OTAN es vulnerable ante la acción militar de Rusia

GUERRA

Un nuevo frente de conflicto cobra forma en Europa, con realzados niveles de riesgo que suscitan interrogantes sobre la capacidad y decisión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de dar una respuesta eficaz.

Al invadir Ucrania y desplegar sus tropas desde una complaciente Bielorrusia, Rusia de pronto ha extendido su poder militar hasta las fronteras de varias naciones miembro de la OTAN, incluyendo a los países del Báltico.

Si Rusia logra éxito en ocupar Ucraniay mantener sus bases en Bielorrusia -como ahora esperan varios expertos- sus fuerzas se extenderán desde las fronteras de las naciones Bálticas y Polonia hasta Eslovaquia, Hungría y el norte de Rumania, lo que crea dificultades significativas a la OTAN para defender su flanco oriental. Y solo un delgado corredor de 96 kilómetros de extensión entre Lituania y Polonia separa a las fuerzas en Bielorrusia de Kaliningrado, el territorio ruso en el Mar del Báltico que está lleno de misiles con capacidad de lanzar cabezas convencionales o nucleares contra el corazón de Europa.

“El nivel de riesgo para la OTAN ha crecido de pronto de manera enorme”, estimó Ian Lesser, quien encabeza la oficina en Bruselas del German Marshall Fund, organización que defiende la democracia y fortalece las relaciones transatlánticas. “La posibilidad de un conflicto con las fuerzas rusas en Europa y otras partes como el Mar Negro, el Sahel, Libia o Siria, puede ser peligrosa y será una preocupación por varios años”.

“Esto cambia todo para la OTAN”, indicó Ian Bond, ex diplomático británico que lidera el estudio de las relaciones internacionales en el Centro Europeo para Reforma. “La meta de Rusia es extinguir a Ucrania como país soberano en Europa. Ahora debemos preocuparnos por todo, y debemos actuar con seriedad”.

OTAN ha dado una respuesta pequeña al avance ruso, al enviar algunas tropas y aviones adicionales a los países miembros situados más cerca de Rusia. El jueves, OTAN decidió más despliegues que no ha especificado.

“Las acciones de Rusia plantean una amenaza seria a la seguridad euro-atlántica y tendrán consecuencias geoestratégicas”, dijo el secretario general de OTAN, Jens Stoltenberg. “Desplegamos fuerzas adicionales por tierra, mar y aire a la parte este de la alianza”.

Toda discusión con Moscú sobre el rediseño de la arquitectura de seguridad de Europa entraña una perspecyiva diferente, debido al despliegue de tropas rusas en el flanco oriental de la OTAN. Aun si el gasto militar continuara creciendo en respuesta a la nueva invasión rusa -como ocurrió de manera modesta después que Rusia tomó la península de Crimea-, los nuevos despliegues permanentes de fuerzas, equipamiento, aviones y hasta misiles constituirán un gran golpe a los 30 años pasados de paz, prosperidad y complacencia relativas en la alianza.

“OTAN ha estado enfocada en temas importantes de moda que tienen poca relación con su responsabilidad central, como son el cambio climático y el cyber”, señaló Lesser. “Pero, nos olvidamos que en el mundo hay gente despiadada para quenes la política exterior es un deporte sangriento”.

OTAN ya estaba reescribiendo su concepto estratégico de doce años y discutiendo un reemplazo de Stoltenberg, quien dejará el cargo el 1° de octubre. Ahora, esos temas presionan. “OTAN ya está en modo de pensar de manera más amplia cuál es su propósito”, dijo Lesser.

Pero, Benjamin Hodges -ex comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Europa, que ahora se desempeña en el Centro Europeo de Análisis de Política- estima que un esfuerzo serio para frenar a una Rusia agresiva no será sencillo.