Una mujer mató a tres niños y tres adultos ayer lunes al abrir fuego en un colegio en Nashville, estado de Tennessee, en el sur de Estados Unidos antes de ser abatida por la policía.
Armada con al menos dos rifles de asalto y una pistola, la atacante entró por la mañana en las instalaciones del colegio cristiano privado The Covenant School.
La policía mató a la atacante a las 10.27 hora local (las 12.27 en Uruguay). Tenía 28 años y residía en Nashville.
Según la policía, la mujer efectuó numerosos disparos a medida que caminaba por el establecimiento, que tiene alrededor de 200 estudiantes y 40 empleados.
En reacción a este nuevo tiroteo en un centro educativo, la Casa Blanca volvió a pedir la prohibición de los rifles de asalto.
“Demasiado es demasiado”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre, quien se preguntó cuántos niños tendrán que morirse “para que los republicanos del Congreso” los prohíban.
En lo que va de año, se han reportado al menos 30 incidentes con armas de fuego en escuelas en Estados Unidos, que han dejado 8 muertos y 23 heridos, de acuerdo con datos de la organización Everytown for Gun Safety.
En 2012 un hombre mató a 20 niños de 6 y 7 años, y diez años más tarde, en 2022, un joven de 18 años acabó con la vida de 19 estudiantes y dos profesores.
Una matanza cometida en 2018 en un colegio de educación secundaria de Florida desencadenó un movimiento nacional, encabezado por jóvenes, para exigir una supervisión más estricta de las armas en Estados Unidos.
La escuela The Covenant, donde tuvo lugar el ataque, es un centro privado que atiende a alumnos desde el preescolar hasta el sexto grado, es decir, hasta unos 11 años.
La policía de Nashville sospecha que la atacante de ayer era una antigua alumna del colegio.
La insistencia de Biden
El presidente Joe Biden condenó la matanza de ayer en Nashville. “Debemos hacer más para detener la violencia con armas de fuego. Debemos hacer más para proteger nuestras escuelas de forma que no se conviertan en prisiones. Pido al Congreso de nuevo que apruebe mi prohibición a las armas de fuego”, dijo Biden al inicio de una cumbre en Washington sobre mujeres emprendedoras.
Biden consideró que lo sucedido, la “peor pesadilla de las familias”, es “enfermizo”. “Está desgarrando nuestras comunidades, desgarrando el alma de esta nación, desgarrando el alma misma de la nación”, insistió.
Prohibir las armas de asalto ha sido una de las principales peticiones de Biden desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2021 y lleva desde entonces exigiendo al Congreso que actúe en ese sentido.
Mientras que los estadounidenses deben tener 21 años antes de poder comprar alcohol legalmente y de entrar en un bar, en la mayoría de los estados del país pueden comprar un rifle de asalto a partir de los 18 años.
De hecho, muchas leyes tienen requisitos de edad más estrictos para comprar pistolas que para los rifles de estilo militar, que se han convertido en el arma más utilizada en los tiroteos masivos de los últimos años.
Un arma de asalto es un fusil creado originalmente para ser utilizado por el Ejército por sus características: es efectivo, rápido y potente.
El AR-15 es un fusil ligero semiautomático, con cargador de diferentes capacidades. Al ser semiautomático el usuario debe apretar el gatillo para disparar cada bala, pero el arma se prepara automáticamente para disparar de nuevo.
Biden fue uno de los impulsores de la Ley de Control de Delitos Violentos aprobada por republicanos y demócratas en 1994, bajo la presidencia del demócrata Bill Clinton, y que permitió prohibir, aunque limitadamente, a nivel federal las armas de asalto.
Esta ley cubría solo ciertas categorías de armas semiautomáticas y contenía además una “disposición de caducidad” que permitía que la prohibición expirara en 2004, como finalmente sucedió, cuando el republicano George W. Bush gobernaba.
Con un Congreso dividido con los republicanos dominando la Cámara Baja y los demócratas el Senado, el actual presidente estadounidense no lo tiene fácil para que se apruebe una ley que saque de las calles estas armas hechas para la guerra, que terminan colándose en colegios y acabando con la vida de niños.