Ucrania viene demorando su anunciada contraofensiva, pero las noticias que llegan del frente de batalla dicen que el ejército ucraniano está haciendo retroceder al invasor ruso. Al menos en la zona más caliente de la guerra en este momento: la ciudad de Bajmut.

El ejército ucraniano informó ayer viernes que retomó el control de territorios cerca de Bajmut, en el este del país. Esto marca un repunte de los combates, después de meses de líneas relativamente estables.

Ucrania aseguró que sus fuerzas habían avanzado hasta estar a dos kilómetros de Bajmut.

Las fuerzas rusas ocupan cerca de un 80% de esa ciudad, prácticamente demolida por la batalla, la más prolongada y sangrienta desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Rusia negó que Ucrania hubiese logrado avances. Sin embargo, el jefe del grupo de mercenarios Wagner, que lidera el ataque ruso contra Bajmut, acusó al ejército regular de Rusia de “huir” de los combates.

“Las unidades del ministerio de Defensa simplemente huyeron de los flancos” en Bajmut, dijo Yevgueni Prigozhin en un video.

Las defensas “se derrumban” y los intentos retóricos de “suavizar la situación” conducirán a una tragedia global para Rusia, agregó.

Prigozhin, cuya rivalidad con el ejército ruso ha estallado en los últimos días, reconoció éxitos ucranianos y desafió al ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, a visitar Bajmut.

Según el jefe de los mercenarios rusos, las fuerzas ucranianas recuperaron el control de un embalse al norte de Bajmut y tomaron posiciones en zonas tácticas elevadas, con vistas a la ciudad.

También afirmó que Ucrania ha recuperado una carretera que había sido bloqueada por las fuerzas rusas durante varias semanas.

“Si miramos los mapas, el enemigo (Ucrania) se acerca a Bajmut y estará a una distancia de 500 metros de Bajmut, donde ocupará todas las alturas tácticas”, afirmó el jefe mercenario, visiblemente molesto, el en el vídeo publicado en su canal de Telegram.

Prigozhin recordó que Wagner combate en Bajmut desde el 8 de octubre de 2022 y durante este tiempo ocupó prácticamente toda la ciudad, incluyendo los territorios perdidos por las tropas regulares rusas en las últimas horas.

Prigozhin comentó el parte emitido ayer por el portavoz de Defensa, Igor Konashénkov, que afirmaba que las tropas rusas habían ocupado “posiciones más favorables” cerca de la presa Berjóvskaya, al noroeste de la ciudad.

“Ahora tiene lugar el proceso inverso: después de que entregamos los flancos tuvo lugar una retirada ‘no’ táctica, y por ello el compañero Konashénkov, hablando en plata, está falseando la realidad. Tuvo lugar una fuga de las unidades del Ministerio de Defensa de los flancos”, aseveró.

Tras esto, auguró, los ucranianos comenzarán “el cerco paulatino” de Bajmut.

“Justo lo que llevo advirtiendo desde hace mucho tiempo. Por eso, el ministro (ruso) de Defensa (Serguéi Shoigú) y el jefe del Estado mayor (Valeri Guerásimov) lograron con sus acciones primero reducir el número de efectivos de Wagner para que no pudiéramos sostener los flancos, después decidieron que sus valerosos militares podrían sostener los flancos, pero salieron corriendo”, ironizó.

Denunció que Defensa sigue sin dar al grupo paramilitar “armas ni equipamiento bélico, con la intención de que Wagner finalmente se desinfle”, y pese a ello, sus grupos de asalto continúan atacando los últimos reductos ucranianos en el oeste de ciudad.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó el jueves que su ejército necesitaba más tiempo para lanzar una contraofensiva a gran escala.

“Estamos mentalmente preparados”, pero en las actuales condiciones “perderíamos a mucha gente”, indicó.

Ayer, Zelenski dijo que “los invasores ya están preparados para la derrota”.

Varios corresponsales de guerra rusos aseguraron que la esperada contraofensiva de Kiev ya había comenzado.

Prigozhin también afirmó el jueves que “el plan del ejército ucraniano está en marcha”.

En tanto, en el frente diplomático continúan los esfuerzos por lograr un alto el fuego.

Zelenski será recibido hoy sábado en Roma por el presidente de Italia, Sergio Mattarella, en una visita relámpago que podría incluir una reunión con el papa Francisco.

Por ahora no ha sido confirmado oficialmente un encuentro con la primera ministra Giorgia Meloni, quien visitó Kiev en febrero para reiterar “el pleno apoyo” de Italia a Ucrania tras la invasión rusa en febrero del 2022.

Fuentes del Vaticano indicaron que es “posible” que el mandatario ucraniano sea recibido también por el papa Francisco en el palacio apostólico.

Si bien la reunión con el papa Francisco tampoco ha sido confirmada, suscita muchas expectativas ya que el mismo pontífice reveló recientemente “que está en marcha una misión de paz” del Vaticano para poner fin a la guerra.

Zelenski recibió el jueves al excanciller brasileño Celso Amorin, asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien intenta formar un grupo de países que pueda ejercer una suerte de mediación entre Rusia y Ucrania.

A su vez, el representante especial de China para Asuntos Euroasiáticos, Li Hui, visitará la próxima semana, entre otros países, a Ucrania y Rusia, a fin de impulsar una solución política a la ‘crisis’. China, que nunca condenó la invasión rusa de Ucrania, intenta imponer su propio plan de paz.

La entrega por parte de Reino Unido de misiles de largo alcance “Storm Shadows” a Ucrania es “un paso extremadamente hostil” que puede conducir a una escalada grave en la región, alertó ayer viernes el Ministerio de Exteriores de Rusia.

“Valoramos esta decisión como un nuevo paso extremadamente hostil por parte de Londres, dirigido a continuar bombeando armas a Ucrania y que conducirá a una escalada grave”, señaló la diplomacia rusa en un comunicado.

Rusia “se reserva el derecho a tomar todas las medidas necesarias para neutralizar las amenazas que podrían surgir a consecuencia del uso de los misiles de crucero británicos por parte de Ucrania”.

“Los autores y ejecutores de este paso irracional cargarán total y absolutamente con toda la responsabilidad por las acciones destructivas de Londres”, añadió el departamento encabezado por Serguéi Lavrov.

El ministro británico de Defensa, Ben Wallace, confirmó este jueves en el Parlamento que su Gobierno enviará misiles de largo alcance “Storm Shadows” al Ejército ucraniano.

En su declaración, Wallace argumentó que “la donación de estos sistemas de armamento da a Ucrania la mejor probabilidad de defenderse frente a la continuada brutalidad rusa, especialmente de los ataques deliberados contra infraestructura civil ucraniana, que van contra la legislación internacional”.

“Ucrania tiene derecho a poder defenderse frente a esto”, remachó el ministro, al insistir en que esos misiles “permitirán a Ucrania echar a las fuerzas rusas que están asentadas dentro de territorio de soberanía ucraniana”.

El político también señaló que no planea dar más detalles sobre las capacidades de esos misiles pero observó que “estos sistemas ni siquiera se encuentran en la misma liga que los misiles rusos hipersónicos Killjoy AS-24 (Kinzhal)”, ni tampoco a la altura de los “misiles de crucero Kalibr que cuentan con un alcance de 2.000 kilómetros, unas siete veces más que los Storm Shadow”.

Los misiles Storm Shadow, desarrollados por el Reino Unido y Francia, tienen un alcance de más de 250 kilómetros, un poco menos que los ATACMS que Estados Unidos se ha negado hasta ahora a enviar a Ucrania.

Con información de AFP y EFE