EFE/Moscú y Kiev
El presidente de la Duma o cámara de diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, advirtió ayer que su país confiscará los activos de países inamistosos si la Unión Europea (UE) canaliza para la reconstrucción de Ucrania los beneficios procedentes de los activos rusos congelados en el marco de las sanciones por la guerra. “Dicha decisión requerirá de la Federación Rusa una respuesta simétrica. En ese caso, se confiscarán muchos más activos pertenecientes a países inamistosos que nuestros recursos congelados en territorio de Europa”, escribió Volodin en su canal de Telegram.
Volodin acusó a los funcionarios europeos como la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von del Leyen, de intentar mantenerse a toda costa en sus actuales puestos con medidas como esa. “Partiendo de la mala situación financiera a la que ellos condujeron a sus países, de nuevo empezaron a hablar sobre el robo de los recursos congelados de nuestro país para continuar, a su costa, la militarización de Kiev”, dijo.
La presidenta de la Comisión Europea adelantó el viernes que presentará “una propuesta para encontrar la manera de utilizar los ingresos procedentes de esos activos que actualmente benefician a un número limitado de instituciones financieras de la Unión Europea”. “Estos beneficios extraordinarios ya son bastante considerables. Y la idea es reunirlos y luego canalizarlos a través del presupuesto de la UE ‘en bloque’ hacia Ucrania y para la reconstrucción de Ucrania”, explicó Von der Leyen.
Añadió que “el valor de estos activos soberanos asciende a 211.000 millones de euros (223.000 millones de dólares). Y, políticamente, acordamos que en última instancia Rusia debe pagar por la reconstrucción a largo plazo de Ucrania”.
Las autoridades rusas ya tacharon de “robo” la decisión de EEUU de destinar US$5,4 millones de bienes congelados a oligarcas rusos para apoyar a los veteranos ucranianos.
La UE congeló unos 19.000 millones de euros (26.000 milones de dólares) a oligarcas rusos en los primeros meses de la campaña militar que Rusia inició en Ucrania en febrero de 2022.
Además, Occidente bloqueó un total de 300.000 millones de dólares en reservas de oro y divisas del Banco Central de Rusia, según informó la UE.
Donaciones a Ucrania
A medida que se alarga en el tiempo, y en el contexto del nuevo conflicto en Oriente Medio, la guerra de Ucrania pierde interés para la opinión pública y las miles de oenegés aparecidas para ayudar al Ejército y a los civiles que son víctimas de la guerra ven cada vez más difícil atraer voluntarios y recaudar fondos.
“Normalmente recibía más de mil dólares al mes en donaciones; este mes apenas llegaré a los cien dólares”, dijo David Brymer, un médico de combate israelo-estadounidense que trabaja como voluntario en Ucrania instruyendo en medicina táctica a soldados.
La UE quiere ayudar a reconstruir a Ucrania con activos rusos congelados
Brymer paga buena parte de sus gastos de su bolsillo y compensa las pérdidas con donaciones privadas de EE.UU. que ahora se resienten con la aparición de nuevas situaciones de emergencia en Oriente Medio.
“La mayoría de mis donaciones vienen de sinagogas, y ahora que ha estallado este conflicto en Israel, muchas de ellas están dirigiendo su ayuda a organizaciones que necesitan apoyo en Oriente Medio”, dijo.
Muchos voluntarios y oenegés comienzan sus peticiones de ayuda con este mensaje: ¡Recuerda que la guerra sigue!
La Fundación Prytula es el mayor contribuyente privado al Ejército de Ucrania. Su jefa de prensa, María Pisarenko, explicó que el número de donaciones se mantiene constante, pero que la cuantía de las mismas se ha reducido a la mitad.
La representante de la Fundación Prytula percibe una mayor “tolerancia” en la opinión pública internacional a unos ataques rusos que se han convertido por su frecuencia en algo normal, y subraya la importancia decisiva de la ayuda militar privada al Ejército.
AFP
Rusos recuerdan víctimas de Stalin pese a la represión de disidentes
Rusos rindieron homenaje ayer a las víctimas del terror estalinista, más de 20 meses después del inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, que vino acompañada de una severa represión nacional de los críticos. La ONG Memorial, co-ganadora del Premio Nobel de la Paz 2022, organizó la lectura de los nombres de las personas ejecutadas durante el Gran Terror, entre 1936 y 1938 cada año.
La justicia rusa ordenó disolver esta oenegé a finales de 2021, pocas semanas antes del asalto a Ucrania el 24 de febrero de 2022.
En Moscú, la lectura se celebró cerca de un monumento a las víctimas de la represión soviética, frente a la Lubianka, la tristemente célebre sede de la policía política de Stalin, el KGB soviético y ahora el FSB, los servicios de seguridad rusos. Ayer, el lugar estaba rodeado de vallas metálicas y una fuerte presencia policial.
Oleg Orlov, responsable de Memorial recientemente multado por haber denunciado la ofensiva contra Ucrania, estaba en el lugar, constató la AFP.
Memorial organizó una retransmisión en directo de la lectura desde Moscú, y se celebraron conmemoraciones en otras ciudades rusas como Volgogrado, y en el extrajero.
La oenegé fundada en 1989 documenta los crímenes de la URSS y lucha por la defensa de los derechos humanos y de los presos políticos en Rusia.
El Kremlin no niega las represiones soviéticas pero las minimiza, presentándolas como una tragedia sin culpable, y glorifica el poder geopolítico y militar de la URSS.
Según historiadores rusos y occidentales, el Gran Terror dejó unos 20 millones de muertos, incluyendo ejecuciones masivas.