La Asamblea General de la ONU resolvió ayer miércoles pedir el parecer de la justicia internacional sobre las “obligaciones” de los estados en materia de lucha contra el calentamiento global. Paso “histórico”, “momento que pasará a la historia”, “triunfo de la diplomacia climática internacional”. Muchas ONG y estados, entre los 130 que patrocinaron la resolución -entre los que no están ni Estados Unidos ni China-, se congratularon de este texto.
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) tendrá que dar su parecer sobre “las obligaciones que incumben a los estados” en la protección del sistema climático “para las generaciones presentes y futuras”.
“Juntos, están escribiendo la historia”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a los delegados al estimar que aunque no sea vinculante, el parecer de la CIJ podría ayudar a los dirigentes del planeta a adoptar medidas climáticas “valientes y fuertes”.
El gobierno de Vanuatu lanzó en 2021 esta iniciativa, después de que dos años antes un grupo de estudiantes de la universidad de Fiji iniciaran una campaña para salvar sus islas.
Hace una semana, los expertos del clima de la ONU advirtieron que el calentamiento aumentará +1,5º entre 2030-2035, en comparación con la era industrial.
Como los compromisos nacionales de los estados para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero no son vinculantes en el marco del Acuerdo de París, la resolución insta a recurrir a otros instrumentos, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
“Esta resolución pone en el centro los derechos humanos y la igualdad entre las generaciones en materia del cambio climático, dos elementos claves generalmente ausentes del discurso dominante”, dijo a la AFP Shaina Sadai, del Union of Concerned Scientists.
Aunque las opiniones de la CIJ no son vinculantes, tienen un peso legal y moral importante, que a menudo son tenidas en cuenta por los tribunales nacionales.