Venezuela reconoció ayer domingo la muerte de un dirigente opositor encarcelado desde hace un año, mientras Washington tachó de “vil” al régimen de Nicolás Maduro en medio de la creciente presión militar estadounidense en la región. Además, los ánimos están caldeados por la próxima entrega del Premio Nobel de la Paz a la líder opositora venezolana María Corina Machado, quien confirmó que estará presente en la ceremonia en Oslo esta semana. Todo indica que la antichavista, en la clandestinidad, ya estaría fuera de Venezuela, aunque se desconoce ésto a ciencia cierta.
De esta forma, la presión sobre la dictadura venezolana ha aumentado en estos días, al tiempo que las organizaciones de derechos humanos sacan a luz nuevamente la cantidad de presos políticos y muertos por negligencia o intención de la dictadura de Maduro, según contabilizan.
Esta semana será especialmente polémica por lo que implica la entrega del Nobel ya mencionado y también porque, en EE.UU., el secretario de Defensa, Pete Hegseth, enfrenta crecientes críticas y llamados a que renuncie debido a escándalos relacionados, entre otros asuntos, con los ataques que ordenó a presuntas “narcolanchas” frente a las costas venezolanas, con varias muertes como resultado, en acciones que violan los derechos humanos, según señalan demócratas e incluso varios republicanos, además de organizaciones humanitarias.
Por lo pronto, el exgobernador del estado de Nueva Esparta en Venezuela, Alfredo Díaz, que estaba preso y falleció el sábado, había sido arrestado en el punto álgido de la crisis poselectoral tras las controvertidas elecciones de julio de 2024 en las que Maduro fue proclamado para un tercer mandato.
El ministerio para el Servicio Penitenciario informó ayer del fallecimiento del opositor de 56 años, señalado por “terrorismo” e “instigación al odio”. “Estaba siendo procesado, con plena garantía de sus derechos, de acuerdo al ordenamiento jurídico y al respeto de los derechos humanos y su defensa jurídica”, aseguró en un comunicado, lo que fue tildado de “mentira” por parte de la oposición.
“El día sábado 06 diciembre de 2025, aproximadamente a las 06:33 horas, el ciudadano Alfredo Javier Díaz manifestó síntomas compatibles con un infarto del miocardio (...) fue trasladado al Hospital Clínico Universitario; donde ingresó y al tratar de estabilizarlo, lamentablemente falleció minutos después”, agregó el texto.
Díaz es el sexto miembro de la oposición en morir en prisión desde noviembre de 2024.
“Por la paz”
Marcha por la Paz y la Libertad de venezolanos celebrada este fin de semana en Madrid, para “visibilizar la exigencia de respeto a los derechos humanos en Venezuela ante la comunidad internacional”, según señalaron sus organizadores. Es notorio el componente religioso en esta marcha, alusivo a las muertes acontecidas en el país caribeño por razones políticas.
Reacciones
“La muerte del prisionero político venezolano Alfredo Díaz, quien fue detenido arbitrariamente en el centro de tortura de Maduro, El Helicoide, es otro recordatorio de la vil naturaleza del régimen criminal de Maduro”, indicó el Departamento de Estado estadounidense en la cuenta en X de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
La reacción de Washington ocurre cuando una flotilla estadounidense, que incluye al portaviones más grande del mundo, ejecuta operaciones antinarcóticos en el Caribe. Caracas afirma que las maniobras emprendidas por la administración de Trump buscan derrocar a Maduro.
La dirigente opositora María Corina Machado dijo que la muerte de Díaz “se suma a una alarmante y dolorosa cadena de fallecimientos de presos políticos detenidos en el contexto de la represión poselectoral” del 28 de julio. “Las circunstancias de estas muertes -que incluyen la negación de atención médica, condiciones inhumanas, aislamiento y torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes- revelan un patrón sostenido de represión estatal”, indicó Machado, en una declaración conjunta con González Urrutia, ganador de las elecciones de 2024, según la oposición y varios países.
Por su parte la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) afirmó ayer que “el Gobierno de Nicolás Maduro tendrá que responder ante la Justicia por las 25 muertes que contabiliza desde 2015 bajo custodia del Estado”.
“En 26 años el régimen ha convertido las cárceles en centros de torturas, donde su política es someter a los privados de libertad a tratos crueles, degradantes e inhumanos, aislamientos prologados, sin acceso a una defensa privada y la nula atención médica”, dijo la organización en su cuenta de X.
Marchas
Marchas globales “por la paz y la libertad” en Venezuela convocadas por Machado tuvieron lugar en distintas ciudades del mundo este fin de semana, entre ellas, Madrid, Ciudad de Panamá, Miami, donde se encuentran miles de venezolanos exiliados o que migraron ante la dictadura.
“Estamos acatando el llamado de la líder María Corina Machado, la acreedora del Premio Nobel de la Paz 2025, (para) demostrarle al mundo que estamos orgullosos de que tenemos una Premio Nobel que es una persona que ha luchado por la paz, la libertad, la esperanza de no solo de Venezuela, sino de toda una región”, dijo Ricardo Contreras, del Comando CONVZLA Panamá, país donde residen más de 60.000 venezolanos.
Actualmente hay unos 9 millones de venezolanos regados por el mundo, en especial en Colombia, país limítrofe.
María Corina Machado cuenta con el respaldo a su causa de la Administración Trump y, de hecho, elogió al presidente estadounidense al conocer que era ganadora del Premio Nobel.
Preocupa impacto en el Canal de Panamá
Panamá se postula como mediador entre Estados Unidos y Venezuela en un momento de alta tensión entre ambos países y ante una posible acción de Washington contra el dictador venezolano, Nicolás Maduro, para lo que podría “acoger a ciertas personas del régimen venezolano”, afirmó en una entrevista el vicecanciller panameño, Carlos Hoyos.
“Panamá siempre ha sido un país mediador por excelencia y el presidente (de Panamá, José Raúl) Mulino Mulino inclusive ha dicho que si para resolver la situación en Venezuela tiene que acoger a ciertas personas del régimen venezolano, estaríamos dispuestos a hacerlo de manera temporal”, afirmó en los márgenes del Foro de Doha, que terminó ayer en la capital catarí.
Panamá anunció este septiembre que las relaciones consulares con Venezuela fueron restauradas solamente por temas migratorios, después de que el año pasado quedaran en suspenso tras el cuestionamiento que Mulino hizo a los resultados de las elecciones presidenciales de 2024 en el país caribeño, en las que Maduro fue proclamado ganador en medio de denuncias de fraude de parte de la oposición.
Por otra parte, Venezuela sufre una crisis de conectividad aérea originada tras el aviso emitido el 21 de noviembre por la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU., en el que instó a “extremar la precaución” al sobrevolar este país y el sur del Caribe ante lo que considera “una situación potencialmente peligrosa” en la zona.
Ante una eventual acción estadounidense en Venezuela y con la presencia militar reforzada de Washington en el Caribe, el vicecanciller se mostró con “mucha preocupación de que algo pudiera pasar” tanto en su país como en la región, ya que puede “desestabilizar y afectar a todos”. EFE
Con información de EFE y AFP