establecieron relaciones diplomáticas formales entre Israel y varias naciones árabes. Trump agregó que ahora la región tiene la oportunidad de prosperar. "Ya no hay excusas", dijo, rodeado de la treintena de líderes y diplomáticos. "No tenemos una Gaza. Y tampoco a Irán como justificación".

El presidente dijo que ampliaría la “Junta de Paz”, una organización que supervisará la gobernanza y la reconstrucción de Gaza después de la guerra, para dar cabida a los numerosos países y entidades que, según él, querían unirse a ella. Al concluir su discurso, agradeció nuevamente a todos por reunirse tan rápido en Egipto. "Así se logran los mejores acuerdos", dijo. Sin embargo, aún no está de todo claro el contenido del documento que él y los otros tres países mediadores firmaron.

"Que Dios bendiga a Oriente Medio", clamó, y luego pidió a los medios que se retiraran para poder reunirse con los líderes reunidos, lo que, según él, "solo tomará cinco minutos".

A pesar de este "día feliz", las incógnitas sobre una paz duradera sobrevuelan. ¿Podrán cumplirse los 20 puntos del plan? ¿Tendrán la voluntad Israel, Hamás y sus vecinos? ¿Hamás dejará las armas? ¿Israel retirará sus tropas de la Franja según lo acordado?

Las preguntas quedan para después. Trump, tras firmar el acuerdo de Gaza, dijo con su característico tono, el de una persona acostumbrada al orgullo: "Nunca antes había visto tanta felicidad".