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De regreso a la Casa Blanca; Donald Trump sale hoy del hospital

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Sorpresa: Trump dijo el domingo haber aprendido “mucho” sobre el COVID-19 antes de salir brevemente del hospital para saludar a simpatizantes desde su auto. Foto: Reuters
U.S. President Donald Trump waves to supporters as he briefly rides by in the presidential motorcade in front of Walter Reed National Military Medical Center, where he is being treated for coronavirus disease (COVID-19) in Bethesda, Maryland, U.S. October 4, 2020. REUTERS/Cheriss May
CHERISS MAY/REUTERS

ESTADOS UNIDOS

Los médicos dijeron que el estado del presidente de Estados Unidos mejora; el sábado necesitó oxígeno.

Donald Trump se prepara para retornar hoy lunes a la Casa Blanca. Todavía no está curado, pero su estado de salud mejoró y los médicos dijeron que podrá seguir su tratamiento contra el COVID-19 en la residencia oficial.

Trump fue internado el viernes en el hospital militar de Walter Reed, a las afuera de Washington, debido a que su estado se había deteriorado y había necesitado oxígeno suplementario por cerca de una hora. El presidente, de 74 años, también tuvo fiebre y tos antes de ser hospitalizado.

El médico personal de Trump, Sean Conley admitió ayer que el viernes “estaba preocupado por una evolución potencialmente rápida de la enfermedad y recomendé al presidente una suplementación de oxígeno”.

Trump se resistió a que le fuera suministrado oxígeno suplementario, porque no tenía dificultades respiratorias, pero finalmente cedió ante las recomendaciones de su médico.

Conley reconoció que no había revelado este incidente el sábado para proyectar una imagen “optimista”. Pero en el mismo momento, el jefe de gabinete presidencial, Mark Meadows, confió a periodistas que las 24 horas precedentes del mandatario habían sido preocupantes, generando confusión.

Conley indicó también que en la mañana del sábado se había producido otro episodio de baja de oxígeno. Ese día, los médicos le administraron al presidente un tercer tratamiento, la dexametasona, un corticoide eficaz contra las formas graves de COVID-19, además del antiviral remdesivir y del cóctel experimental de la empresa Regeneron, que le fueron administrados a partir del viernes. 

“Como con cualquier enfermedad hay altibajos”, explicó Conley.

El jueves por la noche, cuando se hizo público su positivo, y en las primeras horas del viernes el presidente se encontraba bien, solo con síntomas leves, pero cerca del mediodía del viernes el nivel de oxígeno en sangre cayó por debajo del 94% y la fiebre era “alta”.

Conley se negó a describir el estado de los pulmones de Trump. “Hicimos algunas observaciones, pero nada importante desde el punto de vista clínico”, se limitó a responder.

El presidente ha continuado trabajando pese a su internación, haciendo llamados y tuiteando desde el hospital.

“Aprecio grandemente la presencia de todos mis fanáticos y partidarios fuera del hospital”, tuitéo el domingo.

Varios allegados dijeron que lo contactaron por teléfono: su hijo Eric, su asesor Jason Miller e incluso la presentadora de Fox News, Jeanine Pirro.

“Hablamos sobre el nuevo plan de recuperación económica. No pensé que estaría de humor para una charla”, dijo su hijo Eric.

Trump también difundió fotos suyas en el hospital, y en la noche del sábado publicó en Twitter un video en el que afirma que está mejorando y que los próximos días serán “la verdadera prueba”.

En cuanto a la campaña, un sondeo realizado dos días después del debate con su rival demócrata Joe Biden, y antes de que se conociera su enfermedad, mostró que su índice de adhesión había caído.

Con Trump fuera de circulación, su equipo anunció la “Operación MAGA”, basada en su eslogan “Make America Great Again”, que contará con el vicepresidente Mike Pence y los hijos mayores del mandatario, Donald Jr. y Eric, tomando el control de la campaña esta semana. Pence debatirá con la candidata demócrata a la vicepresidencia Kamala Harris el miércoles 7.

El segundo debate de Trump con Biden esta programado para el 15 de octubre.

El brote

El brote de COVID-19 no solo ha afectado a Trump y a su esposa, Melania, y la lista se amplió ayer domingo a uno de los ayudantes del presidente, Nicholas Luna, según el diario The Washington Post.

Existen dos posibles focos del virus: el evento de presentación el sábado 26 de septiembre de la nominada a jueza de la Corte Suprema Amy Coney Barret en la Casa Blanca, donde asistieron al menos siete personas con casos ahora confirmados, y los preparativos para el primer debate presidencial del martes 29 de septiembre en Cleveland (Ohio).

Durante esas fechas y hasta que el positivo de la asesora presidencial Hope Hicks desató las alarmas el jueves, Trump y su equipo realizaron mítines en varios estados, actos en la Casa Blanca y con un centenar de donantes en Nueva Jersey.

Alyssa Farah, directora de comunicación estratégica de la Casa Blanca, aseguró que han iniciado el rastreo de contactos para determinar el origen y la extensión del brote que afecta a la Casa Blanca.

El tratamiento que recibe el presidente

Médicos: el equipo que atiende a Trump; Conley al frente. Foto: AFP
Médicos: el equipo que atiende a Trump; Conley al frente. Foto: AFP

Dexametasona

Los medicamentos que le suministran al presidente Donald Trump son los recomendados para los pacientes graves de COVID-19. La dexametasona, que tiene efectos secundarios como ardores o dolores de cabeza, suele ser suministrada normalmente en casos graves.

Remdesivir

Del mismo modo, el antiviral Remdesivir, que también le fue suministrado a Trump, se aplica en casos de pacientes hospitalizados. El Remdesivir, que ha sido autorizado de emergencia por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA), es normalmente combinado con anticuerpos monoclonales, como ha ocurrido en el caso de Trump.

Cóctel anticuerpos 

El cóctel de anticuerpos de Regeneron, que Trump recibió el viernes, y el Remdesivir tienen por finalidad atacar al virus y frenar su expansión.

Pulmones 

Trump, de 74 años y con sobrepeso, es un paciente con especial riesgo de desarrollar una variante seria de COVID-19, por lo que se le ha sometido también a escáneres pulmonares y a un control exhaustivo de las funciones cardíacas, hepática y en los riñones. En los escáneres pulmonares que se le han practicado a Trump sólo han visto “hallazgos esperados” y no hay “mayores preocupaciones clínicas” a ese respecto, dijo su médico personal, Sean Conley.

Joe Biden amplía ventaja tras el debate
Joe Biden, candidato presidencial de Estados Unidos. Foto: Reuters

La ventaja del candidato demócrata Joe Biden se amplió a 14 puntos frente al presidente Donald Trump, según una encuesta de intención de voto publicada ayer domingo y realizada después del primer debate, el 29 de septiembre, pero antes de que el mandatario anunciara que tiene COVID-19. Según el sondeo de NBC News y Wall Street Journal, el 53% de los votantes apoya a Biden para las elecciones del 3 de noviembre, frente al 39% de Trump.

La ventaja de Biden ha pasado de ser de 8 puntos hace un mes a 14 puntos, con un mayor porcentaje de encuestados que consideran que el demócrata tuvo un mejor desempeño en el debate. Un 49% de lo encuestados considera que Biden estuvo mejor, frente al 24% que mencionó a Trump. Un 17% cree que ninguno impuso su mensaje.

El 73% de los encuestados respondió que el debate no cambió el sentido de su voto, con un 19% que considera que le animó a votar por Biden y un 9% que se inclinó más por Trump que antes del debate.

La encuesta, con margen de error del 3,46%, se realizó antes de que el viernes se conociera que Trump había sido contagiado con COVID-19, algo que podría afectar aún más a sus posibilidades de reelección.

La intención de voto a nivel nacional no es un indicativo perfecto de las posibilidades de victoria de un candidato presidencial en Estados Unidos, ya que cada estado consigna un número de votos electorales con relación a su población.

Según la media de encuestas de RealClearPolitics, Biden aventaja a Trump en todos los estados clave en estas elecciones, aunque en al menos dos estados esa ventaja está dentro de margen de error habitual.

Uno de esos estados es Florida, que Biden visitará hoy lunes.

Biden intervendrá en el popular barrio de la Pequeña Habana en un acto que se denominará “Reconstruir Mejor”.

Una encuesta de la Universidad Internacional de Florida publicada el pasado viernes señalaba que el 59% de los cubanoestadounidenses votarán por Trump.

Sin embargo, entre el electorado general de Florida las cosas le van mejor a Biden, que sigue manteniendo una ligera ventaja en intención de voto.

Un sondeo del diario The New York Times y el Siena College Research Institute de la semana pasada, da 5 puntos de ventaja al demócrata sobre el republicano.

En base a EFE

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